Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)

27) GLOBO

3/4

V: Oh sí, oooh, más rápido-pedía a gritos.

Se aferraba al cuero del sofá. Acomodé mejor mis manos en sus caderas. Mi piel chocaba con la suya con cada penetración. Sus rodillas se debilitaban y yo tenía que sostener más su cuerpo para mantener la posición. Posó la frente en el apoyador de brazos del mueble.

V: Aaahh...-gimió por última vez.

Saqué lentamente el juguete de su cuerpo. Un líquido corría por sus muslos. Cayó cansada. Me incliné a besar su espalda, acaricié su cintura, besé su cuello.

J: Me encanta tu tatuaje-susurré.

Lo besé suavemente. Vi su sonrisa de lado. Peiné su cabello a un lado. Debería ponerme a pensar más seguido lo afortunada que soy de tenerla. Ya tenía dolor en mi cuerpo de tanto hacerlo por toda la habitación, estaba cansada. Desabroché los cinturones del dildo y me levanté de ella.

La tomé de la mano y la llevé a la cama. Las sábanas se deslizaban por nuestro cuerpo de una manera exquisita. Sus ojos se cerraban mientras ella intentaba evitarlo.

V: Juliana...-musitó en tono de pregunta.

J: Mmm?-respondí mirándola.

V: Te amo-sonrió débilmente.

Sonreí de extremo a extremo.

J: Yo también cariño-acaricié su mejilla.

Sus preciosos ojos se cerraron. Apoyé mi brazo en la almohada y mi cabeza en una mano. Ella estaba recostada de lado, y tenía una expresión tan pacífica, que te la contagiaba de sólo mirarla. Acomodé sus rulos rebeldes. Paseé las yemas de mis dedos por su nariz. Sus cejas. Sus labios. Sus mejillas que seguían un poco coloradas por el cansancio.

Hace cuánto que no le prestó atención a estos pequeños detalles? Es algo que no debería dar por sentado nunca. Su respiración era lenta, tanto que me quedaba esperando la siguiente un poco paranoica. Sonrió ligeramente en sus sueños. Sonreí también. Hasta el simple hecho de que tenga lindos sueños me hacía feliz.

Me devolvió la sensación de querer dormir menos horas sólo para verla de nuevo. Movió su naricita a los lados como un pequeño conejo. Suspiré. Me sentía idiotizada por su hermoso rostro. Oh! Es cierto! Tengo que dormir también. Besé su frente. Me adentré en la cama y acomodé el edredón por encima de sus brazos antes de cubrirme a mí.

A la mañana siguiente me desperté por toda la luz que entraba. Las cortinas estaban abiertas y Valentina ya no estaba a mi lado. Me tapé la cara con una almohada. Alguien tocó la puerta.

V: Ya voy!-dijo desde el baño.

Excelente, no tendría que levantarme. Escuché unos cuchicheos y luego cerró la puerta.

V: Ya despierta amor-dijo desde donde estaba.

Protesté moviéndome entre las sábanas.

V: Tenemos comida...-canturreó.

Me destapé la cara y me senté en la cama.

V: Sabía que si mencionaba la comida reaccionarías-rio.

Reí ligeramente frotando mis ojos. Acomodé la sábana alrededor de mi cuerpo para que lo cubriera. Ella tenía una bata de algodón blanca. Puso los platos en la cama y me pasó unos cubiertos.

V: Buenos días, hermosa-se inclinó para besar mis labios.

J: Buenos días, cariño-respondí sonriendo.