Revelación

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Aquella mañana le pareció particularmente soleada. No le importaba que su hermana estuviera enojada con él; cuando Seiya y Aioria regresaron en la madrugada, ella inmediatamente intuyó a qué habían salido a esas horas. Todavía en el desayuno seguía molesta con ambos, de hecho, Seiya se sentía un poco mal por haberla dejado prácticamente hablando sola.

-¿Quieres que te acompañe a ver a Shun?-preguntó la chica- Hoy te quitarán el yeso de tu brazo ¿Cierto?

-Así es... Pero iré después a ver a Saori

-No, ayer te escapaste para verla... No te permito ir-sentenció.

-¡Ya no soy un niño! ¡Amo a Saori y punto! Ni tú ni nadie puede impedirme que esté con ella- se levantó de la mesa y se salió de ahí.

Mientras se marchaba, escuchaba que su hermana le pedía a gritos que regresara. Él por su parte confiaba en que la convencería pronto de que estaba enamorado de Saori y que eso era lo más importante.

Llegó al hospital de la fundación, eventualmente Shun estaba trabajando ahí. Cuando por fin encontró el consultorio, vio a Hyoga sentado en la sala de espera.

-¿Qué hay Hyoga?- saludó.

-Hola Seiya... ¿Por qué tan contento?... ¿Tendrá algo que ver con la señorita Saori?-preguntó con una sonrisa.

-Pues... en realidad sí. ¿Es tan obvio?

-Desde la noche de mi boda, todos nos dimos cuenta que entre ustedes habría algo.

Seiya sonrió y se sonrojó un poco-Y dime ¿Qué haces aquí? ¿Vienes a hacer una visita social a Shun o tienes algo?

-Ah pues...-tocó el turno de que se sonrojara- Vine a acompañar a Erii, ella, bueno... está esperando a mi primogénito.

-¡¿Qué?!- exclamó Seiya.

-Bueno sí... ella tiene casi cuatro meses y...-suspiró y sonrió- Ya te imaginarás cómo me siento.

-A ver, espera un momento... si apenas regresaron hace un par de semanas de su luna de miel... ¿Acaso sólo por eso te casaste con ella?

-¡No!... De verdad la amo, y el hecho de que me vaya a convertir en padre no me obligó a casarme con ella. Verás, ¿recuerdas ese día en que hablábamos de ese asunto por primera vez?- Seiya asintió y su amigo continuó- Bueno, ese día pensé muchas cosas, lo principal era que no quería perderla y si para ello tenía que casarme con ella, estaba dispuesto a hacerlo. Cuando fui a hablar con ella, Erii me dijo que también quería contarme algo importante y me confesó que sospechaba que estaba encinta. Yo por mi parte, le propuse que nos casáramos lo antes posible; ella no estaba muy convencida en principio, creía que sólo lo hacía por el bebé pero por fin pude convencerla de que mis intenciones eran esas desde antes de que lo supiera.

-Pues felicidades amigo- sólo pudo decir Seiya.

-Gracias...-sonrió nervioso Hyoga- Desde hace semanas me moría por contarles esto, pero primero quería que el asunto de la boda llegara a buen término.

De pronto Seiya comprendió el extraño comportamiento de Hyoga respecto a su boda y cuidar todos los detalles personalmente. -¿Y cómo te sientes ahora?- preguntó, aunque sospechaba la respuesta.

-Jamás pensé que la ilusión de ser padre fuera tan agradable; pero he de admitir que estoy preocupado, por Erii y ese bebé, estoy consciente que cuidar de ellos es una responsabilidad muy importante y que es algo que implica muchas cosas, así que tomé la decisión de irme del orfanato.

-¿Por qué?

-Bueno, he hablado con Shiryu, creo que de todos es el único que tiene experiencia en estos temas, y él me hizo ver que se necesitan muchas cosas. De hecho, Shiryu y yo pensamos hacer nuestro propio negocio de construcción de casas, él es muy bueno trabajando la madera y le ha ido muy bien desde que trabaja con el señor Shura, el amigo de la señorita Saori, y yo conozco muy bien los asuntos de plomería, electricidad y demás. Creo que podríamos hacer un buen equipo...

Del Odio Al Amor Sólo Estás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora