Capítulo III

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Sus manos apretaban sus muslos mientras ella saltaba sobre su pene, moviéndose deliciosamente en un ritmo lento y húmedo, a su vez bajos y delicados gemidos eran pronunciados en uno de sus oídos.

Para Yoongi era imposible concentrarse en la reunión de marketing en la que estaba en esos momentos, sintiendo como su entrepierna se encontraba sensible a punto de alzarse, solo se mantenía serio mirando la diapositiva en pantalla, recordando la increíble sesión de sexo que tuvo anoche, Soyeon resultó ser callada y obediente, no llorona y quejica como había pensado que sería, así que no era de extrañarse que tenía pensado repetir, sobretodo porque con su llegada había destronado a Nana con respecto a belleza y físico, Soyeon era totalmente su tipo, y por como lo miraba no creía que ella desarrollaría sentimientos por él.

- Señor Min, ¿Qué opina con respecto a este modelo de campaña? - preguntó el jefe de marketing haciendo que todos los empleados dirigieran la mirada a su jefe -

- Me parece interesante - la verdad era que no estaba prestando atención - envíame la presentación por correo y mañana te estaré dando una respuesta - se puso de pie y miró su reloj - doy por concluida la reunión, mañana seguiremos, tengo un compromiso importante que atender -

Dicho esto se retiró de la sala de reuniones mientras los demás empleados iban haciendo lo mismo.

Después de su cita con su abogado, se dirigió al burdel, en busca de Soyeon, llevaba toda la tarde caliente y le era imposible concentrarse así, no pensaba masturbarse, nunca se rebajaría a ese nivel.

(...)

- Lo siento señor Min pero Soyeon no está disponible -

- ¿Por qué? -

- Está siendo castigada, por haber rechazado a un cliente, lamento mucho si le causó algún problema -

Yoongi se quedó confundido, ella en ningún momento se mostró reticente con él.

- La verdad no me causó ningún problema y si te estoy preguntando por ella es porque pretendo contratar sus servicios de nuevo -

- ¿En serio? - su rostro se tornó en sorpresa - Vaya, me ha dejado sin palabras, iré a decirle a Soyeon y si se niega, recibirá doble castigo no se preocupe -

- Animal - susurró Yoongi mientras veía al lamebotas alejarse -

Después de un minuto y diez segundos exactos en los que Yoongi estuvo viendo su rolex, esperando por Donggyul divisó al viejo venir con una expresión estupefacta en su rostro.

- Soyeon a accedido, ya la estamos preparando -

- Estupendo - sonrió y sus labios se curvaron ligeramente hacia un lado -

- Disculpe mi pregunta señor Min pero... ¿Por qué Soyeon accede a usted? ¿Le ha dicho algo? -

Yoongi solo pensó que el era un hombre que sabía como hacer las cosas y como tratar a una mujer como ella en la cama, no como los otros clientes de este burdel, Soyeon tenía una cara angelical y delicados que causaba ternura sin embargo una mirada penetrante y fuerte, era obvio que era una mujer inteligente y obstinada.

A la cabeza de en pelinegro llegó una idea, mejor.

- ¿Qué te parece si me la vendes? -

- ¿En serio quiere comprarla? Es muy obstinada y berrinchuda - Donggyul frunció el seño -

- No importa -

- Aún así no sé, me costó mucho - Yoongi ya sabía por donde iban sus tiros -

- Te pago el doble -

El señor sonrió con picardía por semejante propuesta, iba a poder deshacerse de esa chiquilla que le daba tantos dolores de cabeza, "pobre señor Min" pensó.

- Trato echo - concluyó -








Perdón si hay faltas de ortografía

Sí, muy cliché, pero...

Daddy's Little Girl {MYG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora