Capítulo 2: Los niños

542 62 21
                                    

El cielo era claro, casi despejado y la verdad es que los rayos del sol brindaban vitalidad hasta al asfalto; las hojas de los árboles se hacían aún más verdes y brillantes. Lo único que faltaba para una atmósfera tan tranquila como esta era el canto de los pajarillos de la zona, sin embargo ya era tarde para que salieran a cantar. 

—Tengo una idea — dije poniéndome de pie —, ¿tienes algo que hacer hoy?

—N–no... bueno sí, pero... no. — Respondió y no pude evitar reír.

—¿Qué se supone que significa eso? — Le extendí una mano para ayudarlo a levantarse del columpio.

—Nada importante. — Tomó mi mano.

—¡Bien! ¡Andando! — Empecé a caminar esperando a que Tommy me siguiera. — Me acompañarás a hacer la compra. — Brillante idea para compenetrar, eh. Reí en mis adentros. Nunca dije que fuera una idea increíble y la más maravillosa de todas. La verdad era que no se me ocurría otra cosa más, es por lo que había salido de casa y no iba a volver con las manos vacías. Luego podría llevarlo a comer, sí, eso haría.

—¿La compra? — Preguntó confundido.

—Así es.

Sin nada más que objetar siguió caminando detrás mío, eso no era bueno, no ayudaba a lograr mi cometido. ¿Sería porque caminaba muy rápido? Bajé la velocidad de mi andar y esperé a que él se colocara a mi lado pero no parecía haberlo captado, seguía estando detrás de mí. No tuve más opción que hacerlo yo. Me miró y le sonreí.

—Esto... cuéntame más de ti. Dime, ¿qué estudiaste? — Pregunté con gran curiosidad. Tommy tenía la apariencia de un artista, de alguien creativo, todavía no me había dado su respuesta, pero ya estaba esperando escuchar algo como artes plásticas, comunicación, fotografía o incluso cine. Eso sonaba muy divertido y genial para mí. Pero, precisamente por tener esas ideas en mente fue que no esperaba para nada lo que me respondió.

—Administración de empresas.

—¡¿Ehh?! Parece que me equivoqué. — Él me vio sin entender lo que decía. — Nada, olvídalo — reí —, y ¿qué tal? ¿Te gusta tu carrera? ¿Es apasionante? — La curiosidad era ahora aún mayor puesto que había roto esa expectación de antes. Además, no conocía a personas ajenas a mi carrera y siempre era emocionante saber a qué diferentes situaciones se enfrentaban otros.

—Bueno... tiene sus puntos interesantes. Mi materia favorita era la de marketing. — Comentó mientras con su pie pateaba una piedra que estaba en el camino, lo cual me hizo recordar un pequeño fragmento del extraño sueño de hoy, sí que había sido extraño, aunque no recordaba todo a detalle. Por otra parte Tommy seguía pensando en cómo continuar con su respuesta. — No creo que sea lo mío — soltó —, en realidad... no sé qué es lo mío. No soy capaz de destacar en nada de lo que hago. — Escuchar esas palabras me había dejado un poco, cómo decirlo, ¿descolocado? Suele ser normal que uno nunca tenga claro qué hacer de su vida, qué estudiar, cómo ganarse la vida, pero... ah, demonios, es realmente difícil. Tiene que depender de la persona, así es como es, pero no quiero juzgarlo, mucho menos culparlo ni nada que se le acerque, estaría cometiendo el mismo error de años atrás. — Soy demasiado promedio — terminó con tono triste.

—¿Y qué tiene eso de malo? — Pregunté serio y su cara era de gran desconcierto. — Ya sé, hay muchas personas que tratan de motivarte diciendo que debes tener éxito en esta vida, que debes dejar un legado, pero tal vez, lo que nadie te ha dicho es que... no es imprescindible para ser feliz. De hecho, ¿te has preguntado a ti mismo si eso te dará felicidad? Dime. — Dije justo cuando llegamos a la parada y ya podía visualizar el autobús correcto. — Para cada uno la felicidad representa algo totalmente diferente a la del otro.

Polaris [Mii2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora