Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)

26) FUEGO

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Su lengua se entrelazaba con la mía. Mi espalda golpeó la puerta de la habitación. Al fin había vuelto el fuego entre nosotras. Abrió la puerta con dificultad. Entramos a tropezones y acabó encima de mí en la cama. Se quitó la chaqueta y pasó la lengua por sus labios al mirarme de cuerpo entero. Tenía la sensación de que era la primera vez que me iría a la cama con ella.

Acariciaba mis piernas subiendo mi falda cada vez más. Ya la tenía a la altura de mi cintura. Besó mi cuello mordiéndolo ligeramente. Cerré los ojos completamente adormecida. No podía abrirlos por más que lo intentara. Sentir su lengua sobre mi piel de nuevo era increíble.

Dejé que me hiciera lo que quiera, no tenía fuerzas ni para moverme. Desabrochó mi blusa y la dejó abierta. Bajó hacia mis pechos y los lamió suavemente. Mordí mis labios con fuerza. Dejó mi falda. Abrió mis piernas para besar mis muslos. Me tapé la cara con ambas manos. No recordaba que se sintiera tan bien.

Se fue acercando a mi centro. Jadeé suavemente. Creo que no estuve tan excitada desde que la veía con sus faldas cortas escribiendo en la pizarra. Pasó su lengua, haciendo presión, de arriba para abajo. Arqueé mi espalda. Lo hacía más rápido, parando de la nada, para continuar. Me estaba dejando sin aliento. Introdujo la punta de su lengua en mi entrada.

J: Oooh... Valentina!-elevé mi pelvis hacía ella.

Entraba y salía de mí. Estaba agonizando. Rasgué el cobertor. Gemí fuerte, cada vez más fuerte. Sentí escalofríos por todo mi cuerpo, recorriendo mi espalda. Me estremecí y llegué al orgasmo. Era abrumador. Suspiré pesadamente. Subió para besarme, sonreí débilmente. Acaricié su rostro y besé repetidamente sus labios.

J: Te amo-dije sonriendo.

V: Yo también te amo-respondió de igual manera.

J: Yo te amo más-musité pasando mi dedo pulgar por su labio inferior.

V: Yo te amo mucho más-contestó riendo.

La tomé por la cintura y la volteé para acabar encima de ella. Me acomodé el cabello y me incliné hacia ella. La besé lentamente, separando nuestros labios, para luego volver acariciando su lengua.

J: Extrañaba tanto esto-susurré contra sus labios.

Volví a besarla y bajé a su cuello. Succioné su piel. Quería dejarla marcada como antes. Metí mis manos debajo de su polera y la subí para sacársela de un jalón. Sus hermosos pechos perforados volverían a ser míos. En realidad nunca dejaron de serlo. Bajé los tiros de su brasier y sacó sus brazos. Lo halé hacia abajo, no quería quitárselo por completo, sólo quería sus perfectos pezones.

Pasé mi lengua por ellos, no fue necesario endurarlos, ya los encontré así. El sabor de su piel y del metal, lo mejor que pudiese existir. Los mordí haciéndola gritar. Abrí sus pantalones y se los saqué sin mucha dificultad. Tanteé mi zona favorita y sus bragas estaban empapadas. Sonreí de lado.

Se las arranqué con los dientes y jadeó. Me acerqué a su feminidad. Rocé su humedad con la punta de mi lengua. Era deliciosa. Exquisita. Jugué con su punto central y se movía demasiado. Tuve que hacer presión en sus piernas contra la cama para que pudiera hacer bien las cosas. No dejé ni un rincón sin mi roce. Sólo escuchaba cómo pedía más. Subí a sus labios.

J: Te ves tan sexy-susurré para morder su oreja.

La vi sonreír e introduje dos dedos en ella. Gimió borrando su sonrisa. Echó la cabeza para atrás. Besé el hueso de su mandíbula.

J: Estás muy estrecha cariño-dije moviéndome lentamente dentro de ella.

Se me estaba haciendo difícil entrar y salir de una forma fluida.