- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...
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— ¡Al suelo! — Gritó Hyunsik, desenfundando el revólver que llevaba pendido del pantalón, pero los disparos llegaron incluso antes de que alguien lograse acatar la orden.
El cuerpo de Im YooNa cayó sobre la fogata, por un momento dejándolos a oscuras antes de que las llamas comenzaran a consumir su cuerpo.
Jin se lanzó sobre las niñas que anteriormente habían estado durmiendo en el suelo junto a la fogata y que tras el disparo habían despertado, Jennie gritando cuando el cuerpo cayó de rodillas a su costado.
El oficial comenzó a disparar estando de pie, dando un par de pasos en dirección a la pared para cubrirse, sin embargo, el misterioso enemigo cayó en cuenta rápidamente de que no eran los únicos con armas y de inmediato dirigieron el blanco hacia Hyungsik, obligándolo a tirarse al suelo al igual que los demás.
Con dificultad, el policía se arrastró hasta llegar al muro, al mismo tiempo que en el fondo Yoongi gritaba que todo mundo se pegara a la pared.
Algunos que habían despertado adormilados ahora yacían con los nervios al tope, como Taehyung, a quien le temblaban las manos e incluso había llegado a tropezarse porque las piernas se le habían enredado en las cobijas.
Si de por sí solía ser un poco torpe, ante el miedo se volvía el doble.
Ha-Joon había tenido que sujetado por la chaqueta, empujándolo hacia los demás. E inmediatamente se abrió paso, ignorando a Taemin, quien le pedía un arma con la excusa de poder ser de ayuda. El oficial gritó que se apartaran y acto seguido disparó la escopeta para proteger a Hyungsik y a los demás que yacían todavía tras la fogata.
Por un par de segundos los disparos se detuvieron, y Jisoo aprovechó la oportunidad para alzar la cabeza. Frente a ella, y del otro lado del río de agua negra, alcanzó a divisar un gran número de hombres uniformados armados hasta los dientes.
Lo curioso aquí, fue que aunque lo primero que se le vino a la mente fueron militares, los hombres que disparaban fuego no llevaban el típico traje militar.
Inmediatamente volvió a esconder la cabeza cuando las balas resonaron otra vez, encogiéndose detrás de las mochilas cercanas a la fogata. Jin la miró con pánico desde su posición, tumbado en suelo. Las pequeñas que se aferraban a su pecho apenas le permitían hacer señas con las manos para indicarle a la enfermera que debían correr hacia la pared si no querían terminar como el cadáver que comenzaba a apestar a quemado.
La enfermera se volvió para mirar a los oficiales, la aparición de Ha-Joon había distraído a los hombres, y Yoongi detrás de él aprovechó la oportunidad para acercarse y secundar a Hyungsik, que tras la pared yacía recargando su arma. Si querían resguardarse tras la pared, Jin, ella y las niñas estaban obligados a correr.
— Debemos disparar todos juntos si queremos detenerlos lo suficiente para que los demás se pongan a salvo, gastarán tantas balas que tendrán que recargar pronto — Jadeó Hyunsik, apenas girándose a ver a Yoongi.
