XIX) Plan en marcha

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Finalmente es lunes, no es que me alegre por ello pero necesito un poco de distancia de Amanda, después del beso no puedo evitar sentirme un poquito incomoda estando sola con ella. Al llegar al instituto siento las miradas de algunas chicas sobre mi pero debe de ser mi imaginación, o eso trato de pensar hasta toparme con Maité. - Hola, linda. -

- ¿Qué te pasa, querida? ¿Tan malcogida estás que te da igual sea hombre o mujer? - Tal vez pasar todo un fin de semana con Amanda me había afectado, sólo un poco.

- Yo no sé, pero vos malcogida es seguro que no. - ¿Sebastián le habrá contado? - ¿Es bueno en la cama? Porque por lo que me contó vos no. - Se rie junto a sus amiga, es definitivo lo saben todos. Frente en alto.

- No anda mal, aunque para mi gusto la tenía chiquita. - 

- ¿No que eras virgen? -

- Sí, ¿y? Ay no me digas que sos de esas ingenuas que creen que en el sexo solo existe el misionero y de perrito. - Bien, esto no me ayudaba a quedar mejor pero sí la dejaba a ella como una idiota.

- Al menos no me acuesto con el primero que se me atraviesa. - Me suelta sin más.

- ¿Ah no? - Amanda al rescate. - Te acostaste con el novio de tu hermanita cuando ellos llevaban poco más de una semana saliendo y decis que no te acostas con cualquiera. No me hagas reir Maité. - Eso no lo sabía, Amanda es un baúl de secretos que deseo abrir cuanto antes.

- Vos no te metas, perra, ni que fueras mucho mejor que yo. - 

- No le digas perra a mi amiga, puta barata. - La empujo contra sus amigas que casi caen de los edificios que tienen por zapatos. 

- Según Leandro, soy mejor que vos y tu hermana juntas. Cuando quieran les enseño como se chupa en verdad. - Acompaña esto con el gesto de estar haciendo un pete, me toma del brazo y nos vamos. - Ya me llegaron de 5 distintos contactos tus fotos y no con los mejores comentarios. -

- Genial. - Solo quiero encontrar a Fiorella o su hermanito y hacerlos pagar, o mejor aún... - ¿Román consiguió las fotos de ella? - 

- ¿A vos que te parece? - Me entrega una tarjeta de memoria, no es muy grande, 512MB, pero le entrarían unas cuantas fotos. - Está llena. - 

- ¿Es en serio? Y después las putas somos nosotras. ¿Y qué hago con Leandro? - 

- Eso es tema tuyo, otra vez no voy a ser yo. Me voy, tengo clase. Si precisas ayuda para llevar a alguien a algún lado avisame. - Me termino de despedir de Amanda y siento a alguien detrás de mi, me doy vuelta y me encuentro con las miradas de Julia y Natalie.

- ¿Para qué precisarías llevar a alguien a algún lado? ¿No te alcanza con cogerte a los Lacroix y Sebastián en una noche que ya andas buscando a otro para un rapidito en el liceo. - 

- ¿A los Lacroix? No me acosté con ninguno de los dos, Julia. -

- Eso no es lo que se dice.... - Esto tiene que ser broma.

- Y crees más en los malditos rumores que en mi, ¿estás hablando en serio? - Miro a Natalie. - Naty, decile que use su última neurona un segundo y piense. -

- Nicki, hay fotos y son muchos los que dicen que pasó. Hasta ellos mismos. - Mi mejor amiga tampoco me cree.

- ¿Dónde está Val? - Pregunto ignorando todos sus comentrios.

- Dirección. Se agarró de los pelos con Fiorella por tu culpa. - ¿Mi culpa? Yo no le pedí que lo hiciera, aunque me agrada la idea, esta es mi pelea no suya. Me encamino hacia ella.

- Nicki. - Valeria está totalmente despeinada y con la camisa rota, tiene un arañon cerca del ojo pero aún así parece sacada de una revista, típico de ella.

