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Eres mi cielo
Y yo soy el tuyo...—Kang YeoSang.
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La mansión Park era, sin dudas, abrumadora en todos los sentidos existentes. Estaba a nada de dar la vuelta y regresar a su casa por la presión. Ni siquiera recordaba haber aceptado la cena con los padres del rubio. Y era culpa de SeongHwa, porque hacía preguntas justo cuando estaba desconcentrado en él.
La estructura frente a él, se podía confundir con el palacio de la realeza. Resultaba tan imponente que gritaba costoso y a YeoSang no le sorprendería si le cobraran por respirar cerca de ella. Pero, si se cuestionó si algún día podría sentirse cómodo visitando ese exuberante lugar, esa clase de vida no encajaba con él y le incomodaba un poco.
Sus ojos azules detallaron con más dedicación, escudriñando cada pequeña particularidad... Sublime, así la definiría. Las veces anteriores que visitó la mansión no tuvo la oportunidad de detenerse y verla. Así que aprovechó para deleitar su vista. Aunque SeongHwa lo estuviera apresurando para entrar.
—La verás más seguido —repite por milésima vez ya bastante harto, halando de la mano del ojiazul.
—Siempre se me olvida lo asquerosamente rico que eres... —comenta, sonriendo por como los rayos naranja del sol ocultándose iluminan el apuesto rostro del rubio.
—Mis padres, no yo —aclara impasible, halando con mayor insistencia la mano— Tus padres también tienen mucho dinero —refuta, bufando al no conseguir que YeoSang se mueva de la entrada.
—Perdieron la mitad de casi todo en el juicio.
—Tienes un punto... De acuerdo, si no vas a moverte tendré que cargarte —se encoge de hombros y amaga con cargar al menor.
—¡No! Entraré, entraré —Kang camina rápido hasta la puerta temiendo que el rubio lo tome en brazos.
La risa de SeongHwa no tarde en escucharse, era adorable. YeoSang siempre era tan lindo en tantos sentidos que —sin importar que sonara egoísta— si fuera por él no lo compartiría nunca con nadie. Esos pensamientos hubieran sido hace meses un conflicto en su mente. ¿Cómo pudo haber sido tan imbécil? Ugh, realmente era detestable en aquel tiempo... Todavía lo era un poco, pero no a tal escala.
Dentro de la mansión, SeongHwa se despojó de su abrigo y casi ríe por segunda vez cuando vió el rostro pálido del ojiazul. Estaba inquieto, hasta podía verlo temblar. No entendía cómo estaba tan asustado, sólo era una típica cena con sus padres.
Claro que si SeongHwa lo viera como la cena con tus suegros billonarios, en su mansión, aún sin confirmar una relación y con mucha auto-presión por sus modales y presencia, por supuesto que también estaría así.
—Sus padres están en el estudio. La cena estará lista en unos minutos... —pronuncia con total educación una ama de llave de mediana edad.
Kang frunce el ceño por la enternecida mirada que les da la señora.
—Gracias, noona —agradece amable, tomando la mano de YeoSang en el proceso— Iremos a mi salón, avíseme cuando esté lista la cena.
—Por supuesto... —afirma, sin poder apartar la vista del castaño.
Su mano fue tirada por el más alto y realiza una reverencia con su cabeza como gesto cordial a la señora. Le apenaba no haberse presentado y ya no creía posible hacerlo, la timidez lo dejaba sin palabras. Más porque esa señora parecía conocer algo sobre ¿ellos? ¿él? no estaba seguro y no quería averiguarlo. Eso sumaría más peso a su cabeza estresada.
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King Complex | SeongSang
FanfictionSeongHwa era el rey de la universidad, soberbio, orgulloso y con un ego más grande que la cifra billonaria de la fortuna de sus padres en el banco y YeoSang sólo era otro chico más, con una belleza angelical... Su mayor defecto era el no poder negar...