XXII) Interrupciones

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Al entrar en la habitación comienzo a quitarle a Leandro la camisa, mientras Amanda me abraza por la espalda y me besa el cuello, tras todas nuestras charlas sabe a la perfección que eso me enloquece. Cuando queda a la vista su trabajado físico entiendo porque Fiorella estaba con él a pesar de todo, sin más me arrodillo frente a él y me deshago de sus jeans y su boxer en un momento, Amanda se para con una pierna a cada lado de mi cuerpo y lo besa mientras él le masajea las tetas. Pienso por un segundo qué hacer y termino decidiendo por jugar con ambos, tomo el miembro de Leo entre mis manos y las muevo arriba y abajo con fuerza al mismo tiempo que miro hacia arriba y me encuentro con la ya humedecida vagina de Amanda, comienzo a pasar mi lengua por su clítoris suavemente y ella gime, le gusta y eso a mi me gusta. Sigo haciendo lo mismo y metiendo mi lengua en su interior, muerdo su clítoris y ella ahoga un grito, ya no sé que están haciendo ellos dos yo me limito a mantener el ritmo en las caricias y darle placer a mi amiga. Siento sus fluidos caer sobre mi cara y los tomo gustosa con mi lengua sin que se me escapen, unos fuertes brazos me levantan en el aire y siento mi cuerpo caer contra el colchón. 

Amanda se tira a un lado de mi cuerpo y Leandro a otro, como si se hubiecen confabulado para darme placer. Lo último que veo de Leo es una sonrisa maliciosa mientras me baja la tanga y se esconde entre mis piernas, la sensación de su lengua invadiendo mi cuerpo me hacce gemir y Amanda me calla con sus labios, está desesperada. Simplemente me entrego a ellos, Leandro acompaña el baile de su lengua con el andar de dos dedos en mi clítoris y de a ratos cambia la lengua por un dedo, mientras Amanda baja sus labios por mi cuello hasta mis pechos, los saca por encima de las copas del brasier. Muerde uno de mis pesones hasta dejarlo en punta mientras masajea mi otro pecho. Mi respiración es cada vez más alterada y siento como mi cuerpo se tensa y tiembla sin que yo pueda controlarlo, termino gritando mientras el poder de la excitación libera su extasis por todo mi cuerpo.

Mis torturadores se miran gustosos el uno al otro. Leandro se para a un costado de la cama y Amanda se sube a horcajadas sobre mi abdomen dandome la espalda. Apenas soy conciente de lo que ocurre a mi alrededor. Amanda intriduce el miembro de Leo completo en su boca y comienza a llevarlo a gran velocidad desde el fondo de su garganta hasta la punta de sus labios, mientras hace eso se da placer a sí misma restregandose contra mi, humedeciendome más y más acorde a cuánto aumenta su excitación. Se escucha el ruido del timbre pero a ninguno parece molestarle, ambos siguen dandose placer mientras yo termino de volver en mi. Sea quién sea que esté en la puerta insiste y entierra su dedo en el timbre. Amanda introduce dos dedos en mí pero no puedo concentrarme con ese ruido de fondo. - Dejame... ir a... echarlo. - Logro decir finalmente entre gemidos. Al parecer no era la única a la que le molestaba ya que ambos paran y me dejan ir.

Las piernas me tiemblan al pararme y me cuesta un momento recuperar el equilibrio. - No demores. - Me susurra Amanda sobre los labios antes de darme un corto beso. Voy hacia la puerta y de camino tomo la toalla que hace algunos minutos envolvía el cuerpo desnudo de mi amiga. 

- ¿Magui? - 

- ¡¿Mamá?! - Es la última persona que esperaba encontrar detrás de la puerta.

- ¿Llego en un mal momento? - Ay si supieras...

- No, no. Yo estaba por entrar a la ducha y Amanda está mirando una película de terror. - Se escucha un grito ahogado que identifico como mi anfitriona y decido agregar en un grito hacia el cuarto. - Amanda, baja el volumen de la tele. - Espero que entienda la indirecta y parece hacerlo.

- ¿Está todo bien? Te mande tres mensajes y no me respondiste ninguno. - ¿Tres? Yo solo recuerdo dos.

- Ah sí, perdona ma es que Amanda termino con el novio justo y ta... - 

- ¿Tenía novio? - Logre distraerla de mi por suerte.

- Sí, es muy reservada en esos temas y ta. - ¿Amanda? ¿Reservada? Se nota que mi madre no la conoce como yo, bueno acabo de conocerla un poco más.

- Entiendo. ¿Queres ir a tomar un cafe con tu madre o estás muy ocupada? - 

- Bueno, dejame ver si Amanda ya está mejor y vestirme, ¿sí? Espera acá, estás en tu casa ma. - Dicho esto me encamino a mi cuarto, la pregunta ahora es qué voy a decir para irme, no quiero quedar como una pendeja frente a Leandro. Al entrar en el cuarto entiendo por qué ya no sentía los gemidos de Amanda, ella está en cuatro con un bozal y Leandro dentro de ella, no quiero saber por qué agujero. - Susana la madre de Magui la vino a buscar e insiste en que la acompañe a tomar un cafe y conversar un rato. - Amanda entiende de inmediato.

- Mandale mis saludos. - Dice tras escupir la bola roja que obstruia su boca. Me meto en el cambiador y me visto rapidamente, un jean negro, unas botas bajas marrones, una polera y un buzo largo de lana blanco por arriba. Me trenzo el pelo y con un poco de delineador termino mi look. Al salir veo que cambiaron de posición y ahora Amanda se encuentra sobre Leo, los saludo con la mano y le hago a él el gesto para que me llame.

- Vamos ma, hay un cafe aca a un par de cuadras. - Entramos en el Mc Donald's y pedimos dos capuchinos y dos medias lunas, como está bastante vacio el chico de la caja se ofrece a llevarnoslo a la mesa.

- ¿Cómo estuvo tu fin de semana Magui? - Podría decirle la verdad, perdí mi virginidad con un idiota que me humillo por segunda vez e hizo circular fotos mias desnuda por todo el liceo y como venganza estaba en un trio con el ex de su hermana y Amanda cuando llegaste a interrumpir. No creo que sea lo mejor.

- Bien, nos hicimos más unidas con Amanda y ayer terminó con el novio, nos quedamos despiertas hasta tarde y por eso llegue tarde hoy. - Me ahorro otra pregunta.

- ¿Pensas volver a casa? - 

- Puede ser. - 

- Magui, sé que tu padre puede ser demasiado exigente a veces pero está dispuesto a darte tu espacio si te comprometes a mejorar tus notas. - 

- Pero mamá, mis notas no son malas. Ninguna es insuficiente y me mato estudiando ya. - 

- Para tu padre suficiente nunca es suficiente y lo sabes. - 

- Pero para mi sí y punto. - 

- ¿Qué tal si vuelves a casa y lo discuten ustedes? -

- ¿Y si no quiero? - 

- La cosa está así. - Dice mi madre en lo que el rubio cara desordenada nos trae nuestro pedido. - Habíamos planeado ir unos días al interior del país, a las termas y eso, en vacaciones de invierno. Pero visto tu situación con tu padre... - 

- No pienso encerrarme por 8 horas de viaje a ir a un lugar que no me gusta. - Sí me gusta pero no quiero ir sola con ellos.

- Ayer estuvimos hablando y decidimos que si muestras ser suficientemente madura en estos días podrías quedarte en casa, bajo la supervisión de Amanda, mientras nosotros no estemos. -

- ¿Amanda sería como mi niñera? -

- Exacto, si acepta. O mejor te puedes quedar con la abuela Irma. -

- Amanda va a aceptar. - Afirmo y mi madre rie, a pesar de todo ella siempre busca lo mejor para mi.

Dime como quieras!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora