Te vuelvo a ver

859 25 0
                                    

ADVERTENCIA: ESTE FIC PERTENECE AL TIPO ALTERNATIVE UNIVERSE (AU). LOS PERSONAJES AQUÍ EXPUESTOS PERTENECEN A MASAMI KURUMADA Y TOEI ANIMATION. MI INTENCIÓN ES MERAMENTE DE ENTRETENIMIENTO Y NO PERSIGUE FINES DE LUCRO.

HOLA, HOLA. BIENVENIDOS. QUIERO COMPARTIRLES ESTA HISTORIA QUE ESCRIBÍ HACE ALGUNOS AÑOS. FUE MI PRIMER, PRIMER LONGFIC DE SAINT SEIYA. LES RECUERDO QUE ES UN AU, ASÍ QUE NO PIERDAN LA RAZÓN. AH! Y OTRA COSA, ME VAN A ODIAR, EN SERIO. 

O.O.O.O.O

Caminaba por la calle con el rumbo fijo, había vuelto después de tantos años y, para qué negarlo, lo que quería era justicia. Caminaba por las calles de Tokyo, que en ese momento parecían desiertas, y es que la intensa lluvia que caía, sumado a que ya estaba comenzando a oscurecer; hacían que pocas personas quisieran estar afuera. Sin embargo, para Seiya nada podía impedirle continuar con paso decidido. No tenía otro objetivo que el de enfrentar al hombre que había destruido a su pequeña familia; y es que él ya no era un niño, se había convertido en un hombre que ya no le temía al poder de Mitsumasa Kido.

Su vida no había sido fácil. Nunca conoció a su padre y había perdido a su madre cuando era muy pequeño; durante algunos años sólo le quedó su hermana Seika. Aunque en un principio habían quedado a su suerte, al poco tiempo fueron acogidos por un orfanato perteneciente a la Fundación Kido. La vida ahí era un tanto llevadera, tenía techo y comida, conoció a sus grandes amigos, incluso conoció a lo que se podía llamar su primer amor. Pero con el tiempo, lo poco que tenía lo perdió.

Seiya continuó caminando bajo la lluvia, el ruido de las gotas al estrellarse contra el suelo y el sonido que producía el agua al correr como ríos en miniatura a través de las calles; de cierta manera le recordó la tarde lluviosa en la que su madre murió. Él apenas tenía 5 años pero recordaba con claridad. Su madre había enfermado y llevaba varios días en cama. En aquellos días Seika, que tenía 8 años, se había esforzado por darle de comer y ver por ellos. Sin embargo, sus esfuerzos por ayudar a su madre no dieron frutos. Ella se fue de este mundo en aquella tarde lluviosa (muy parecida a la de ahora), se fue diciéndoles que se tenían que cuidarse el uno al otro.

Mientras recordaba aquello, Seiya sintió que el llanto regresaba a él, pero se contuvo. Había jurado por la memoria de su madre que sería firme y no lloraría.

La lluvia había amainado un poco. Fue entonces que lo vio, el enorme edificio que comprendía el orfanato de la Fundación Kido. Seiya recordó cuando vio ese lugar por primera vez. Su hermana lo agarraba fuerte de la mano.

- No te preocupes- le había dicho Seika- estaremos bien si estamos juntos.

El pequeño Seiya había asentido. Tenía miedo de enfrentar lo que encontrarían en ese lugar, pero lo deba fuerzas el estar con su hermana. Cuando entró al lugar, había visto muchos niños. Un pequeño grupo estaba en un rincón. Uno de los niños, el más grande de ellos, consolaba al más pequeño.

- No llores Shun. Mira te presto mi canica para que tomes mi turno.

- Ikki tú siempre consintiéndolo... Ojalá yo tuviera un hermano como tú- le había dicho un niño de pelo negro y ojos azules.

-Basta de charla anda tira Shun...o Ikki quien sea- apresuró el cuarto niño. Un chiquillo de cabello rubio.

Seiya los había observado y había sonreído, el orfanato no parecía un lugar tan terrible como lo había imaginado. Además de que esos niños le habían provocado cierto alivio respecto a sus temores, no se imaginó en ese momento que compartiría la habitación con ese cuarteto y que con el tiempo se convertirían en sus mejores amigos. Ikki, Shun, Shiryu y Hyoga, con los que creció casi como hermanos.

Del Odio Al Amor Sólo Estás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora