Special A [FanFic]

Capítulo 15.

[Hikari]

Llegué a casa de Akira, justo como me había pedido.

Eran las 5:30am, después de la plática con Takishima, nos habíamos puesto de acuerdo para un nuevo plan.

Yin definitivamente quería acabar con él y con su padre, y después de leer cada mensaje para lograr descifrar su próximo movimiento, me quedé dormida.
Takishima estaba a mi lado cuando desperté, se veía tan mal y cansado.

Lo dejé bajo las sábanas y me desistí en la idea de darle un beso siquiera en la mejilla.

Salí de casa, y tomé un taxi express, ya que, si tomaba uno normal tardaría el doble en ir a su casa, y no quería llegar ni un minuto después de lo acordado.

Y aquí estaba, frente a su casa.

Me quedé apoyada por un par de minutos hasta que la reja de enfrente, que daba al jardín, se abrió. Una de sus mucamas me recibió e indicó que Akira estaba esperando en su habitación.

Con miedo y nerviosismo subí los montones de escaleras que había para el segundo piso.
No es por ser ignorante, pero, si eran ricos, ¿Porqué no un elevador en vez de escaleras?

Toqué la puerta rosada, en donde colgaba su nombre, y se abrió enseguida, dejando ver a una Megumi somnolienta y con el cabello por primera vez desordenado. Sonrió al verme y me abrió paso hacia Akira, que de no ser porque la conocía, me hubiera imaginado que el esperar en una silla dorada y con terciopelo rojo era demasiado-bastante.

Abrazada a un gato negro, que de quien sabe donde lo sacó, y con una mirada penetrante, me señaló con un movimiento de cabeza que me acercara.

- Akira, ¿qué haces? -Susurré para no perder la esencia de suspenso.-

- ¿Porqué tan tarde, señorita Hanazono? -Se veía, escuchaba y sentía seria. Definitivamente sabía algo.-

- ¿Porqué lo preguntas? Sabes que estaba con Yin, y llegar a tu casa no es broma, está muy lejos.

- ¿Lejos? Oh, creí que verías a Yin, querida, pero después de un par de llamadas las cosas cambiaron. -No le veía lo blanco a sus ojos, se veía tan... aterradora.-

- ¿D-de que hablas?

- De que, según el representante de Yin, él estaba arreglando unos asuntos en Alemania, y, ¡Oh vaya sorpresa! Sí que estaba ahí.

- ¿Mh? No, no. Te mintieron... -Y si ya estaba nerviosa, el escuchar el carraspear de alguien a mis espaldas me puso peor.-

- Hola, Akira.