[✩] Capítulo 16

1.8K 253 101
                                    

broken hearts

━━━━━━✧✩✧━━━━━━

YeoSang siempre supo que debía mantenerse alejado de las situaciones y personas que le traigan problemas o en su defecto, que lo hagan pasar malos ratos.

Y era su culpa. Algo dentro de él supo desde el principio que Park SeongHwa era esa clase de personas a las cuales debía evitar, pero a pesar de ello, ignoró sus propias advertencias y ahora estaba enfrentando las consecuencias de su negligente descuido.

Sin dudas, lo que más destrozó su corazón no fue el hecho de que SeongHwa y YunHo hubieran casi tenido relaciones sexuales. Le destrozó que Jeong YunHo, su mejor amigo, un chico tan maravilloso, junto a Park SeongHwa, el chico del cual estaba enamorado lo hayan traicionado de esa manera.

Tener un trato para romperle el corazón y lastimarlo porque según esa era la manera más eficiente para “protegerlo” de un mayor dolor, con un dolor incluso peor.

Ni siquiera le importó saltarse sus clases, sólo se fue a su casa. Quería hundirse en la soledad de su habitación y llorar desconsoladamente contra su almohada esponjosa. Pero, al llegar a casa su hermana SeulGi se lo impidió, viendo a su hermanito tan triste, ella lo envolvió en sus brazos y dejó que se desahogara en el sillón de su sala de estar.

—Sangie, ¿Qué tal si vemos esa serie policíaca que nos gusta? Y nos comemos ese helado de galleta del refrigerador... —propone, secando las lágrimas del menor con las mangas de su suéter.

—P-pero ese es tu helado.

—Es tu primer corazón roto, lo necesitas más que yo —puntualiza, peinando un mechón café detrás de la oreja del menor.

—Bien... —sorbe su nariz carmín y a SeulGi se le rompe el corazón por lo triste que está su hermanito.

—Ya vuelvo.

La castaña se levanta del sofá, no sin antes depositar un besito en la coronilla del ojiazul menor. Se dispone a ir a la cocina, pero el timbre suena insistentemente, así que no le queda más opción que ir a ver de quién se trataba. Quiso cerrar la puerta en la cara de ese imbécil apenas lo vió.

—Ugh... —la expresión del rostro de SeulGi se distorsionó en una mueca de enfado—. Te juro que voy a matarte, imbécil. Nunca lo había visto así y créeme que me las pagarás... —amenazó, el rencor siendo una flama en sus orbes azules, un azul menos intenso que el de YeoSang.

—Y-yo n-no... —Park es interrumpido.

—¿Quién es, noona? —inquire una voz débil y ronca, se escucha como sorbe su nariz y se acerca a pasos desganados.

—Es el imbécil, ¿lo mando al demonio o lo harás tú, cariño? —el mote dulce es pronunciado con mucho amor, todo lo contrario al resto de las palabras.

«¿Qué hacía aquí?» se pregunta, pues recuerda haberle aclarado que lo dejara en paz.

—Está bien, yo lo haré.

Sus ojos cielo eran glaciares cuando hicieron contacto visual, una tormenta es lo único que apreciaba en aquellos orbes estrellados que tanto le gustaban. Lucía roto, su rostro pálido, nariz rojiza como cereza y sus párpados hinchados. YeoSang estaba destrozado por sus acciones. Él lo destrozó, tal como hizo con MinGi.

YunHo tuvo razón todo el tiempo: debió alejarse del menor.

—Te odio... —murmuró con rencor, las lágrimas bajaron por sus mofletes en contra de su voluntad.

King Complex | SeongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora