Capítulo 6.

5.8K 233 14
                                    

Era viernes 26, día de fiesta. Mark, un chico de la escuela cuyos padres son ricos y su casa enorme, hacía una fiesta a la mitad de la semana, entre navidad y año nuevo. Cada año la organizaba, pero ésta sería la primera vez que iría, el año pasado también me invitaron pero salí de vacaciones.
Shawn pasaría por mi a las 9, faltaba una hora y aun no sabia que ponerme. Tenía el cabello lacio completamente, lo que me ahorraba muchísimo tiempo en todo, pero todo ese tiempo lo utilizaba en vestirme. Soy de esas chicas que se ponen mínimo 3 cosas y después ven cuál es mejor.
Recibí un mensaje de texto de Shawn "Ya voy para allá?". "10 minutos" contesté.
Tomé unos legings negros, una blusa clara corta y un suéter largo abierto. Junto con unas botitas café y una bolsa del mismo color. Escuché el timbre, me puse perfume y bajé rápidamente.
-Mamá, papá. Ya me voy- grité por las escaleras.
-Está bien- contestaron con el mismo tono de voz.
Abrí la puerta y vi a Shawn, le di un beso en la mejilla y cerré la puerta. La casa de Mark estaba un poco lejos, entonces estuvimos todo el camino cantando el cd de Ed Sheeran, algunas canciones quedaban con el paisaje: árboles, frío, noche... Al llegar a la casa ya había autos estacionados entonces nos tocó a una cuadra.
-Hola- nos dijo Taylor, una compañera de clase, al entrar.
-Hola- contestamos al unísono.
-Hola- saludó Anthony al adentrarnos más en el patio de la casa.
Ahí había personas fumando, y las que no, estaban con su pareja, agarrándose de forma exagerada junto a los arbustos o en las banquitas que había del lado derecho, donde apenas se distinguían los cuerpos de los árboles.
-Deberíamos ir ahí- le dije a Shawn señalando con la cabeza hacia los arbustos.
Él volteó y se dio cuenta que no solo había árboles.
-No puedo esperar- dijo y después empezamos a reír.
Nosotros no éramos de esos que iban a fiestas y entraban a una habitación a hacerlo, éramos más... Reservados. No porque nos limitáramos a los besos, sino porque éramos discretos. Aunque algunas veces no pudiéramos aguardar, íbamos a lugares más privados que al pasto junto a la pajarera, como otros solían hacer. Y no era exactamente a tener sexo, más bien nos besábamos, decíamos cosas cursis o juguetonas y preferíamos dejarlo así.
En el camino varias personas nos intercambiaban un "hola", "¿qué tal?", "qué bueno que vinieron". Aveces era a Shawn, en ocasiones a mí, pero la mayoría de las veces nos saludaban a ambos. Así fue hasta llegar a la sala, donde por suerte había lugar. Saludé a Harley de lejos y se acercó con un chico, nunca lo había visto antes... A menos que fuera el primo que vino de vacaciones que me comentó. Ellos se sentaron a un lado mío, después de los saludos y de las típicas preguntas "¿qué hiciste en Navidad?" Shawn intervino.
-Mía, ¿quieres algo de tomar?
-Una coca cola por favor.
-Sí, ¿ustedes quieren algo?- preguntó Shawn a Harley y al chico, el cual no se había presentado ni había hablado todo este rato.
-No, así estamos bien- contestó.
Después le hice una seña a Harley para que dijera quien era el chico, ella reaccionó, como si apenas se acordara que estaba allí.
-Mía, él es Rick. Es mi primo.
¡Touché! Ya era raro que no hiciera hablar a un chico.
-Hola- le dije en cuanto volteó, un poco despistado.
-Hola- contestó, se veía feliz, pero por lo que parece era muy callado.
Shawn llegó con dos coca colas, antes tomaba cerveza, pero desde que le dieron su permiso de conducir, se lo toma muy en serio. Me parece lindo de su parte, no sé si cuando él viene sólo a las fiestas, si yo no quiero o puedo, toma. Algunas veces, cuando estoy en mis días y tengo un humor de perros por los cólicos y hay fiesta, él se queda conmigo en casa, vemos una película, me prepara un té y nos cobijamos, creo que es de los momentos que más me gustan pasar con él, aunque no hablemos, con el simple hecho de estar juntos basta.
-Hey chicos, ¿no quieren ir al patio trasero a bailar? Hay una pista y ya llegó el dj- dijo Mark gritando desde el pasillo hacia a nosotros, los que estaban alrededor salían rápidamente al pasillo y se encaminaban al patio.
-Ahorita, gracias- respondió Shawn.
Harley tomó a su primo de la muñeca y se paró, él pareció incomodo al principio. "Para eso te traje" dijo ella por lo que alcancé a escuchar. Él asintió y se fueron, así como todos los que también estaban en la sala, parecía como si la fiesta apenas iniciara. Poco a poco la casa quedó sola.
-¿No quieres bailar?- preguntó Shawn.
-Al rato- le dije y sonreí.
Me acerqué a él y lo besé.
-Ven- le dije, tomando su mano y caminando hacia las escaleras.
Había varios cuartos, sabia que el del fondo era para la visita porque un día vine a hacer un trabajo en equipo a casa de Mark y nos dió un mini "tour" aunque era mas presunción que nada.
Abrí la puerta y me aseguré de que no hubiera nadie dentro, incluso debajo de la cama y en el clóset, después jalé a Shawn para que entrara a la habitación y cerré la puerta con seguro.
-¿Qué haces Mía?- preguntó Shawn riendo.
Me acerqué, él tomó mi cara y acaricio mis pómulos. Ésta vez no quería que todo fuera cursi, entonces lo tomé del cuello y lo besé en un movimiento un poco brusco. Él rió y yo le sonreí como modo de respuesta. Shawn me tomo de las caderas, cargándome sin despejar sus labios de los míos.
Él me recargó en la pequeña mesita que había y en un movimiento rápido me quitó la blusa y el se sacó su playera. Me abalancé en él y caímos en la cama. Nuestros besos cobraron mayor intensidad. Pero todo quedó ahí. Besos.
Al bajar las escaleras ya había muchos tirados en el sillón, salimos al patio y estuvimos al lado de la pista tomando refresco. Había muchos chicos fumando a nuestro alrededor y recibía todas las bocanadas de humo. Empecé a marearme demasiado.
-Shawn, Shawn- dije cerrando los ojos, dejándome llevar por el olor pero teniendo en cuanta que me sentía mal.
-¿Mía estas bien? Te veo demasiado pálida.
-El... El cigarro- dije, mis piernas empezaron a desvanecerse y rápidamente me tomó en sus brazos y me llevó al baño.
Estando ahí, no sabia si estaba mareada de desmayo o de vomitar, pero no tardé en averiguarlo ya que, estando sentada cerca de la taza, empece a toser y salió todo lo que había tomado y comido durante la tarde y noche.
Después de eso, sabía que Shawn me hablaba, pero no entendía lo que decía.

Desperté en la parte trasera del carro, seguíamos cerca de la casa de Mark y Shawn estaba observándome.
-¿Te sientes mejor?- preguntó preocupado.
-¿Qué pasó?
-Bueno, te mareaste con el cigarro, vomitaste y te desmayaste momentáneamente. ¿Quieres ir al doctor? Podemos llamar a alguien.
-¿Cómo? ¿me maree con el cigarro?- pregunté extrañada.
-No sólo era cigarro, había mariguana y otras drogas, es normal que te hayas mareado, aparte estas sensible -dijo, intentando tranquilízame.
-Está bien, ¿me llevas a casa?- pregunté, me sentía tan agotada, como si hubiera corrido un maratón.
-Claro que sí- respondió, cerró la puerta y se metió en la parte de conductor.
-Mañana vamos al medico ¿vale?- preguntó al arrancar.
-Si- contesté adormilada.

----------------------------------------------
Hola chicas, ¿les está gustando la novela?
Quisiera saber qué piensan sobre la historia, dejen comentarios si quieren que la siga<3

Sixteen and pregnant. Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora