Capítulo XXII

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Soyeon y Yoongi se encontraban sentados en el gran sofá de la oficina, el pelinegro la había sacado del baño de la mano, con la cabeza de la castaña enterrada en su cuello y su otra mano en su cintura para guiarla, la chica para este entonces ya había calmado su llanto y estaba dispuesta a hablar.

— Ese... señor — empezó a contar — Fue el segundo "cliente" que tuve — Yoongi comprendió por donde iban los tiros — Yo no quería — su voz comenzó a fallar pero el pelinegro tomó su mano y sorprendentemente la castaña se recompuso — Él estaba borracho, cuando estuvimos en la habitación me tomó del cuello y me dijo que le excitaba verme así — cerró los ojos — Le lancé un florero a la cabeza y salí corriendo de allí hasta llegar a la planta baja donde Dongyul me vió — tomó aire — Le dije que ni loca me iba a dejar por ese viejo enfermo y que si me lo proponía podría hacer que perdiera al cliente, por supuesto se enfadó y mando a que me castigaran — hizo una pausa para abrir los ojos y mirar al pelinegro — ¿También quieres que te cuente eso? —

Yoongi tembló, definitivamente no quería oír eso y que después su mente traicionera imaginara esa escena en su cabeza, le causaría enfado e impotencia.

— No — dijo de inmediato —

— Mejor — continuó Soyeon — Después llegaste tú — sonrió levemente — Y yo solo pude pensar en lo delicado que fuiste — apretó su mano — Sé que no lo hiciste por mí, pero estaba agradecida por eso —

Y ahí había algo que Soyeon no sabía, y era que en el fondo Yoongi sí lo había hecho por ella, él pensó que podía al menos hacer la primera vez de esa chica no tan horrible, sabía como tratar a una mujer y estaba en sus perfectos cinco sentidos, no como los otros que frecuentaban ese lugar.

— Estaba cansada y adolorida, pero Dongyul me dijo que el mismo hombre de la noche anterior quería mis servicios de nuevo y que si no aceptaba me duplicaría las horas de castigo, no pude evitar sentir alivio porque apareció una "alternativa" decente para terminar con ese suplicio así que solo acepté rápidamente — esta vez fue Yoongi quien sonrió pero de medio lado — La primera vez que me trajiste aquí, cuando lo ví en el elevador casi me da algo —

— Por eso estabas así ese día, estabas asustada — aseguró Yoongi —

— Así es —

— ¿Por qué no me lo dijiste? —

— Eras un imbécil conmigo, ¿Te hubiera importado siquiera? —

El pelinegro suspiró sonoramente frustrado.

— Lo siento —

— Ya me pediste perdón por eso Yoongi, escúchame — la castaña se inclinó hacia adelante para estar más cerca de él — Choi me dijo que sí te decía algo iba encargarse de que todo el mundo se enterara de que la amante de Min Yoongi es una prostituta — Soyeon no lo notó pero Yoongi apretó demasiado sus puños — Creo que lo mejor será que hagas como si no supieras nada —

— Correcto — dijo él — Es lo que vamos a hacer —



Después de minutos de silencio en los que Soyeon miraba la gran ventana y el pelinegro pensaba a profundidad este volvió a hablar.

— ¿Quieres volver a casa o seguimos con el plan que teníamos? —

— No, vamos a la tienda, Holly necesita una cama cómoda y comida — se puso de pie —

— De acuerdo — la siguió — 























Daddy's Little Girl {MYG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora