Insomnio, la amenaza
Jimin dio un respingo.
Abrió los ojos pero la diferencia fue casi nula, la habitación estaba tan oscura que daba igual abrirlos o no.
Sintió unas ganas repentinas de encender la luz, tenía frío a pesar de tener el brazo de Taemin rodeándole el torso y su respiración haciéndole cosquillas en la nuca. Se sentía sofocado, como si el frío mismo lo estuviera ahogando.
Se talló los ojos, intentando acostumbrarse a la oscuridad y para cuando apartó las manos, Jimin sintió un escalofrío recorrerle la columna.
Una figura extraña estaba parada al pie de la cama, portaba un chaleco azul de hospital que dejaba ver sus brazos cubiertos de mordidas, la sangre le caía a borbotones de las cuenca de los ojos y el hueso del pómulo yacía al descubierto. Jimin abrió la boca para gritar y se tapó con las sábanas la cabeza cuando el infectado se lanzó a la cama.
Despertó agitado, tenía la garganta seca y los nervios martillándole a flor de piel, sentía que se le iba a salir el corazón de lo mucho que palpitaba; cuando logró calmarse, escuchó lo que probablemente lo había salvado de que un infectado lo devorara en sus sueños.
Su móvil estaba sonando, el ruido lo obligó a apartar las sabanas de un manotazo sin importarle que Taemin se quejara.
Era el tono de llamada de su madre.
El rubio casi se cayó de la cama al buscar el aparato entre las sabanas, se había dormido con él para estar alerta y ahora irónicamente no lo encontraba; empujó a Taemin y este gruñó sin abrir los ojos pero el celular siquiera estaba bajo de él. El tono de llamada lo estaba volviendo loco, estaba seguro que de dejar pasar uno más, la llamada se perdería y probablemente no podría comunicarse con sus padres después.
Quiso gritar de frustración y cuando estuvo a punto de ponerse a llorar abrazando la almohada, la luz se encendió.
Jungkook caminó hasta él con la camiseta torcida y el cabello enmarañado, se agachó cuando llegó al costado de la cama y sacó de debajo el celular que no dejaba de vibrar.
Su hermano le echó una mirada antes de contestar.
Jimin esperó a que alguien hablara del otro lado de la linea a pesar de querer gritar porque alguien contestara, no obstante, nada se escuchaba.
— ¿Mamá?
Jungkook observó al rubio respirar profundo sin despegar la vista del móvil, nueve... Diez... Once segundos y nada pasaba.
— ¿Mamá estás ahí?
La voz de Jimin se oía débil, como si tuviera miedo de escuchar algo que no debía, o simplemente... Miedo de que nadie respondiera. No quería colgar pero es que habían pasado más de treinta segundos y el aparato seguía sin emitir el mínimo sonido.
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DAMNATION
Mistério / Suspense- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...