17. Extasis

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Doy vuelta por mi habitación.

No puedo dormir, no puedo pensar...

El hecho de que Lukas pueda contarle todo a la jefa me pone los pelos de punta y me altera, me altera la idea de estar desperdiciando la oportunidad de cumplir mi sueño.

Llevo queriendo ser esto toda mi vida, y solo pensar en que puedo perderlo por una mala decisión...

¿Por qué iba a ser una mala decisión?

Pues porque Eric no merece todo esto, es más, quizá Lukas tenía razón.

Eso es extraño, hace un par de horas tenías muy claro que habías hecho lo correcto, ¿vas a dejar que las palabras de Lukas te afecten?

Lukas solo quiere ayudarme

O quizá solo hablan sus celos y su masculinidad, cree que con Eric aquí tiene menos posibilidades contigo

No, eso no es así

Solo haz lo que te diga el corazón

Deje de escuchar al corazón hace tiempo

Es extraño que la conciencia te diga que sigas al corazón

No, lo estraño es que no discutamos

Eso es porque una parte de ti sabe que estoy en lo cierto

Si, tal vez tengas razón...

El sonido del timbre retumba por todo el apartamento.

Cojo mi móvil y miro la hora.

Las once de la noche.

Salgo de mi cuarto y ni siquiera me molesto en encender las luces, ya que las ventanas dejan pasar la tenue luz de luna, y eso es suficiente para iluminar la sala de estar.

Me acerco a la puerta y antes de cometer el mismo error que cometí anteriormente miro a través de la mirilla.

La figura de Teddy se encuentra al otro lado de la puerta, pienso no abrir, pero creo que es hora de acabar con esto.

Abro la puerta y me hago a un lado para que pueda entrar

- Te dije que no vinieras - digo y él se encoje de hombros

- También dijiste que no había un nosotros, y no estoy de acuerdo - dice y yo frunzo el ceño

- Teddy, desde el principio te deje bien claro lo que buscaba

- Pero nunca preguntaste lo que buscaba yo - dice

- ¿De qué coño hablas? Tu estabas de acuerdo - digo perdiendo un poco la paciencia, aunque él parece estar muy tranquilo

- Jessica, vamos a hablar las cosas, pero tenemos un asunto pendiente - dice mientras da unos pasos hacia mi, yo retrocedo hasta chocar la espalda con la pared.

Quedó atrapada entre su cuerpo y la pared, cosa que no es nada agradable en este momento.

Él retira un mechon de pelo de mi cara y lo coloca detrás de mi oreja, yo me quedo quieta, observandolo.

Su dedo baja lentamente por mi cuello y al llegar a mi hombro agarra el tirante de mi camisón y lo baja, para después continuar pasando su dedo por mi brazo

- Teddy, apartate - digo intentando sonar calmada, aunque todo en mi interior me exige que le pegue una patada en su zona baja y corra a por mi arma

- ¿Por qué haría eso? - dice manteniendo un tono de voz bastante sereno.

- Porque no quiero hacerte daño - digo y él suelta una carcajada

¿Crees que te necesito?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora