Era navidad, llegamos a la casa de mis abuelos una hora antes de la media noche. Saludé a todos y cada uno de mis tíos y tías así como a mis primos. Después del brindis y los abrazos empecé a sentir náuseas, fui rápidamente al baño que por suerte estaba desocupado y me recargué un rato en la pared, me sentía agitada e intenté relajarme un poco. Después de eso no pude evitar vomitar, ésta vez las lágrimas no cayeron y fue muy poco. Le bajé rápidamente y me enjuage la boca con agua y enjuague bucal que había en el mueblecito de baño. Me lavé la cara para no verme tan pálida y volverme a poner polvo. No le diría a mis padres porque insistirían en regresar pronto a casa y era la época del año que más disfrutaban. Estuve unos minutos en el baño para no sentirme agitada y volví a ponerme enjuague.
Al salir me senté entre Gemma y Francis que guardaban mi lugar, nuestra mesa estaba más alejada de todas.
-¿Y qué pasó con tu amiga la embarazada?- le pregunté a Francis después de darle un sorbo a mi refresco.
-Era lo que me estaba contando- me comentó Gemma.
Creo que las dos son las personas más chismosas que conozco. En serio. Una vez, en mi escuela, a una chica de mi clase llamada Laura le bajó, estábamos en un examen y ella se paró a entregar su prueba y tenía toda la falda manchada atrás. Y en su banca quedó sangre también. Nadie dijo nada. Su mejor amiga se apresuró a entregar el examen y le ayudó. Y como era de esperar, toda la escuela se enteró. Incluso mis primas que van en escuelas distintas. No dejaron de comentarlo en la reunión familiar siguiente del evento y me sentí incomoda. Además mencionaban numerosos rumores de qué hizo durante y después del accidente que ni siquiera yo había escuchado. Podía imaginar la cantidad de personas que estuvieron hablando de eso y la cantidad de lágrimas que ella dejó caer.
-Ya le dijo a sus papás- dijo y pausó, Gemma y yo le hicimos un gesto para que continuara- ...y le dijeron que no la querían en la casa, creo que estarán en la casa de él, pero está muy triste. Además no sabe que hacer con la escuela.
-Oh si me imagino- dijo Gemma con cara pensativa.
-Qué difícil- dije suspirando.
Nos quedamos un momento en silencio. Cada una en sus pensamientos.
-En fin, ¿cómo les ha ido en vacaciones?- dijo Francis rompiendo el silencio. Su tono repentinamente alegre me sobresaltó un poco.
-Bien- respondí.
-Si yo estoy igual, todo tranquilo- agregó Gemma.
Francis estaba apunto de hablar cuando comenzó a sonar mi teléfono, era Shawn.
-Esperen, ahorita vuelvo- dije levantándome y dirigiéndome al pasillo del patio que estaba solo.
-¿Hola?- dijo Shawn al descolgar.
-Hola- contesté
-¡Feliz Navidad!- dijo con tono alegre.
-Feliz Navidad, ¿cómo te la estás pasando?
-Bien, apenas cenaremos, ¿cómo te va allá?
-Oh, muy bien. Nosotros estamos en eso,- dijo y escuché su risa- vinieron unas tías de Brazil que no conocía, es muy gracioso su acento.
-Que bueno Shawn, espero que te la pases increíble.
-Muchas gracias, igual tú. ¿Adivina qué?
-¿Qué?- contesté con el mismo tono que él hizo la pregunta.
-Nos regresaremos mañana, lo más seguro es que lleguemos a las 5 de la tarde. ¿Nos vemos?
-Por supuesto que sí, que bueno- dije con un tono más alegre del que esperaba.
-Sí, ¿qué cenarás?
-Al parecer es pavo ¿y tú?
-Es lomo.
-Oh que rico.
-Mía ya me tengo que ir- dijo y lo imaginé haciendo un puchero.
-Adiós, nos vemos al rato- contesté al percatarme de que ya eran más de las 12.
-Adiós.
Dijo y colgué. Aveces tardábamos horas hablando por teléfono, era lindo porque sentía como si nos transportáramos y estuviéramos en el mismo lugar. Siempre hablábamos si teníamos un día sin vernos, los fines de semana no nos solíamos ver tanto porque estábamos con la familia pero aún así nos enviábamos textos o "casualmente" nos veíamos en la tienda.
Regresé con toda la familia y ya estaban sirviendo la cena. Mis demás primos empezaron a rodear la mesa, eran 8 hombres y de mujeres sólo éramos 3. Todos eran distintos. Había unos gemelos: Dylan y Tyler, ambos eran demasiado entusiastas y nerds de 15 años; después estaba Ethan el "popular" junto con Finn, ambos tenían 17 años y mis tíos coincidieron en meterlos en la misma preparatoria así que juntos eran grandes. Ethan conocía a Shawn de la primaria, y en una fiesta Finn también lo conoció. Después Gale, él tenía un poco de los dos, era muy guapo pero además era inteligente, varias veces mis amigas preguntaban por él pero le ganaba la timidez aunque tenía 18 años. Y quedan los últimos 3: Mike, Charlie y Brian; los tres tienen 10 años y son adictos a los videojuegos, por lo cual se encontraban sentados enfrente de nosotras, cada uno con sus nintendo pegado a las narices.
La cena estuvo llena de risas y cantos, después de unas horas mis tíos empezaron a pasarse de copas, entonces mis papás decidieron ir a la casa. Ya eran las 4:30 am.El día siguiente nos levantamos tarde, ésta vez no hubo recalentado porque toda la familia haría un viaje familiar aprovechando que no había gente por la fecha. Nosotros no habíamos ido porque ya habíamos visitado ese lugar.
Eran las 2 de la tarde y aun no habíamos comido nada, se me estaba antojando muchísimo el chocolate así que en lo que mi mamá preparaba la comida, tomé un pedacito de la barra que había. Al terminarlo, quería más, entonces tomé otro pedacito. Así ocurrió hasta que me terminé el chocolate entero.
-Ay Mía- suspiró mi mamá- después de tanto chocolate ya no querrás comer. ¿O acaso sigues con hambre?
La verdad aún tenía muchísima hambre, y cuando dijo eso yo ya estaba en la alacena apunto de agarrar una galleta del bote.
-¿Ya casi está? Muero de hambre.
-Si me imagino hija, ayer apenas y tocaste tu plato.
Después de unos minutos y dos galletas ya estaba listo. Terminé rápidamente todo y volví a servirme.
-Vaya, si que tenías hambre. ¿No quieres más?- preguntó mi mamá apunto de levantarse.
-No no, así está bien- respondí y me levanté. Estaba muy llena.
Fui a mi cuarto y me recosté, me sentía agotada de subir las escaleras. Sin darme cuenta, me quedé dormida y al levantarme eran las 5:30. Cuando aún estaba medio dormida y medio despierta, alguien abrió la puerta.
-Buenos días princesa- dijo una voz y a los segundos me percaté que era Shawn. Se sentó a un lado en la cama y apoyé mi cabeza en él.
-Hola- dije al poder abrir más los ojos- ¿qué haces aquí?
-Llegué hace 20 minutos, dejé mi maleta y vine a tu casa. Tus papás me dijeron que estabas dormida y que podía subir, a ver si lograba despertarte- dijo y sonrío, estaba acariciando mi cabello- ¿Te sientes mal? Te veo cansada.
-Seguramente fue la desvelada, no te preocupes- contesté e intenté levantarme de un brinco con todas las ganas, aunque sólo logré sentarme- ¿salimos?
-¿A dónde?
-Aquí afuerita- contesté en lo que tomaba una chamarra del clóset.
Fuimos al área verde que estaba enfrente de su casa, nos sentamos en el pasto y platicamos sobre cómo estuvo la velada de anoche. Al parecer Shawn disfrutaba mucho estar con su familia porque todos estaban en diferentes partes del país, incluso algunos en el extranjero y sólo en Navidad se reunían todos de nuevo.
-¿Y cómo te sentiste ayer?- preguntó.
-Pues... Bien- respondí con la mirada clavada al suelo. Shawn se me quedó viendo con curiosidad- vomité de nuevo.
-Mía, ¿Segura que estás bien?
-Sí. Bueno, por hoy no he vomitado entonces supongo que ya estoy mejor.
-Eso espero, si te sigues sintiendo mal ve al medico, ¿sí? Y si tus papás no están yo te acompaño.
-Claro, gracias Shawn.
Empezó a anochecer, Shawn fue a su casa porque se sentía muy cansado del viaje. Yo volví y vimos una película con mis padres. Antes solíamos estar todo el tiempo juntos, después "inició la adolescencia", empecé a salir más con Harley, me hice novia de Shawn, comenzaron las fiestas el fin de semana y, entre semana las interminables tareas. Era muy bueno estar juntos.
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Sixteen and pregnant. Shawn Mendes
FanfictionAveces la vida puede cambiar en un instante. Una mirada, una sonrisa, una caricia... Y cuando menos esperas, tienes a un pequeño angelito dentro de ti y miles de problemas que afrontar antes de que se cumplan los 9 meses. Todo será diferente ahora...