Daddy's Little Girl {MYG}

Capítulo XXVIII

— Soyeon — susurraron en mi oído haciéndome despertar, pero sin abrir los ojos — Soyeon — esta vez sentí un cosquilleo en mi rostro, seguido de unas lamidas —

¿Yoongi no estaba haciendo eso cierto?

Abrí los ojos para encontrarme con Holly sobre la cama serca de mi rostro lamiéndolo y a Yoongi sentado en el borde mirándome con una mueca que casi podría ser una sonrisa.

— Buenos días — me senté, ya no me dolía la espalda, al parecer la cama de Yoongi era una maravilla, tomé a Holly y lo puse en mi regazo — Buenos días para tí también cosita — pegué mi nariz a la suya —

— ¿Quieres quedarte en casa? — lo miré con interés — Llamaré a la escuela y podrás quedarte descansando —

Lo pensé, no era mala idea es solo que...

— ¿Me quedaría sola aquí? —

— Puedes venir conmigo, tengo una reunión hoy que me es imposible volver a aplazar por desgracia —

La idea sonó aún más tentadora, me guastaba ir a la empresa de Yoongi, era grande, majestuosa y me encantaba su oficina con las paredes llenas de planos decorativos y el enorme ventanal con vista a la calle, pero había algo que definitivamente no me gustaba, Jimin y Choi. No necesitaba las palabras carentes de amabilidad por parte de Jimin y la manera en la que cada vez que tenía oportunidad me miraba mal o me decía cosas hirientes, que al fin y al cabo eran ciertas pero no dejaban de hacerme sentir incómoda; y tambien tenía terror de volver a encontrarme con Choi que le diera un arrebato y soltara la sopa, jodería a Yoongi de ser así, así que tuve que morderme la lengua y rechazar la oferta.

— No debería volver a faltar, los exámenes se vienen pronto y... — suspiré al recordar un detalle — Debería hablar con Taehyung —

— Tienes razón — bajó la mirada brevemente y se puso de pie —

Inmediatamente los seguí dejando a Holly en el suelo.

— ¿Dormiste bien anoche? — pregunté, quería saber si fuí de ayuda —

Yoongi apretó los labios en una línea fina para después humedecerlos con su lengua y asentir.

— Dormí como hace mucho no lo hacía —

— Me alegra — me fue imposible no sonreír, se sentí importante —

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Al entrar en la cocina no pude explicar con palabras la alegría que sentí al ver el desayuno preparado sobre la barra y a Yoongi sentado en una de las sillas bebiendo una taza de café, esa imagen me relajó de sobremanera. A un lado de la barra Holly comía en su plato.

— ¿Le serviste a Holly? — me senté al lado de Yoongi —

— Te estabas tardando y él no dejaba de mirarme con esa cara de perro sin dueño —

— Te ablandó el corazón ¿cierto? —

Bufó.

— Por supuesto, no soy de piedra —

Ese comentario me hizo recordar lo que me había contado Yeji aquella vez.

— Yeji me dijo que no te gustaban los perros — traté de sonar casual —

Rodó los ojos.

— Seguro lo dijo por Geurum —

— ¿Geurum? —

— Mis padres tuvieron un pastor alemán hace años, incluso antes de que yo... llegara a la familia —

— Antes de que nacieras — corroboré, el no dijo nada y siguió hablando —