[✩] Capítulo 8

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roller-coaster

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El humor de Park fue decayendo, volviéndose insoportable hasta para sí mismo.

En tan sólo una semana, sin contacto con YeoSang se dió cuenta de que se acostumbró muy rápido a estar cerca de él, sin siquiera darse cuenta de ello. Apego, se había apegado demasiado y la lejanía era absurdamente cruel.

Era complicado, no creía poder llegar a extrañar a una persona de la manera en que lo hacía. Aún menos creyó que lo que más extrañaría serían las pequeñas cosas como: estar cerca de él, observar su cara teñirse en rubor, hablar sobre cualquier trivialidad, sentirse escuchado y un montón más de pequeños detalles que debieron ser siempre irrelevantes pero escalaron a más.

Lo que le enfurecía era que todo había sido culpa suya y por primera vez, la situación no se resolvería si no doblegaba su orgullo y pedía disculpas. En ocasiones, encontraba el sencillo hecho de disculparse, incorrecto, debido a su costumbre de ser siempre el receptor de disculpas y no quien las ofrecía. Pero, la mayoría del tiempo, la sensatez le golpeaba fuerte, haciéndole sentir culpable y sólo quería correr tras el castaño y hacer lo correcto, por lo menos una vez.

—Podrías hacer silencio, de una maldita vez —gruñó entre dientes, su cabeza doliendo por el dolor punzante en ella.

Sufrir de migrañas por el estrés, se estaba tornando cada vez peor.

—Obligame, Park —contraataca el pelirrojo, mirando fijamente a SeongHwa.

«Respira. Sólo respira» se repite.

—Hablo en serio, JongHo-yah. Mi cabeza duele y tu parloteo constante hace que se vuelva más fuerte el dolor —dice el rubio, masajeando su sien, consiguiendo un poco de alivio al hacerlo.

—¿Qué te tiene tan estresado? Tu humor de perro rabioso está por las nubes en estos días —Choi frunció los labios confundido, al observar como en el rostro del mayor se reflejó un atisbo de culpa.

—Nada —corta incómodo.

—No puedes decir “nada” cuando luces totalmente afectado por algo —objeta y Park rueda los ojos, el mocoso tenía razón—. Oh, vamos... Quizás podría ayudarte con tu problema —enfatizó en la última palabra, sonando demasiado tentativa.

Si bien JongHo y él no eran, precisamente, los mejores amigos ya que sus diferencias los hacían tener fuertes confrontaciones, su relación no era tan, tan mala. Un poco de amor-odio. Y si Choi estaba dispuesto a ayudarlo —cosa que necesitaba— aceptaría su ayuda.

—Bien —concedió suspirando.

—¿Qué te pasa entonces? Soy todo oídos, su majestad.

—Dejé a YeoSang plantado hace varios días... No me disculpé... Él está molestó, no me habla ni quiere saber nada de m-mí... —expone vacilante e inseguro, muy impropio del rubio.

—Deberías dejarlo ir... —Park negó varias veces con su cabeza, recibiendo una mirada hastiada de JongHo—. Es por su bien, no es justo que lo uses a tu gusto —justifica y el mayor rascó su nuca impaciente.

—No lo uso... Bueno, sí... No sé, creo que un poco —dudó nervioso.

—Estás mal de la cabeza —suelta honesto y sin rodeos.

—Sé que lo que hago no está bien, pero no puedo dejarlo ir por muy egoísta que sea. Yo sólo quiero enmendar este error —SeongHwa peinó su cabello rubio, tratando de estabilizarse luego de abrirse tanto con alguien.

King Complex | SeongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora