Capítulo 14. Tres condiciones

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Álvaro: -observa detalladamente la pulsera con la letra A.

Abril: -mientras tanto trata de no hacer ruido para que Álvaro no la escuche, apoyándose en una de las paredes y respirando muy despacio.

Álvaro: -piensa: si esto es de Abril no puede andar muy lejos, mira hacia alrededor como había hecho anteriormente, pero esta vez se fija en la puerta del baño femenino, la cuál está entornada, por lo que algo le dice que su querida alumna se encuentra ahí y decide acercarse un poco dubitativo, ya que no es muy usual que entre un muchacho en ese lugar y mucho menos un profesor.

Abril: -escucha los pasos cada vez más próximos a ella, así que empieza a ponerse muy nerviosa y a preguntarse que debería hacer o decir cuando la descubra.

Álvaro: -finalmente entra en el servicio, sin tener muy claro que fuera Abril la chica a la que acababa de ver corriendo, y tampoco que la pulsera que se encontraba en sus manos perteneciera a ella, lo que le hacía suponer que todo lo que estaba pasando por su cabeza eran paranoias suyas, ya que ese accesorio podía ser simplemente de cualquier otra muchacha cuyo nombre empezara por la letra A, algo bastante habitual hoy en día.

Pero había una pregunta que no se podía sacar ni un solo segundo de la cabeza: ¿Mi Abril, la chica que me interesa desde el primer momento, es la misma que la Abril que le llama la atención a mi mejor amigo? Rezando porque la verdadera respuesta fuera un rotundo NO.

Abril: -Aprovecha su minuto de reflexión para esconderse rápidamente en uno de los retréteres individuales que hay dentro, cerrando la puerta con mucho cuidado.

Álvaro: -avanza con precaución porque como le pillen entrando en ese sitio se le cae el pelo, y siendo sinceros, lo que no es pelo también, así que no se da cuenta de lo que acaba de hacer su alumna y se encuentra con la mayoría de puertas cerradas, por lo que empieza a abrirlas una a una, fijándose finalmente en que solo le queda la última por mirar.

Abril: -tiene claro que le espera una larga y profunda charla con su profesor en cuanto la vea escondida.

Álvaro: -dispuesto a abrir, con una mano ya puesta en la manivela, cuando de repente escucha como alguien cierra la puerta del edificio en el que se encuentra.

Abril: -se extraña mucho, oyendo como suenan las llaves y poco después los pasos de una persona alejándose.

Álvaro: -se queda un momento paralizado asimilando lo que acaba de escuchar, pero en seguida sale corriendo para averiguar qué ha pasado y si Fran sigue en el aula de Fotografía, percatándose de que las luces de las clases, bueno, de todo el edificio en sí, están apagadas y no funcionan, y que para rematar, no se puede abrir la puerta de entrada y salida.

Abril: -ve que Álvaro está centrado en otro asunto, por lo que sale sigilosamente del baño para descubrir que ocurre y si realmente los han dejado encerrados, algo que sospecha, pero que desea con todas sus fuerzas que no sea así.

Álvaro: -piensa que lo mejor es que le mande un mensaje a Fran para que vuelva y abra la puerta, pero cuando va a echar mano a su teléfono se da cuenta de que no lo tiene en el bolsillo- mierda, ¿y ahora el móvil donde leches está? -dice en voz alta algo estresado, recordando que lo soltó encima de la mesa del aula de Fotografía cuando fue a visitar a su amigo.

Abril: -no sabe dónde meterse, así que se dirige a donde acaba de dar su clase extra escolar, tratando de tener cuidado y de no chocar con nada, al haber muy poca claridad, solo la que entraba por algunas ventanas que se habían quedado abiertas, ya que la mayoría tenían las persianas bajadas.

Enganchada por amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora