Mi amigo Dreko

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Camine hasta la esquina de mi casa, ahí encontre a Dreko.

-Qué paso? Por qué esa cara de idiota?

-Por si no te has dado cuenta siempre la traigo.

-Eres chistoso Ann, que paso con tu flaca? Discutieron otra vez no es cierto?

Me quede sin palabras y se salian las lagrimas de mis ojos cristalizados. No supe como contarle, pero era mi amigo, lo conozco desde siempre y pasamos mucho rato juntos, aparte de Astrid, pero en fin.

-Bro' ella me engaño, me hizo promesas que no iba a cumplir, a diferencia de que solo hizo una, me hizo feliz mientras duro.

-Oye no estes mal, tarde o temprano tenía que pasar, ella es de otra clase, comprendelo.

Sus palabras me tranquilizaron, yo soy hijo único, pero nos cuidabamos como hermanos.

Eran las 5 de la tarde, el sol se ocultaba lentamente y nosotros caminabamos al parque, todas las tardes y algunas mañanas pasabamos jugando en la loza deportiva. Fuimos ahí pero esa tarde no habia nadie, era como si todos se hubiesen enterado y el cielo se hubiese puesto de acuerdo para la ocasión.

-Ann, hemos pasado por muchas cosas, ya no eras el mismo de antes, ella te cambio por completo verdad?

-No es eso, ella me dio falsos aires y yo volaba en ellos, me sentia libre y volaba alto, pero como te dije eran falsos aires, mi caida fue fatal que no destrozo el exterior si no un órgano importante en el interior, mi corazón.

-Yo se que curara eso, yo tampoco pude superar rápidamente lo que paso con Nicol, pero una cosa me ayudo bastante.

-A qué te refieres?

-Tu ya sabes Ann, vamos a traerla, es muy buena para las penas y alegrias. Ella es nuestra amiga.

Por un momento desconocí a Dreko, después capte su idea. Fuimos a su casa, su madre estaba ahí, la salude amablemente y ella me respondio de la misma manera. Su cusrto estaba un desorden, mucho peor que el mio, medias pr un lado, camisas por otro, zapatillas tiradas y condones por todos lados.

-Toma algunos si quieres, yo no sería capaz de utilizarlo todo.

-Eres un pendejo, sabías? Ya me pondre al corriente de todo lo que has hecho.

-A mi no me digas eso, tu eres aun mas pendejo que yo, a cuantas te tiraste antes de que enamoraras a Astrid? Mejor ni contestes.

-Sin contar a tu hermana... mmmmm haber ...

-Vas a morir idiota.

Fue una pelea animadora, no jugabamos así desde un par de años atras. Jugabamos así siempre, pero se perdio ese habito de pelear por tonterias como esas por chicas. Pero lo que nunca se perdio fue el habito de jugar.

-Te rindes? Ya gane, soy mejor que tu, aceptalo...

-No te des por ganador Ann, solo estoy que me dejo, despues gritaras de dolor.

-Jajajajajajajajajaja no creo, tu hermana grita mejor.

-Y por qué no gritas tú?

-Auuuuuhhhhh hijo de la maños... Ahhhhhhh, ya okey me rindo, pero en play station te gano.

-Dale al play, de apuesta? Como antes, yo apuesto mi cama

-Mejor me la das ahora porque ya te gane.

Me olvide de todo, de Astrid, del dolor, del mundo, solo estabamos jugando dos idiotas en un play recordando como lo haciamos antes de que llegara el amor. Nos quedamos hasta las 3 am jugando. Nos dormimos y luego nos fuimos a jugar al complejo, era sábado y saliamos todos los los sábados a jugar al complejo. Casi el 76% de veces ganabamos. Estabamos recuperando el tiempo perdido. Los amigos son para siempre, eramos un par de pendejos pero eramos todo lo positivo de ello, no tomabamos ni fumabamos, no nos drogabamos a pesar de que nos habian ofrecido varias veces, amabamos el deporte y esa era nuestra única debilidad y las mujeres.

Te quedarias conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora