Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)

17) PRUEBAS

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V: Estuve algo así como 5 meses-dijo para luego comer un trozo de manzana-Pero luego me harté de todo, y ya no pude más.

J: Y no hay ciertas reglas...?-pregunté-Es decir, no tienes que completar el tratamiento para que te dejen ir.

Asintió.

V: Por eso me escapé-contestó riendo.

Arqueé las cejas.

V: Tienes unos gestos...-negó con la cabeza-Como si te contara una película de terror!

J: Bueno, lo siento, pero no escucho a diario historias de gente que escapa de rehabilitación-reí.

V: No, y no acabé-volvió a reír.

Suspiré. Tenía anécdotas de película, que la verdad ni me las hubiera imaginado. Tomé un sorbo de mi café mientras la miraba. Pinchó un trozo de fresa y se lo metió a la boca. Me miró unos segundos y luego miró al techo para recordar.

V: Después de eso, tuve que correr como estúpida porque activé las estúpidas alarmas-abrió un poco más los ojos-Llegué a un lugar...era una gasolinera con un pequeño mini mercado, el teléfono no funcionaba, el autobús estaba a demasiados kilómetros de ahí...así que robé uno de los autos que estaban ahí.

Lo dijo con tanta naturalidad que quería reír envés de estar petrificada por sus extrañas confesiones.

V: No fue complicado ya que el hombre ese dejó las llaves puestas-explicó moviendo las manos-Entonces arranqué y manejé a casa.

Tomó un poco de jugo y luego rio para ella sola.

V: Al día siguiente, alguien tocaba la puerta y me desperté por eso. Me levanté de la cama, imagínate, estaba con mis pijamas y toda la cosa! Y era la policía-rio mordiéndose el labio inferior-Denunciaron el auto y como lo habían encontrado en la puerta de mi departamento, pues...me llevaron arrestada.

Podría jurar que esto es más entretenido que cualquiera de mis series favoritas.

V: No dejaron que me ponga mis zapatos, así que llegué con mis calcetines! Por suerte no tenían animalitos ni nada, eran calcetines serios-reí por eso-Llamé a mi madre y me colgó el teléfono...desde ahí tengo una relación tan bueeena con ella.

Rodó los ojos con la última oración.

V: Mis padres sabían de mi rehabilitación, y sólo mi padre se dignó a visitarme un par de veces, pero bueno, volviendo a la cárcel! Esa era mi única llamada...así que no tendría ninguna opción hasta el día siguiente si tenía suerte-volvió a comer un trozo de fruta-Y...no tuve suerte, así que ya tenía dos noches en la cárcel sin poder comunicarme con nadie.

Revisé el reloj de reojo, no quería llegar tarde al trabajo.

V: No te imaginas el frío que pasé, ni toda el hambre que tenía-hizo un puchero que derritió mi corazón-Al tercer día, dejaron que hiciera mi llamada y llamé a mi padre. Estaba de viaje, no llegaría hasta el día siguiente por la mañana y ninguno de mis hermanos era mayor de edad.

Se arregló el cabello tan hermosamente como lo hacía siempre y tomó aire para continuar.

V: Como era el tercer día, tuvieron la enorme gentileza de invitarme un vaso con agua-frunció el ceño-Por suerte la celda la compartía con una mujer de la noche, una madre de familia que no pagaba sus impuestos y otra que llegó esa mañana...que estaba acusada de apuñalar a su novio.