1. Una Carta

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Ring, ring...

El sonido del maldito despertador consigue despertarme.

Me levanto con un poco de desgana y lo primero que hago es dirigirme al cuarto de Maddie, para asegurarme de que sigue dormida, pero no es así, se encuentra de pie, agarrada a la barandilla de la cuna y observandome.

- Señorita, no debería estar haciendo eso - digo mientras me acerco a ella para sacarla de la cuna y sostenerla en mis brazos.

Normalmente cuando la dejo con mamá sigue dormida, pero al parecer hoy no tiene sueño.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina.

Preparo la papilla de Maddie mientras ella juega en su cuna.

Hace dos años ni siquiera imaginaba lo que sería tener un bebé y ahora no imagino mi vida sin ella. Hace 15 meses Maddie llegó a mi vida y se ha convertido en lo más importante.

Sinceramente, creo que estoy en la mejor fase de mi vida, he madurado, tengo una hija preciosa, un apartamento para nosotras solas en un buen barrio y un trabajo que me apasiona

Así es, soy policía.

Ahora mismo me encuentro en patrullas, pero hace un mes envié mi solicitud para formar parte del departamento de homicidios y aun espero mi respuesta, se que es muy difícil que me cojan, debido a mi poca experiencia laboral, pero había que intentarlo.

Tomo mi café y preparo a Maddie para desayunar.

Comienzo a darle de comer utilizando todo tipo de métodos y tácticas para que abra la boca, pero aún así se me hace difícil

- Vamos Cielo, abre la boca o mamá llegará tarde al trabajo - digo suavemente - Allá va el avión - digo moviendo la cuchara y ella abre la boca, acabando así con la última cucharada - Así me gusta - digo y dejo un beso en su mejilla.

A pesar de tener 15 meses, Maddie hace apenas cuarenta días que empezó a caminar, o al menos a intentarlo y eso, literalmente, me va a volver loca.

He tenido que esconder o cambiar de lugar cualquier cosa frágil o con la que pueda hacerse daño y por no mencionar como se me encoje el corazón cuando la veo cerca de algo con lo que pueda golpearse.

Miró el reloj y veo que son las siete.

Mierda, mi turno empieza a las 8 y ni siquiera me he duchado todavía.

Cojo a Maddie y la vuelvo a poner en la cuna, al menos se que ahí no se hará daño.

Entro al baño y me ducho lo más rápido que puedo, para después salir envuelta en una toalla y vestirme con lo primero que pillo, unos shorts de mezclilla y una camiseta negra de tirantes, me pongo mis converse y salgo, preparo la bolsa con las cosas de Maddie y mi bolsa para ir a trabajar.

Me cuelgo ambas bolsas en el mismo hombro y me dirijo al parque para coger a Maddie y salir del apartamento lo mas rápido que puedo.

Subo al ascensor y pulso el botón del garaje

Supongo que os estaréis preguntando que coño hago en el ascensor.

Pues resulta que aunque no haya conseguido superar mi fobia del todo, subir a un ascensor ya no supone ningun tipo de problema para mi.

Al llegar al garaje camino hacia mi Audi Q3 blanco - cortesía de Derek - y subo a Maddie en su asiento, después de abrocharle bien el cinturón y cargar las bolsas en el maletero, subo al asiento del conductor y arranco.

Unos minutos más tarde llegamos a la que fue mi casa hasta hace poco.

Yo cojo a Maddie y su bolsa y camino hacia la puerta de casa, después de llamar al timbre, mamá abre la puerta y una sonrisa se forma en sus labios al ver a Maddie

- Hola mi niña - le dice y me la quita de los brazos

- Hola a ti también mamá - digo y ella rueda los ojos

- Hola cielo, ¿Qué tal has dormido? - dice

- Genial, me apetece muchísimo hablar contigo mamá, pero llego tarde - digo y le entrego la bolsa con las cosas de Maddie - Aquí esta todo, si necesitas algo solo llámame

- Esta bien, ve con cuidado - dice y yo asiento

- Lo Haré, te quiero - digo y le dejo un beso en la mejilla para volver al coche a toda prisa, y conducir hacia la comisaría.

En unos 15 minutos ya estoy frente a la puerta, y aún quedan diez minutos para que empiece mi turno, pero antes debo cambiarme y ponerme el uniforme, así que me dirijo a los vestuarios y una vez me he cambiado y peinado adecuadamente - es decir, con el pelo recogido en un moño bajo - salgo y me dirijo a la sala de reuniones para escuchar el itinerario de hoy.

Cuando llego ya han llegado casi todos y yo camino hacia un asiento al lado de Chase, mi compañero.

Es un tipo de 55 años que lleva siendo mi mentor desde que entre en el cuerpo, sinceramente es un hombre increíble, y a pesar de estar a las puertas de la jubilación, está increíblemente ágil y en forma.

- Buenos días - digo

- Buenos días, ¿Qué tal todo? - responde

- Bien, ¿Y tu? ¿Qué tal?

- Genial, ¿Como está Maddie?

- Agotadora - respondo y él ríe un poco

- Es normal, recuerdo cuando Teddy comenzó a caminar, era demasiado travieso - dice y yo río, Teddy es su hijo menor, es un par de años mayor que yo, y además está como un queso, Chase a intentado varias veces emparejarnos, pero la cosa no a pasado de un lío sin compromiso alguno.

Somos... Amigos con derecho, por llamarlo de algún modo.

Justo cuando voy a contestarle el capitán entra en la sala y comienza a asignarnos las zonas que debemos patrullar.

- Esta bien, podéis iros - dice al acabar y todos nos levantamos para empezar nuestra jornada - Un momento Roberts - me llama y yo me detengo

- ¿Si, Capitan? - Digo y él saca una carta de una de sus carpetas.

- Ha llegado una carta para ti, del departamento de homicidios - dice y yo abro los ojos como platos

El capitán me entrega la carta y yo comienzo a abrirla con las manos algo temblorosas, debido a los nervios.

Comienzo a leer, pero me detengo justo cuando llego a la parte que me interesa.

'' Le informamos de que su solicitud ha sido aprobada y sería un placer que formara parte de nuestro departamento "

Al leer eso mi corazón se detiene por unos segundo.

¿Me han aceptado? ¿Cómo?

- Me... Me han aceptado - tartamudeo

- Así es - responde el capitán

- Pero si era practimente imposible - digo y él se encoge de hombros

- A veces la experiencia no lo es todo - responde y yo sonrío ampliamente, para acto seguido abrazarlo

Al darme cuenta de lo que estoy haciendo me separó rápidamente

- Lo siento - digo

- Disfruta de tu último día aquí, Roberts - dice y yo asiento, aún con una sonrisa en los labios.

Salgo de la comisaría y camino hacia el coche patrulla, donde ya me espera Chase.

- No te lo vas a creer - digo cuando subo al coche.

- Sorprendeme

- Me han aceptado en homicidios - digo emocionada y él sonríe.

- Eso es genial - dice y me abraza

- Hoy es mi último día aquí, y no tienes idea de lo mucho que te voy a echar de menos - digo y él ríe un poco

- Yo también echaré de menos a mi mejor novata - dice y yo sonrío

- Bueno, disfrutemos nuestro último día juntos comiendonos una hamburguesa en el McDonalds.

- Me parece una idea increíble - dice y arranca el coche para empezar nuestro turno.

***

Maddie en multimedia

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