Diecisiete

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El contenedor de basura, como perros tras la carne

El hombro de Yoongi chocó contra la puerta, ardiendo de dolor, sus manos perdieron calor al posarse sobre la fría superficie de metal, colándose de frente a la puerta, al contrario del rubio quien terminó empujando de espaldas

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El hombro de Yoongi chocó contra la puerta, ardiendo de dolor, sus manos perdieron calor al posarse sobre la fría superficie de metal, colándose de frente a la puerta, al contrario del rubio quien terminó empujando de espaldas. Sus piernas ardieron por el esfuerzo, el peso recayendo sobre las desnudas plantas de sus pies.

La cuerda se había reventado y apenas el el crujido les llegó a los oídos, tanto Jimin como el pelinegro corrieron en dirección a la puerta sin siquiera ponerse a pensar en lo doloroso que sería estamparse tan desesperadamente contra ella.

Un par de metros más adelante, Taehyung se encontraba en el suelo, una mueca de dolor en sus facciones y tras sobarse el culo, se apresuró a llegar hasta la puerta y con el palo de golf, golpear toda extremidad que amenazaba con sujetarse del rubio, siendo el más cercano a la abertura en la pared.

Las manos sobresalían por la abertura, pues los chicos no habían llegado a tiempo para mantener la puerta completamente cerrada, el peso de los infectados había sido demasiado, tanto que una que otra cabeza lograba asomarse.

Taehyung golpeó las manos huesudas que se aferraban a la mochila que Jimin portaba; se obligó a no cerrar los ojos mientras golpeaba, la sangre le estaba salpicando los pantalones pero si apartaba la vista, probablemente terminaría dandole a Jimin en vez de a los infectados. En situaciones normales, sería él quien curara huesos rotos, no quien los rompiera.

Cuando las extremidades asomándose fueron menos y Jimin pudo dejar de sentirlas tirando de su ropa, le dedicó una mirada de agradecimiento pero de igual forma cargada de culpabilidad.

Minutos antes, y apenas Taemin había caído en cuenta de que la puerta había cedido, jaló a Taehyung por la camiseta y saltó él en su lugar. Ni siquiera se había detenido un mísero segundo para mirar detrás, saltó sin dudarlo y sin pararse a mirarlo a él.

— ¡Ya te dije que te largues! — Bufó Yoongi, lanzándole una patada sin mucha fuerza a su hermano.

— ¡Y yo ya te dije que ni en sueños te dejo aquí! — Contestó Taehyung, volviendo a su tarea de golpear falanges y cráneos.

— ¿Y yo qué?

— ¿Tú qué de qué? — Jin hizo un puchero, claramente ofendido con la respuesta de Taehyung.

— ¿A mí si me dejarías aquí?

Taehyung no pudo ni responder porque Jimin ya se había echado a reír a un costado de ellos. Tanto Jin como el menor de los Min se sonrojaron y Yoongi se limitó a hacerse el loco, aplicando claramente el "Yo no los conozco."

Jimin carraspeó.

— No soportaremos el peso por mucho tiempo, la puerta mucho menos — Yoongi por fin se dignó a mirarlo, había girado la cabeza, haciéndose el desentendido cuando este rió no porque estuviese molesto, sino porque al igual que los otros, se había sonrojado — Tenemos que bajar ya.

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