Polaris [Mii2]

Capítulo 12: Los celos se arreglan con un beso

—Dame tu mano. — Ordenó con sus ojos tan risueños como siempre. Yo se la dí sin chistar. — Aprendí esto ayer. — Le dio la vuelta, dejando mi palma descubierta.

—¿Leer la mano ahora es una asignatura en la universidad? — Bromeé al predecir lo que haría.

—No — negó divertido —, pero sería divertido. — Reí. — Una amiga de Poppy nos leyó la mano a todos. Es divertido, ya verás. — Acarició la palma de mi mano una y otra vez, remarcando las líneas que habían en ella.

—Hace cosquillas. — Retiré la mano mientras me reía.

—Perdón. Estoy tratando de recordar cómo se hacia esta cosa. — Volvió a sujetar mi mano, le dio la vuelta y volvió a intentarlo. — Oh — Exclamó sorprendido, haciendo una "o" perfecta con su boca. — Esto me dice que el amor de tu vida es alguien atractivo, deslumbrante y más joven que tú... — Me miró a los ojos y supe entonces que saldría con una de las suyas. — ¿Estará hablando de mí?

—Ay, por favor. — Reí tratando de ocultar mi timidez. — Es obvio que estás mintiendo. — Jimmy se echó a reír muy fuerte. — Es imposible que una línea te diga cosas tan específicas.

—Vale, vale, lo admito. Pero... podría ser, ¿no? — Negué con la cabeza.

No sé qué tan correcto sea que Jimmy haga bromas de ese tipo, me agrada pero al mismo tiempo me desconcierta. Me divierto lo más que puedo pero no estoy acostumbrado a que jueguen de esa manera con los latidos de mi corazón como él lo hace. Es agotador. Es agotador pero encantador. No quiero volver a moldear mis sentimientos y terminar en el limbo. Y esque Jimmy es un seductor nato, eso es lo que más me preocupa, sobretodo porque no dejo de hacerme la misma pregunta desde hace unis días: ¿por qué yo? No lo veo bromear así con Poppy o Boom.

Me había distraído tanto dentro de mis propios pensamientos que no me di cuenta que Jimmy seguía intentando leer la palma de mi mano. —¿He acertado? — Fue lo único que alcancé a escuchar.

—Eh... c–creo que sí.

—Por supuesto. — Sonrió risueño.

No sabía ni siquiera de lo que estábamos hablando pero tuve que fingir que sí. Así no descubriría que había estado perdido no solo en mi cabeza, si no en la mirada tan dedicada y cariñosa que tenía puesta sobre mi mano también.

—Chicos, no sé si olvidaron que yo también estoy aquí. — Habló Zee por detrás de ambos.

—P', si no caminas rápido es lógico que te dejaremos atrás.

—He estado aquí todo el tiempo — reclamó —, mientras ustedes dos se dedicaban a coquetearse y a darse las manos.

¡Lo sabía! Esto no era normal. Dirigí la vista a mi mano y todavía estaba siendo sujetada por las de Jimmy. Me puse nervioso así que la liberé de la forma más suave posible. Jimmy ni se inmutó.

—Ya, ya. — Jimmy le dio unas palmadas en el hombro a Zee. — No te pongas triste, ya encontraras a alguien.

—Por supuesto que sí. ¿No has visto mi rostro? Es perfecto. — Alardeó.

—Creo que el mío es mejor. — Contraatacó Jimmy.

—Que juzgue Tommy. — Ambos voltearon a verme.

—L–los dos son muy... guapos.

—P' — alargó — debes elegir al que es más guapo.

—Obsérvame bien porque hace mucho que no nos vemos. — Zee me amenazó con su dedo índice. — Cada detalle. — Añadió.