Capítulo IV

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- ¿Aún no comprendo qué hago en su casa? - Soyeon se cruzó de brazos parada sobre la gigante alfombra de pelos blancos que había en la sala -

Yoongi apreció el panorama ante sus ojos, una preciosa joven estaba en la sala de su casa cruzada de brazos con una mirada recelosa, y el echo de pensar que esa chiquilla era suya le resultaba aún más satisfactorio.

- Vivirás aquí a partir de ahora - contestó simple y se sentó en el sofá frente a la chica -

- ¿Aquí con usted? - Yoongi asintió - ¿Así por qué sí? - volvió a preguntar, no creía que de repente este hombre se la llevara de aquel lugar para meterla en su casa con sanos propósitos, temía por su seguridad -

- Te he comprado, de más está decir que me darás sexo cuando lo necesite, para eso te traje - mentiras, contestó mientras aflojaba su corbata - por eso y porque me diste lástima - así, sin más, siendo una persona con cero tacto -

- Le dí lástima - no era una pregunta, Soyeon cruzó sus brazos -

- Sí, eres huérfana, ni siquiera eres de Seúl, no pareces coreana y lo más importante me diste un buen polvo - ese hombre hablaba tan casual que parecía no tener conciencia, tan cínico como mentiroso y no era porque no había tenido un buen polvo era por otro motivo -

"Imbécil"

- ¿Tan simple cómo eso? - Descruzó sus brazos y adoptó una pose natural -

- Así es, soy generoso que más te puedo decir - se encogió de hombros recostándose en el espaldar del sofá - Solo espero que no me des problemas y hagas todo lo que yo te diga - ladeó su cabeza aún mirándola, ella parecía querer degollarlo con la mirada, debía asustarla - Y si se te ocurre escapar-

- ¿Escapar a dónde? - interrumpió ella en una risita cargada de soberbia, Yoongi sonrió de medio lado - como usted ya sabe soy huérfana, no tengo ni donde caerme muerta, ¿A dónde iría? ¿Debajo de un puente? No es una muy buena opción que digamos - comentó burlona, desafiando su personalidad de mierda para darle en su ego, no le ofendía todo lo que él le estaba diciendo -

"Chiquilla insolente"

- Gracias a dios eres lo suficientemente inteligente como para saber lo que te conviene - se pone de pie para acercarse a ella - al parecer no me darás tantos problemas como pensé, me sorprendes una vez más - el pelinegro toma su mentón con una de sus manos firmemente pero sin llegar a hacerle daño, ella se tensó y soltó un jadeo de sorpresa que fué música para los oídos de Min, satisfacción - solo tienes que memorizar unas cuantas reglas - acerca su cara a la de ella, "que mocosa más preciosa" - eres inteligente chiquilla podrás con ellas - susurra sobre sus labios - regla número uno: jamás me interrumpas de nuevo cuando hablo ¿ok? - aprieta un poco más el agarre - ganarte puntos conmigo te dará privilegios pequeña - no la iba a besar en los labios el no besaba a las mujeres, en cambio depositó un casto y seductor beso en la barbilla de Soyeon dejándola paralizada, el pelinegro la soltó y se alejó prudentemente de ella - vamos te llevaré a tu habitación - y se fué hacia las escaleras -

"Hijo de puta"

Debía mantenerse a cuarto ojos, este hombre no tenía pinta de ser completamente normal, aunque eso ya debió suponerlo cuando la metió en su casa, no iba a permitir que le levantase la mano en ningún momento, ella no estaba allí por simple capricho suyo y lo sospechaba, porque como él ya sabía "La nena es inteligente".








Perdonen los errores ortográficos.
No me gustó como quedó pero no pude mejorarlo más lo siento.

Daddy's Little Girl {MYG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora