V: Si los miras tanto se derretirán cariño-dijo riendo.
Eran demasiado preciosos. Demasiado!! No podía superarlo aún, y no creo que lo haga. Ya cumplían dos semanas, y ya estaba entrando en crisis por lo rápido que crecían. No quiero imaginarme cómo estaré más adelante.
Suspiré y me alejé de ellas. Teníamos unas sillas mecedoras en su habitación, que eran para más de una persona, así podíamos darles sus biberones y luego hacerlos dormir. Ya habíamos perdido completamente el concepto de dormir más de 2 horas, pero la familia nos ayudaba bastante, así que no era tan pesado.
Me senté al lado de mi esposa y apoyé mi cabeza en su hombro. Me abrazó y cerré los ojos. Era hora de nuestras repetidas siestas del día. La herida de la cesárea me causaba bastaste picazón a estas alturas, pero no podía hacer nada, para que no me quedara marca, pero sé que lo haría de igual manera.
Abrí mis ojos de golpe al escuchar el llanto de uno de ellos. Me paré de inmediato. Era Mia. Valentina se levantó bostezando y encendió el calienta biberones. Miré el reloj, dormimos más de dos horas y se sentían como dos minutos. Ya tenía que sacar leche de mi pecho. Era algo doloroso.
Me dio a Max para que lo cargara en el otro brazo. Acomodó el almohadón de media luna en mi cintura, y apoyé sus cuerpecitos ahí, para poder sostener sus biberones. Ella tomó a Macarena, que siempre era la que menos lloraba, y le dio su biberón.
S: Cómo están mis sobrinos más lindos!?-era Sofía.
Venía después de la escuela. Nos dio un beso en la mejilla. Cargó a Max, y continuó dándole su biberón. Mis ojos se cerraban de rato en rato y tenía que sacudir la cabeza. Acabaron casi al mismo tiempo, y luego los apoyamos en nuestros hombros, dándoles golpecitos en la espalda.
Max siempre era el primero en dormirse después de comer. Sofía lo meció un poco más, y lo dejó en su cuna. Mia no dormía tanto como sus dos hermanos, así que me la pasé admirando su carita tan hermosa. La acaricié y sonreí. Tenía la vida más perfecta de todas, es espectacular.
V: Cariño, no viste dónde dejé las llaves del auto?-preguntó desde el hall.
J: Revisa en tu bolso de tachas doradas!-grité desde la cocina.
Ya cumplían 3 meses, y teníamos el cumpleaños de Matías. Salimos y ajustamos bien sus asientos en la parte de atrás. Luego llevamos a uno por uno, asegurando todas las cintas de seguridad. Mi esposa se veía demasiado sexy, no sé si es porque hace demasiado que nos salimos de casa para algo que no sea ir al supermercado por más pañales, o más comida, o simplemente estaba demasiado sexy.
Yo por otro lado, aún tenía rastros de haber estado embarazada. Estaba esperando pacientemente para poder bajar todo el peso que subí en mi tiempo libre. Subimos al auto y ella manejaba. Se veía más sexy aun haciendo eso.
J: Te ves hermosa cariño-dije sonriendo.
V: Gracias amor, tú te ves muy sexy-contestó moviendo las cejas divertidamente.
No quise decirle que no! Que no estaba siquiera cerca de esa palabra! Porque siempre acababa diciéndome que sí, que era hermosa y blah blah. Entrelacé su mano con la mía como era de costumbre. Me daba la vuelta cada 5 segundos para verificar que mis inexplicablemente hermosos bebés, estuvieran bien.
Llegamos a la fiesta, y todo el mundo nos saludaba, nos felicitaba. Nos decía lo bellos que eran nuestros bebés, pero eso ya lo sabíamos. Muchos me dijeron que no parecía que hubiera tenido trillizos y tenía ganas de besarlos a todos.
Mi familia también estaba invitada, así que mi madre ya estaba besuqueando a sus nietos a más no poder, al igual que mi padre. Ayudé a Belinda a servirles todo a los niños que corrían por todas partes, porque se veía bastante afligida.
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Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)
FanfictionSEGUNDA PARTE (Primero lee la primera parte ante que que empieza esta segunda parte historia) Después de una relación tormentosa, de idas y vueltas sin parar, Valentina Carvajal se marchó, dejando de creer en el "Para Siempre" que se habían jurado...