King Complex | SeongSang

[♛] Capítulo 17

❝ forgive me ❞

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YeoSang estaba atrapado en un estado de tristeza del cual no podía encontrar una salida.

A veces se transformaba en rabia pura, otras en un sentimiento de dolor por la traición pero siempre regresaba a ser la más oscura y pesada tristeza. Sus días se veían tan monótonos y grises, como si estuviera encarcelado en una rutina sinfín.

Lo que más le atormentaba en esta pasada semana desde que descubrió las intenciones de SeongHwa y YunHo, era el peor de todos los sentimientos, el más injusto y que se aferraba con fuerza en su interior a pesar de querer arrancarlo fuera de su sistema.

Amor.

Aún seguía enamorado de SeongHwa. Aún seguía queriendo a YunHo como su mejor amigo. No importa cuanto lo intentara; no importa cuanto repitiera una y otra vez los malos recuerdos; permanecía queriéndolos de igual forma porque eran personas que significaron mucho para él.

Lo odiaba. Odiaba tenerlos en su corazón a pesar de todo lo ocurrido. Odiaba no poder hacer nada con sus sentimientos.

—¡Te compré galletas! —anuncia Jung moviendo la bolsa plástica llena de galletas como un vago intento de llamar la atención de su amigo—. Tienen chispas de chocolates ¡Tus favoritas! —lo intenta de nuevo.

No gana más que una mirada desganada del castaño. WooYoung hace un pequeño mohín angustiado y miró a San en busca de un poco de ayuda. No obtiene nada de parte de su novio quien está en la misma condición, haciendo el mismo mohín. Ya no sabían que más intentar para tratar de subirle un poco el ánimo a YeoSang, quien llevaba muchos días en ese estado tan devastado.

Claro que no era para menos, tomando en cuenta lo que había sucedido.

—No quiero —contestó bajito, su voz grave casi ronca al hablar.

—Pero... —WooYoung iba a refutar y se detuvo por la mirada suplicante del ojiazul.

Si había algo que el azabache no podía soportar era ver a un amigo, su mejor amigo, tan triste y abatido. Deseaba poder sanarle el dolor y traer de vuelta al YeoSang alegre que tanto extrañaba. Y Jung sabía que no podía lograrlo de la noche a la mañana ni con un simple chasquido de sus dedos, lo único que sanaría el corazón del castaño sería el tiempo.

Pero, era difícil ver los ojos azules de YeoSang que carecían de brillo. WooYoung quería apresarlo entre sus brazos y darle consuelo, mucho consuelo. También quería golpear a SeongHwa y a YunHo por lo que hicieron.

—Sangie... —dijo lastimero el pelinegro, sin notar que de alguna forma estaba presionando a YeoSang.

—Wooyo, basta. No sigas intentándolo, por favor —súplica YeoSang elevando su voz y sintió oleadas tras oleadas de impotencia.

Le era imposible no sentir impotencia. Quería poder aceptar el consuelo y los ánimos que le otorgaba su mejor amigo como conforte, pero incluso eso no causaba alguna mejoría en él.

YeoSang deseaba estar completamente solo en el silencio de su habitación mientras se lamentaba entre sus sábanas y sacaba todo lo que oprimía su pecho. Para su mala suerte, debía asistir a clases pues a pesar de su dolor, la vida continua y él tenía que enfrentarla, así no estuviera en sus mejores condiciones para hacerlo.

Fingir, resultaba ser una solución muy tentadora para poder sobrellevar sus días y era demasiado agotador. Además, San le prohibió después del primer día que fingiera una sonrisa, alegando que no era la solución más factible.