Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)

15) EMBARAZO

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J: No conozco tan bien a Jess...-dije conflictuada-No sé qué regalarle.

V: Quieres cambiar?-preguntó mi esposa empujando el carro de compras.

J: No, no, está bien-dije riendo-Conozco mucho menos los gustos de tu padre.

Rio y continuó caminando. Nos costó bastante salir de la cama en la mañana, apenas podíamos mantener los ojos abiertos. Bajamos a la hora de almorzar porque nos habíamos pasado la del desayuno. Hicimos el sorteo que quedamos en hacer, y me tocó Jess. Ni siquiera recuerdo su apellido y ahora debo darle un regalo.

J: Oh...ya sé-dije de la nada-Ven.

Caminé delante de Valentina y ella me siguió en silencio. Llegamos a la sección de ropa. Ella se quedó viendo unas camisas muy lindas, seguramente para su padre y yo seguí. Sección de bebés. Mi corazón se derritió por completo.

Tomé una de las prendas. Era blanca y decía "Tengo a la mamá más linda!". Sonreí de lado. Nunca en mi vida me hubiera imaginado con tantos deseos de tener hijos. Pero qué más da! No puedo tenerlos.

V: Qué haces?-preguntó detrás de mí confundida.

J: No es linda?-dije volteando a verla.

V: Cariño...-dijo aún sin entender.

J: Es para Jess...-dije haciendo un silencio-Estoy segura de que está...embarazada.

V: Lo está?-dijo elevando las cejas-No lo he notado.

J: Sí, la he estado observando-afirmé-Sé que lo está.

Volví a darme la vuelta porque sentí mis ojos arder, y no quería llorar.

V: Esa era muy linda-comentó al fin.

Asentí sin mirarla. Tomé otra que era aún más linda. La puse en el carro y luego busqué algo para ella. Una blusa muy linda, y muy de su estilo. Seguimos caminando ya que ambas queríamos comprar regalos para todos de todas maneras. Acabamos casi a las 3 de la tarde y volvimos al hotel.

Le compré un peluche hermoso, era un murciélago. Tenía broches en las alas, así que podía envolver su cuerpito con ellas, o abrirlas. Y cuando lo hacía, en su pancita decía "Te amo", así que me pareció más que perfecto.

Dejamos las bolsas al lado del tocador y nos recostamos a dormir un momento. Era demasiado necesario. Sentí sus brazos abrazando mi cintura por detrás, y su respiración chocando contra mi cuello. Se durmió bastante rápido, y pensé que yo también podría, pero algo perturbaba mi mente.

No podía dar vueltas en la cama, porque iba a despertarla y no tengo intenciones de hacerlo. Cerré los ojos y traté de conciliar el sueño, pero nada pasaba. Sentía los minutos transcurriendo, y yo aún sin poder descansar.

Me levanté de la cama con cuidado, y acomodé sus brazos. Me senté en el piso y empecé a envolver los regalos. El ruido no parecía molestarla, ni siquiera se movía. Acabé de hacerlo y miré a mí alrededor. No sabía qué más hacer para distraerme. Por más extremo que sea mi aburrimiento no es una opción ordenar las cosas.

Tomé uno de mis libros y fui al balcón. La brisa me hacía sentir mejor. No sé por cuanto tiempo leí, hasta que escuché su voz.

V: Juliana?-preguntó medio perdida.

Cerré mi libro y me levanté de inmediato como si se tratara de una emergencia.

J: Despertaste-dije sonriendo.