Inseguridad - Christopher Vélez

12.

— ¿Que haces aquí? ¿Por qué me seguiste?- dice quitándose los audífonos.

— me dió curiosidad saber porque no entrarías a clases- me encojo de hombros.

— - suspira-. Deberías irte- sube sus rodillas y enrolla sus brazos en ellas mientras mira el suelo.

—¿Todo bien?

— ¿Te importa?

—por algo te estoy preguntando.

— -me mira por unos segundos pero luego la aparta-. Nada está bien conmigo.

— ¿Por qué lo dices?- frunzo el ceño.

— ¿Acaso no lo ves?- se levanta del suelo y me da la espalda.

—¿Que se supone que tengo que ver?-

—esto-se da la vuelta y se apunta-. Soy un asco, una bolsa llena de grasa. Todos los de allá afuera tienen razón. Solo mírame- sus ojos se cristalizan y no tarda en romper en llanto.

— no-me acerco a ella y la abrazo-. Tú no eres nada de lo que los imbéciles de afuera dicen.

Sé que hasta antes del fin de semana nunca cruzamos más de dos palabras, pero en la cena de sábado pude darme cuenta que Tn tiene problemas con su cuerpo, y ahora lo pude confirmar. Y no la culpo, la sociedad es una mierda. Todos creen tener el derecho de juzgar y hablar de los demás, cuando en realidad no saben absolutamente nada.

—no te diré que no te tiene que afectar lo que todos dicen porque se lo que duele que hablen de ti como si te conocieran...pero ¿No crees que es mejor que aprendas a quererte tal y como eres?

—-niega-. Nunca podría hacerlo. ¿Por qué me querría yo si nunca nadie lo ha hecho tampoco.

— nunca digas nunca. Y respecto a lo otro, tienes mucha gente que te quiere, tu familia te quiere...mi hermano te quiere. Y no voy a dejar que sigas cayéndote, te ayudaré a levantarte y cuando lo hagas, reconocerás lo hermosa que eres desde siempre.