Capítulo II

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Soyeon estaba nerviosa y al borde del colapso mental, nunca pensó terminar en un lugar como ese, ni acabar con su virginidad de esa manera, si bien tenía deseos de llorar y desaparecer, sabía que no serviría de nada, ya había intentado escapar pero sus jefes la atraparon en el proceso y se ocuparon de encerrarla en una habitación completamente vacía con solo un colchón en el piso, alegando que había costado bastante cara y que debería agradecerles por haber terminado allí y no en el mercado negro, se estaban hartando de ella, y era normal, daba muchos problemas por ser tan obstinada.

Llorar tampoco serviría de nada porque no solucionaría ningún problema, solo se ganaría castigos, y latigazos en la espalda con una toalla mojada.

"A los clientes no les gustan las putas con marcas"

Le explicó la mismísima Nana cuando ella le preguntó.

Así que con el nudo en la garganta y temblando se puso de pie cuando el cliente que había requerido sus "servicios" entró por la puerta de aquella habitación de hotel, porque una de las tantas ventajas de ser solicitada por el joven Min era que los encuentros eran en una habitación de hotel cinco estrellas y no en los cuartuchos del burdel.
Soyeon se quedó de piedra, al ver que se trataba del mismo hombre que había despreciado a su mayor Nana de forma tan cruel, sí bien él estaba presente cuando le comunicaron de su primer cliente, tenía una pequeña esperanza de que no lo fuera.

Yoongi se sentó en el sofá que está frente a la cama, viendo como la chica lo miraba tensada como un cachorro indefenso, eso le gustó, él se considera una persona calculadora que le encanta sentirse poderoso y temido, por eso no es de extrañar la extraordinaria excitación que sintió al verla en un vestido rojo ajustado y tiritando, sin embargo sus ojos tenían un maquillaje muy cargado y sus labios estaban pintados de rojo, cosa que le desagradó por completo, sintió que a su cara no le iba en nada con ese maquillaje tan exagerado.

Después de unos minutos en silencio de estar examinándola en los que ella se sentía morir de nervios y angustia, Yoongi finalmente habló.

- Ve al baño y lávate la cara, no regreses hasta que no la tengas completamente limpia- dijo en una expresión neutral y tranquila, que a Soyeon la asustó, su jefe le había dicho que procurara que este hombre se sintiera satisfecho porque si le daba una queja por pequeña que fuera la dejaría una semana encerrada en su cuarto y 3 días sin beber agua, además de sesiones más largas de torturas, con semejante amenaza era fácil estar nerviosa -

Después de lavarse la cara hasta dejarla al natural salió rápidamente para quedar parada frente al pelinegro que estudiaba su rostro minuciosamente.

- Quítate el vestido - ¿así sin más? fué lo que pensó Soyeon al bajar los tirantes de su vestido y dejando que cayera hasta sus pies - voltéate y quedate de espaldas - volvió a decir -

Soyeon se sentía observada, sentía escalofríos intensos recorrer su espalda, ¿qué otra cosa podría estar mirando este hombre que no fuera su trasero? Nada. Por eso sintió una pizca de repulsión por muy atractivo que fuera.

- Siéntate en la cama de frente -

Ella acotaba sus órdenes en silencio y de manera rápida, haciendo que el pelinegro se sintiera satisfecho, se puso de pie y habló.

- Me tomo la molestia de aclararte que voy a ser delicado contigo - dijo de repente haciendo que Soyeon subiera la cabeza y lo mirara a los ojos confundida - sólo porque sé que eres virgen y no quiero lloriqueos ni reclamos, pagué por tí para mi disfrute propio, pero si empiezas a lloriquear me frustrarás y me arruinarías la noche - ella asintió - No te creas especial - volvió a asentir - Bien - se paró y se encaminó hasta ella mientras aflojaba su corbata y tirarla al suelo - Acuéstate - Soyeon se tiró de espaldas sobre la cama, pues ya estaba sentada en los pies de esta -

Yoongi enredó sus dedos en las bragas negra de Soyeon y las bajó rápidamente, aunque ella no lo supiera y él no lo mostrara lo tenía extasiado, porque a pesar de ser su primera vez ella lo miraba a los ojos con una mirada penetrante, como si estuviera viendo su alma, "menuda dualidad" pensó el pelinegro y seguido desabrochó su brasier dejándola completamente desnuda.








Perdón por si hay algún error ortográfico.

Daddy's Little Girl {MYG}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora