¡Nuevo capítulo! Espero que os guste :)
Muchos besos a todxs, disfrutad.
Marta🥰🥰🥰
_________________________________________________
Sonrío cuando unas caricias hacen que despierte. Al segundo, unos labios envuelven los míos y, aunque no soy partidario de los besos recién despierto, profundizo mientras mis manos viajan hasta las nalgas de Hera. He de decir que parece que ella ya se ha lavado los dientes porque el sabor mentolado no me parece muy mañanero.
—Buenos días, guapo —dice ella cuando nos separamos.
—Buenos días —contesto— ¿Qué hora es?
—Las diez y veinte. Me he tomado la licencia de preparar el desayuno.
—Mmm... gracias —susurro volviendo a besarla.
Unos minutos después, nos levantamos de la cama. Hera solamente lleva una camiseta mía de manga corta que le llega por la mitad del muslo, yo me pongo un bóxer y, mientras ella sale de la habitación y va hacia la cocina, voy al baño. Hago todas mis necesidades, me ducho rápidamente y, cuando salgo, voy en busca de la chica a quien me encuentro sentada en el pasillo jugando con el pequeño gato.
—Te veo entretenida —digo sobresaltándola.
—Creo que me he enamorado de tu gato.
—Es un peluchín —digo agachándome y acariciando la cabeza del pequeño.
Unos segundos después, ambos nos ponemos en pie y vamos a la cocina donde desayunamos hablando de tonterías que acaban en carcajadas. Cuando acabamos, le propongo quedarse el resto del día conmigo y ella al principio reniega de la oferta, pero acaba aceptando.
—Voy a llamar a Marc para lo del veterinario —digo cogiendo mi teléfono.
Ella se sienta en el sofá con el animal en su regazo y yo me siento a su lado.
—¿Hola? —pregunta somnoliento al otro del sofá.
—Hey, ¿te despierto?
—Sí —contesta y sé que ha rodado los ojos— ¿Qué quieres?
Le digo que le pregunte a su hermano si tiene un momento en su veterinario para atenderme y él me dice que le llame y yo y que le pregunte, que él quiere dormir. Tras eso corta la llamada y me envía el número de su hermano al que llamo en seguida. A los pocos segundos me contesta y cuando le explico lo que pasa me dice que me pase sobre las once y media, que me podrá atender por lo que agradezco y cuelgo.
—¿Te has pensado lo que te dije ayer, lo de venirte a aquí?
—Me gustaría, pero no quiero abusar de ti y tu hospitalidad.
—Sabes que no te lo propondría si me pareciera que te aprovechas —rebato.
—Te lo diré pronto, cielo —dice dándome un beso rápido.
Tras eso me levanto y salgo al balcón para fumar un cigarrillo ganándome una mirada confusa de su parte. Me apoyo en la barandilla mientras veo la ciudad de Barcelona alzada a mis pies, la verdad es que tengo muchísima suerte de que mis padres me regalaran el piso, tiene unas vistas geniales y no debo preocuparme por la hipoteca ya que quedó totalmente pagado. Únicamente me ocupo de las facturas las cuales pago con ahorros de cuando trabajaba en vacaciones o fines de semana y de algún otro trabajo que he hecho de publicidad. Es decir, tengo la suerte de no tener preocupaciones en ese aspecto.
Cuando acabo entro en casa y veo a Hera hablando por teléfono por lo que decido no hacer ruido para no molestar. Juego con el gato que se me sube encima y empieza a arañar mi torso mientras intenta morder mi mano, sin saber cómo acabo recreando la escena del Rey León en la que Rafiki muestra al resto de animales a Simba, Hera que continúa hablando me mira y ríe de manera silenciosa.
Al acabar la llamada nos preparamos para ir al veterinario ya que el tiempo ha pasado volando y una vez allí solamente tenemos que esperar un par de minutos a que nos atienda Julio, el hermano de mi amigo. Chequea al pequeño y le pone las vacunas correspondientes ya que no tiene chip, es decir, es callejero. Me recomienda cosas para comprarle y tras pagarle salimos de la consulta.
—Tienes que pensar un nombre —me dice Hera cuando subimos al coche.
—No se me ocurren, solo me vienen a la cabeza los típicos.
—Bigotitos —bromea—. Llámalo Oreo, a mí me gusta.
—¿Oreo?
—Sí, es negro como las galletas y es tan bueno como ellas —dice mientras juega con él.
—No sé si me gusta...
Durante un rato ambos proponemos nombres mientras compramos todas las cosas que me ha dicho Julio, pero ninguno parece gustarnos del todo a ambos. Cuando volvemos a casa seguimos sin decidir nada y han pasado casi tres horas. Mientras preparamos la comida seguimos pensando y proponiendo. Al final a ella se le ocurre escribir los nombres que más nos han gustado en unos papelitos alrededor del gato y hacia el que se vaya será el elegido. Es por eso que en el momento nos sentamos a comer ya tenemos claro que el pequeño ahora se va a llamar Bowie, como uno de mis cantantes favoritos.
Cuando dan las ocho de la tarde, Hera decide volver a la residencia así que después de llevarla y pedirle que piense lo que va a hacer con su trabajo, regreso a mi casa. Allí aparecen al rato mis padres junto a Izan, Dani y África.
—Quiero ver a tu gato —dice mi prima sin si quiera saludarme.
—No os esperaba —digo, mirándolos a todos.
—Hemos venido ahora porque hemos pensado que estarías ocupado. Te hemos dejado mensajes y llamadas, pero no contestaste —me dice mi padre mientras acaricia a Bowie.—Se puede llamar Jara —propone mi prima.
—Ya tiene nombre, es Bowie.
—No me sorprende —hablan mi madre y mi padre a la vez.
Después de dedicarle toda la atención del mundo al pequeño animal, proponen pedir la cena y acabamos con un montón de cajas de comida en el salón de mi hogar.
Mi prima confiesa que ya no está con el niñito ese y después, antes de que me pregunten a mí por mi vida sentimental, salgo a fumar al balcón. Al momento África está a mi lado, apoyada en la barandilla.
—¿Qué ha pasado con el chico, peque?
—Nada... No buscábamos lo mismo al final —me contesta encogiendo sus hombros.
Mi corazón se oprime un poco al ver como intenta que no note sus ojos llorosos. La atraigo a mí pasando un brazo por sus hombros y beso su cabeza.
—¿Quieres quedarte a dormir y vemos películas?
—Está bien —murmura.
ESTÁS LEYENDO
Imposible dejarlo correr [TMC#3]
Romance-¿Qué haces aquí? -Llevo tiempo intentando hablar contigo, pero me dabas largas o no contestabas. No te voy a mentir, no sé en qué momento se me ha ocurrido hacer esto. En qué momento he decidido que era buena idea y he estado a punto de echarme a a...