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Namjoon había estado sentado mirando como Kookie daba vueltas hasta que notó que el menor comenzaba a dirigirse hacía otra dirección. Lo siguió con cuidado, quería ver qué quería hacer, y cuando vio que cruzó la pista, comenzó a correr para salvarlo, sin embargo vió que el menor estaba con alguien. Este lo cargó y lo llevo a un lugar seguro. ¿Por qué de repente Jungkook se había acercado? La curiosidad le ganó y se acercó lo suficiente para escuchar pero sin ser notado.

—Hey, hey, lo siento no debí gritarte —aquel chico no parecía mala persona.

—Señor, usted es un ángel.

El mayor lo miro atónito.

—¿Qué?

—Mi mamá me dijo que quienes tienen las muñecas marcadas, son ángeles.

El desconocido cayó en cuenta de lo que decía aquel niño y rápidamente escondió su mano en el largo brazo de su polera.

—No soy un ángel.

—Por supuesto que lo es, mi mamá me dijo que solo los ángeles se hacen daño, porque odian la vida en la tierra, y haciéndose daño pueden volver al cielo. Dice que el mundo los esta destruyendo.

—Tu mamá es sabía —rió un poco porque aquel niño era un poco raro.

—Gracias. Ella también es un ángel —aquel chico lo miro asombrado olvidando su sonrisa por completo—, solo que ella ya volvió al cielo —terminó el menor mirando las bellas nubes.

El castaño se quedó sin palabras, aquel niño había perdido a su mamá, debía estar pasándola muy mal y ¿él estaba destrozado y haciendo daño porque últimamente la vida le había tratado un poco mal? Se sintió un poco patético de si mismo.

—Jungkook, te encontré —Namjoon salió de su escondite solo para salvar a aquel chico quien parecía demasiado triste —, no vuelvas a irte así. —lo cargo en sus brazos, obligándolo a echarse en su hombro mientras lo mecía suavemente.

El nuevo chico se sobresaltó al escuchar la voz de Kim, su cuerpo reaccionando sin su consentimiento y alejandose sin darse cuenta.

—¿Eres su padre?

—Oh, no, no lo soy —sonrió en grande —, soy su tío. Kim Namjoon —estiró una de sus manos en forma amigable. Aquel chico era muy guapo a los ojos del moreno, y Jungkook había detectado cortes en su brazo, la verdad es que odiaba todo lo referente a aquello por lo que por alguna razón su subconsciente le decía que debía proteger a aquel desconocido.

—Kim Seokjin.

Evitó el contacto con el moreno, solo moviendo su mano en saludo.

Namjoon solo asintió mientras pensaba como debía seguir con la conversación.

—Bien niño, ten un poco más de cuidado al cruzar ¿Si? —Jin habló, acercándose para despeinar sus cabellos, luego giró y caminó en dirección contraria.

—¡Hey! —Seokjin volteó a mirarlo —Quería agradecerte por salvar a Kook y —estaba dudando realmente y ni siquiera sabía porque quiso hacerlo principalmente —... me gustaría invitarte algo emh ... Cómo agradecimiento claro.

El mayor río por la rara forma en la que lo había invitado a salir, realmente lo último que quería era eso pero había algo en aquel chico que lo hacía confiar, tal vez su sonrisa —Claro... no hay problema, pero hoy estoy ocupado ¿Quedamos otro día?

—Si, claro —de nuevo su cerebro no podía procesar que más decir.

—Préstame tu celular —Seokjin sonrió tímidamente y es que el otro parecía muy nervioso y no entendía porque. Apunto su número en el teléfono del contrario y se lo devolvió con cuidado. Esperaba no confundirse —Llámame para coordinar bien. Adiós —finalmente movió su mano de lado a lado mientras se dirigía por la misma dirección anterior tomada.

OLD SCARS | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora