Daddy's Little Girl {MYG}

Capítulo III

— ¿Desde cuándo Park Chaeyoung es amiga tuya? — sentándose en el borde de su cama recogió a Holly del suelo y lo dejó sobre mi estómago.

— Desde el mismo día en que estuvimos en dirección — pasé a acariciar el pelaje del cachorro.

Yoongi frunció el ceño.

— Te trata bien ¿no? — alzó una ceja — Si te hace algo me lo dices para-

— Ay no — lo corté llevándome una mano a la frente —Haber Terminado en el hospital solo hizo que tú terminaras más paranoico.

— Ni me recuerdes el tema, que me estoy conteniendo para no ponerme bruto — me señaló con su dedo índice — Debiste decirme.

— Lo siento — suspiré — Yo... no creí que fuera gran cosa, en el instituto me ocurriría lo mismo y nunca llegué a desmayarme.

— ¿Por qué te angustian de esa manera los exámenes?

— Hmm... sabes lo que es vivir en un orfanato así que me vas a entender — asintió, me acomodé mejor en la cama— Sabes que a medida que vas creciendo muchos de los niños con los que te criaste iban desapareciendo, así como aparecían otros más, bueno, tarde o temprano te acababas enterando de que hacían con sus vidas fuera del hogar, jardineros, fontaneros, campesinos, algunos desaparecieron del pueblo y jamás supimos noticias de ellos — Tomé aire — Con las chicas era algo diferente, si algunas tenían suerte acababan siendo meseras o dependientas de alguna tienda, pero otras, por no decir la gran mayoría, acababan prostituyéndose y créeme todo el pueblo conocía a las prostitutas, todas y cada una de ellas del orfanato de Incheon, las hermanas y la directora repudiaban ese hecho de haber conseguido la etiqueta de generador de putas, imagínate, una iglesia con semejante apodo — reí amargamente, él no lo hizo — La directora nos reunía a todas las chicas en su oficina para darnos una charla sobre lo importante que era estudiar para no terminar como aquellas "criaturas bajas" que a medida que pasaba el tiempo morían de una sobredosis, asesinadas o acababan suicidándose, yo tenía 10 años la edad suficiente para comprender que yo podría terminar siendo una de esas chicas tan desafortunadas así que comencé a estudiar más, dormía poco, comía poco, lloraba las noches antes de un examen, pero todo fue peor cuando entré en la preparatoria, sobretodo en mi último año, se acercaban las pruebas finales para dar paso a las de la universidad, necesitaba tener el mejor promedio de la provincia para tener la beca asegurada, dejé de dormir, mi estómago se cerró así que también dejé de comer, finalmente me gradué con honores y fuí el número uno en el escalafón de la provincia — fanfarroneo un poco — Pero ya ves que todo lo que pasé fue inútil porque al final terminé en un prostíbulo de todas maneras —

Sin siquiera haberlo visto venir la mano de Yoongi atrapó mi cuello, me asusté por el repentino movimiento pero todo lo que hizo fue empujarme contra su pecho, rodearme con sus brazos y presionar sus labios en mi cabeza.

— Soyeon — habló bajo — Lo siento.

— No te conté todo esto para que sintieras lástima de mí — traté de incorporarme pero me apretó más contra sí.

— No es lástima es... — aspiró profundo, estaba oliendo mi cabello, mi nuca comenzó a cosquillear justo donde se encontraba su mano — Me siento impotente, si pudiera regalarte mi pasado lo haría, no merecías pasar por eso.

Parece que ahora mi estómago estaba haciendo competencia con mi corazón a ver quien se alteraba más.

— Tú no tienes la culpa de nada, las cosas fueron feas para tí también mereces los padres maravillosos que tienes ahora.

— Pero yo no recuerdo nada, mi subconsciente solo me recuerda mi temor a esta solo pero no recuerdo el dolor de estar desnutrido, ni deshidratado, ni cuantas lágrimas derramé pero tu sí, recuerdas todo lo malo que viviste y el haber tenido más suerte que tú me hace sentir avergonzado, dios, te traté mal los primeros días y te dije cosas horrorosas, todo por mis complejos de mierda.