- Val, ¿por qué lo hiciste? - 

- La muy hija de su madre no dejaba de meterse contigo. -

- Y yo me voy a meter con ella. - Digo al verla al otro lado de la sala de profesores. Está muy entretenida mirando la pantalla de su celular como para notar que me acerco furiosa, tomo el aparato y lo tiro al piso. Seguido de esto le doy una cachetada en su cara de asombro. Ella no hace nada, se queda paralizada analizando lo ocurrido. Me acerco a ella y le susurro a la cara, mi voz es venenosa. - Escuchame y escuchame bien maldita, no sabes con quién mierda te metiste. Me las vas a pagar, por vos y por tu hermano. - Me enderezo y le digo con una sonrisa sarcástica. - ¿Cómo está el pija corta? - Me giro sobre mis talones y salgo de allí, al ver a Leandro mi cabeza comienza a maquinar, sin pensar más subo mi falda hasta que apenas me tapa los muslos y noto su mirada clavada en mis piernas. Cuando está pasando junto a mi "accidentalmente" me tropiezo cayendo junto a él y doblandome el tobillo.

- ¿Estás bien? - Su voz es dulce, pero me recuerdo que es un mujeriego y fácil de calentar.

- Sí, sí... ¡Ay! Creo que se me doblo el tobillo. -

- Dejame ayudarte. - Paso un brazo por sus hombros y el lo sujeta con una mano mientras con la otra me toma de las caderas, más abajo de lo que debería, esto va a ser más fácil de lo que pensé.

- Gracias, chico lindo que no sé su nombre. - Pestañeo coqueta y creo que él entiende mis obvias intenciones.

- No agradezcas, preciosa. Vamos al patio a sentarnos un rato. - Allí todos nos van a ver, esto en serio va a ser fácil. Suena el timbre de entrada pero ambos lo ignoramos.

- ¡Que calor! - Después de decir esto desabrocho los primeros botones de mi camisa, Leandro al instante clava sus ojos en mi escote. Me aclaro la garganta y lo miro. - Mis ojos están más arriba, aunque vos podes mirar donde quieras, chiquito. -

Él se acerca y pasa su brazo por mi espalda. - ¿También puedo hacer lo qué quiera? - Me susurra al oído y yo me derrito.

- ¿Pensas que soy una cualquiera? - Finjo estar ofendida. - Primero tendría que saber tu nombre. - Le digo al instante de una forma aún más seductora que la que él usó.

- Leandro. -

- ¿Vos no estabas con Fiorella? -

- Terminamos hace un tiempo, era muy cargosa. ¿Te molesta? Si son amigas o algo entiendo. - 

- No, es solo curiosidad. Ella es un año menor que yo. - Mejor mentir antes de que sospeche quién soy.

- ¿Y tu nombre es? - Dice antes de comenzar a besarme el cuello. El patio está desierto por lo que es casi tan privado como un cuarto de hotel.

- Rosalie. - ¿Rosalie? ¿Un nombre más real no había, Magui?

- Lindo nombre. ¿Novio, Rosalie? - Niego con la cabeza y veo a Val saliendo de la sala de profesroes, Fiorella no debe tardar. Él pone su mano a la mitad de mi pierna y comienza a trepar por ella. - Entonces, ¿queres hacer algo? ¿hoy? ¿después de clase? - Al terminar sus preguntas está a pocos centímetros de mis labios y su mano entrando en mi pollera. Fiorella sale y en el mismo segundo que nos ve se congela. Sí querida, disfruta el show.

- Dame un adelanto de lo que quieras hacer. - Lo reto y el me besa con pasión, tomandome con una mano el muslo y con la otra de la espalda para acercarme más a él. Cuando nuestras bocas se separan Fiorella ya no está en mi rango de visión y yo sonrio satisfecha. - Pasame a buscar por los vestuarios a las 4. - Me levanto y me voy. ¿Creyeron que sería sólo eso? No, 4 y 15 termina el entrenamiento de las chicas de volleyball y a esa hora Fiorella irá al vestuario dónde me verá con su ex novio.

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