Capítulo II

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Pov Soyeon

Los oídos me pitaban molestosamente, tal vez eso fue lo que hizo que me despertara y abriera los ojos casi cegándome la fuerte iluminación que había en la habitación, cuando me recuperé de mi encandilamiento dí un vistazo a mi alrededor, estaba en una habitación blanca lo que hacía que mi cabeza doliera más y había una intravenosa colgando a un lado de mi camilla, miré mi brazo había una aguja dentro de mi piel, miré a otro lado para no comenzar a alterarme, las agujas me dan pánico y saber que tengo una enterrada en mi brazo no es muy lindo. Al otro lado de la camilla había una silla donde me percaté por primera vez que había un hombre de cabellera negra sujetando mi otra mano con la cabeza recargada en ella, mi corazón latió con rudeza haciendo que el pitido insoportable del marcapasos aumentara un poco de velocidad.

Yoongi levantó su cabeza con pereza y al mirarme a los ojos se puso de pie.

— Soyeon —

— Yoon-

No pude decir nada, Yoongi se tiró encima de mí sin llegar a aplastarme para esconder su rostro en mi cuello.

— Me has dado un susto terrible — murmuró en mi cuello haciéndome erizar, se incorporó para sentarse en la camilla — ¿Por qué no has estado comiendo? — todo rastro de preocupación se borró de su rostro dándole paso a su una mirada enfadada y una mandíbula tensa — Eso ha sido una irresponsabilidad de tu parte, y luego te quejas de que te quiero tener vigilada todo el tiempo, mírate, postrada en una cama sin fuerzas ni para sentarte —

— No es cierto — con cuidado y despacio me senté en la camilla, tratando de no mover el brazo de la intravenosa — ¿Lo ves? Sí puedo sentarme — sonreí incómodamente —

Pero él no tenía la intención de reírse, solo suspiró y frotó su cara con sus manos.

— No estoy para bromas Soyeon — me miró a los ojos imperturbable — Dime que te pasó —

Tragué en seco lo que hizo que mi saliva se atorara y comencé a toser tapandome la boca con una mano y con la otra bien rígida, Yoongi cogió una botella de agua que había sobre una mesa pequeña y la abrió para ponermela en los labios como si no tuviera manos para agarrarla yo, decidí no decir nada al respecto y en silencio bebí bastante agua, alejó la botella de mis boca cuando le hice una seña y con el dorso de su mano secó unas gotas que se deslizaron de mis labios, volví a tragar pero esta vez sí pasó.

— ¿Y bien? — alzó una ceja incapaz de dejar el tema pasar—

— No había estado comiendo bien desde que empezaron los exámenes — admití — Sobretodo los días antes de darlos, el estómago se me cerraba de manera dolorosa y si intentaba comer a la fuerza acababa vomitando — hice una mueca — Tompoco he estado durmiendo muy bien —

— ¡¿Y por qué no me lo dijiste?! — ofuscado se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro frente a la camilla — ¡Por lo menos para buscar una solución o simplemente para estar informado y darte la atención y el cuidado que merecías! — estaba enfadado y yo era la culpable, agaché la mirada a mis manos — ¡No tienes idea de lo preocupado que estaba! — alcé la cabeza —¡Casi me muero! —

— ¿Estabas preocupado por mi? — mi lengua habló sola, sentía que me pondría a llorar en cualquier momento —

— ¡Sí maldita sea, Sí! — 

Me fue imposible seguir reteniendo mis lágrimas, las dejé ir, sorbiendo por mi nariz me llevé una mano al rostro para cubrírmelo.

— Joder — escuché a Yoongi maldecir — Lo siento Soyeon no quise gritarte — iba a preguntarle de que hablaba pero me envolvió en sus brazos y hundió mi cabeza en su cuello — Por favor no llores nena — beso mi coronilla — Soy un idiota — susurró, creo que más para él que para mí — Acabas de despertar y lo primero que hago es regañarte, lo siento —

Daddy's Little Girl {MYG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora