48 horas para la Gala 0.

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10 de Enero.

Samantha

Había llegado a Barcelona hacía media hora, solo habían 9, los otros estaban por llegar. Saludé a Bruno, a Maialen, a Ariadna, a Eva.
Flavio todavía no había llegado. Estaría por venir.
Estas navidades no hablé demasiado con él, quizás nos enviábamos alguna cosa random, o a veces, por el grupo de WhatsApp de OT, cuándo hablábamos todos nos mandábamos alguna pullita o así. Tampoco tuvimos demasiado tiempo, para hablar, ya que queríamos disfrutar de la familia, aunque no nos viésemos, solo por 2 días, si no entrábamos , o 2 semanas si nos íbamos los primeros.
Estábamos todos en un bar, cerca del hotel, y cuando iban llegando, se iban sumando.
Después de 10 minutos de haber llegado, escuché una voz grave saludar. No estaba tan segura, si era él, tampoco quise prestar mucha atención.

-Hola ¿cómo estáis? -escuché a mi derecha-.

Empezó a saludar a todos, cuando me tocó a mí.

-Cuánto tiempo, amigo mío! -dije riéndome-.

Nos abrazamos aunque fuese solo 3 segundos.

-¿Que tal las navidades Samantha? -me pregunto él entrecortado-.

-Pues bien con la familia y los amigos, como todos. -le contesté yo-.

Esta persona lo único que hace es confundirme, se supone que, no sé, éramos algo, no sabría decir el que, y ahora me saluda como si nada,ahora es como si todos los momentos de hablar, de apoyarnos entre los dos en los castings finales, y las conversaciones de WhatsApp, y cuando estuvimos haciendo videollamada y cantemos, no sirviese para nada.
Encima cada vez que me miraba, era como no, no somos nada, no te flipes

-Bueno, yo me voy ya para las habitaciones, que mañana supongo que tendremos que haces cosas. -dije con un acento raro, para que no se notase que estaba mal-.

-Pero quédate un ratito Sam, que como dices tú no pasa nada. -dijo Ariadna, que iba a ser mi compañera de habitación esos dos días.

-Eso eso, Samantha que aguafiestas! -dijo Gèrard-.

-Que no, que no! Que demà (mañana en catalán) estaremos nerviosos y nos despertaremos prontísimo, y encima tendremos que hablar con Noe.

Flavio me miraba como si hubiese visto a un dios, o algo parecido, no sabía a qué estaba jugando, pero un niñato de 19 años no va a jugar conmigo.

Fui a recepción y pedí el número de la habitación: 392.
Llegué y lo primero que hice fue ir corriendo a la ducha, y desahogarme, no sé si tenía ganas de llorar por Flavio, o felicidad por esto que me estaba pasando, que ni siquiera sabía como nombrarlo, y no estaba asimilando.
Luego cogí, mi libreta a la que iba a echar de menos, si entraba a OT, y empecé a escribir, me desahogué bastante:

Un día no muy lejano, me extrañarás, echarás de menos a esa persona que siempre estuvo para ti, a pesar de tus inseguridades, tus miedos.

Paré de escribir, Ariadna había llegado a la habitación, no sabía que ella era mi compañera de habitación, y no tuve otra cosa que hacer que darle un abrazo, cuando le di ese abrazo, automáticamente me puse a llorar, tenía pensamientos negativos por Flavio, por OT, o quizás era la regla no lo sabía. Ari, se quedó muy sorprendida, en verdad, lo necesitaba, ese abrazo. Ari se separó de mi, para saber que me pasaba.

-¿Tía que pasa?, no estoy entendiendo nada. -dijo en shock sobre esa situación tan surrealista-.

-Nada, tía, tranqui lo necesitaba y ya.

-Haber. -se casi río ante la situación-. Samantha ara me lo dices, encima, me vas a dejar a mí com la intriga. -dijo riéndose para animarme-.
-nos reímos las dos-.

-Pues ¿qué me va a pasar? Flavio pasa, que puede que suene un poco dramático,pero es que aún que no haya firmado nada con él, o sea que no iba a ser amor eterno, bueno es que nos dimos un estupido beso y ya, pues que después de quedar como que estábamos liados y así que tía, ni me mira a la cara, me dice: ¿qué tal las navidades no sé que? -dije imitándole la voz grave-. En plan, que ya sabes, lo que te conté estos días, que habíamos hecho videollamada y así, cantando y todo.

-Haber, haber, demasiada información, pues mira Sam, yo sé que eres muy orgullosa, y tienes una coraza, porque lo sé. Pero tú ara no puedes hacer lo mismo que él, y comportarte como él, porque os vais a hacer un daño... Te lo digo por experiencia, entonces yo te diría solo, que habla con él, o sea, te nienes que comportar ya como tus 25 para 26 años que tienes, y hablarle, y dejarle las cosas claritas, en plan, chico ara no vayas aquí de amiguis, cuando no. Porque si vas, en plan, no pasa nada Flavio mi amor, a la próxima no lo haces y ya ¿vale? porque tía los tíos se relajan, y entonces jugará contigo. Y luego, depende de su comportamiento ya verás lo que haces.

-Gracias tía, jo enserio, de verdad. -le abracé sonriendo-.

-Pero, habla con él, eh hazme caso. -me advirtió ella-.

-Que si, que si. Es que no sé porque me rallo por él tía, como si me gustase o algo así.

-Es que eres una dramática real.

Flavio

No sabía muy bien que estaba pasando, eran las 9 p.m, entre unas cosas y otras, habíamos llegado muy tarde a la habitación, que dormía con Bruno y Rafa. Como mañana íbamos a hablar con Noemí Galera (nos iba a explicar un poco de la Academia) teníamos que levantarnos pronto, los 18 quedamos para ir a cenar, en el mismo hotel, a esa hora. A mi izquierda estaba Anne, y a mi derecha Eva.

Miraba a Samantha, en cambio, ella evitaba mi mirada, o si se le escapaba me miraba con cara de perro, quería entablar alguna conversación, en la que participase ella, pero no tuve mucha suerte, a si que decidí enviarle un mensaje.

-Samantha ¿qué te pasa?
                           Visto
No me contestó, quise esperarme un rato y me seguía sin contestar.

-Por fa Samantha, dímelo y ni te contesto ni nada, solo quiero saber porque tienes esa cara de llorar.
-Quedamos en la entrada del hotel a las 23h, ok?
-Ok✨

Le puse ese emoji para que no se pensase que no le hacía caso o algo así.

21:32, quedaba 1 hora y media y yo estaba muerto de nervios, estaba seguro que no era nada bueno, o no sé, me imaginaba lo peor, no entendía por donde eran los tiros, después de mucho pensar llegué a la conclusión de que, no le había hecho mucho caso cuando nos vimos, y no le dí ni un beso, ni da aunque tampoco éramos novios quizá me habia equivocado. Cada minuto se me hacía una hora, quise enviarle un mensaje a Samantha, a ver si podíamos quedar antes.

-Samantha, podemos quedar un poco antes, a las 22h para hablar, es que no sé que te pasa, estoy muy nervioso.
-Ok, ahí estaré.

Quedaban 5 minutos, y estaba en la habitación, fui corriendo al ascensor, para bajar a bajo del hotel.

-Hola Flavio. -me dijo ella llorando-.

nota de la autora:

holaaa!! os he dejado con la duda jeje, ya sé que los capítulos son cortos, per no quiero aburrir mucho. escribirme cositas en los comentarios y darme ideas.
adiós! ✨

minuto a minuto. | Flavio y SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora