Capítulo 14

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Elise

Recordaba ese momento mientras estaba sentada en la arena, en la playa.

Recordaba ese momento mientras estaba sentada en la arena, en la playa

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Nunca en mi vida sentí tanto miedo como en ese momento. Vi como la bala le dio en la pierna y comenzó a gritar de dolor. Corrí como jamás lo hice y caí a su lado, asegurándome que no se moriría justo ahí. Me quedé a su lado mientras la ambulancia llegaba para llevarla al hospital. Nicole estaba presa por intento de homicidio y Justin, el agente de Francis, se encargó de que así lo estuviera.

Con el dolor de mi alma, me forcé a mí misma para dejar de pensar en ella y me levanté de la arena, dirigiéndome al auto de mamá.

Ese día, en el hospital, tuve una discusión con Justin. Él me culpaba porque Francis estuviera herida y Karen me defendía sin dudarlo. Tenía razón, era mi culpa. Aunque yo no le disparé, Nicole es mi ex, no de Francis. Todo comenzó cuando fingimos estar juntas. Le pedí a Karen que la cuidara y salí de ahí. A la mañana siguiente me tomé un avión a San Francisco y me escondí en la casa de mi primo por dos semanas. Apagué mi celular y desaparecí. Cuando regresé a Isla Paraíso, Jane me contó que Francis estuvo buscándome como loca. Finalmente tuve que aceptar una de sus llamadas y terminé con ella. No podía dejar que se hiciera daño, lo que ocurrió con Nicole fue un aviso.

Luego de un mes sin trabajar, ingresé a la tienda de música directo al salón de clases. Caminé sin mirar a nadie y sentí como Luisa me seguía, cerrando la puerta detrás de mí.

Luisa: ¿Te volviste loca?

No contesté, seguí acomodando mis cosas y me preparé para trabajar. Ella se mantuvo de pie, mirándome.

Luisa: Elise, te estoy hablando.

Ya cansada, la miré y la desafié con la mirada.

Elise: ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué cometí el mayor error de mi vida?

Luisa: Para empezar, sí.

Se acercó y me acarició el hombro. Presentí su discurso alentador al instante, me solté de su hombro y traté de salir de esa situación.

Elise: Lamento decepcionarte. Ahora si me disculpas, tengo que trabajar.

Luisa: ¡Ya basta, Elise!

Jamás, en nuestros años de amistad, Luisa me había gritado. Jamás había levantado la voz como en ese momento, me erizó la piel. Me quedé helada de espaldas a ella, para luego girarme a verla, realmente sorprendida.

Luisa: ¿Puedes dejar de actuar de esa manera? Ambas sabemos que eres una llorona sentimental, deja de comportarte como una idiota.

Lo sentí como un balde de agua helada sobre mi rostro. Nunca me habló de esa manera. Fue como si algo me regresara al mundo real y me largué a llorar. Se acercó y me envolvió en sus brazos, dejando que me desahogue. Envuelta en los brazos de mi mejor amiga, sonaba Over and Done de Amaranthe en la radio que habían encendido en la tienda. Me largué a llorar con más fuerza, ya que Francis me había hecho escuchar esa canción y pensar en ella me hacía daño. La extrañaba.

Heartbreakers (Original Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora