Capítulo 20

40 2 0
                                    

Hikari rió por las constantes bromas de su amiga, los últimos meses se la había pasado mejor de lo que imaginó, incluso, en la escuela donde temporalmente se había inscrito, había conseguido ser la número uno oficialmente, y esa noche saldría a un club por vez desde su llegada a Estados Unidos. Sabía que su padre la estaba pasando mal últimamente, peor no sabía cuánto en realidad dado que le había pedido el favor a su mejor amiga, y no cualquiera, sino uno grande, cosa que la había asustado al principio. Su padre no era de ese tipo de personas que pedía favores sin nada a cambio, cosa que se había dedicado a investigar cada que su amiga se pasaba de copas o de latas, sin resultado exitoso, claro.

Ambas habían acordado que, después de sus clases de taller obligatorio, se dedicarían a ir de compras; Akira le había dejado muy claro, que no debía salir de su salón, que ella la recogería y se irían juntas en su camioneta. Hikaria lo veía ya de manera normal, como en los últimos 8 meses. La primera vez que no la había obedecido, Akira se había enojado tanto que no le había hablado una semana entera, cosa que también era extraña por parte de su amiga.

Pero ya no había problema con ello, las cartas de su padre le habían dado a entender que Akira sólo quería lo mejor para ella, y que desobedecer a alguien que le había dado la oportunidad de hacer realidad uno de sus sueños, era la peor forma de agradecer, así que como cada día laboral o de estudio, esperó a que su amiga llegara a la puerta de su salón, despidiendo a todos sus compañeros que pasaban junto a ella con una sonrisa.

Akira gritó desde lejos y con la fuerza bruta que su pequeño y delgado cuerpo le ofrecía,se abalanzó sobre Hikari en busca de amor. Ambas cayeron al suelo, h entre risas y quejidos se levantaron del suelo. Se miraron un par de segundos y volvieron a echarse a reír, tomaron sus bolsos y caminaron hasta la puerta, seguidas de dos enormes sujetos detrás de ellas.

Pasada la tarde, ambas ya tenían la ropa y el peinado listo; corrían de un lado a otro del departamento en dónde estaban viviendo en busca de un último retoque o algo que completará el look que se habían propuesto.

Con la decisión final, salieron del departamento acompañadas por los guardaespaldas y tomaron rumbo en la camioneta de Akira hacia el club exclusivo que habían encontrado por internet y del que habían hecho reservación desde 1 semana antes.

Bailaron hasta que los tacones no pudieron, y en el caso de Hiakri, hasta que la secuestraron.

Special A [FanFic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora