Dime como quieras!

XXXI) ¿Y Amanda?

- ¿Nicole? ¿Volviste? - No termino de cerrar la puerta y ya tengo a mi madre encima, creo que nunca pensé que ella me sofocaría hasta que vi lo que era no tenerla siempre ahí. No me mal interpreten, amo a mi madre pero, como cualquier madre, a la larga cansa.

- No, me fui. - Digo cerrando la puerta.

- ¿Cómo estás? ¿Cómo está Amanda? - Bien supongo que no me vio. - Dejame que te ayudo a llevar eso a tu cuarto. - Toma mi valija y se encamina a mi habitación conmigo a sus espaldas, le cuento lo amable que fue Amanda conmigo en los días que estuve de intrusa en su casa, que conocí a su hermano y que es super simpático, por un segundo me planteo si hablarle acerca de nuestra ¿cita? pero como no pasó absolutamente nada decido no hacerlo. Decido dejar de lado las fiestas a las que fui, que perdí mi virginidad y que hay fotos mías desnuda circulando por ahí, creo que si hago eso lo de quedarme sola en vacaciones de invierno ya no sería opción. Al cabo de una hora más llega mi padre y me saluda como si nada hubiese pasado nunca. - La cena va a estar lista en 5 minutos. - Dijo mi madre antes de desaparecer en la cocina.

- ¿Cómo estaba tu amiguita? -

- ¿Nataly? - Pregunto haciendome la inocente, me niego a permitir que se refiera a Amanda así.

- Ya sabes de quién hablo, Margara. No empieces. -

- ¿Amanda? -

- Si, la bailarina esa. -

- De hecho es muy buena bailarina y... - Casi le suelto "y muy buena en la cama también", pero estoy segura de que arruinaría todo y acabo de llegar, no puedo hacerle eso a mamá.

- ¿Y qué? - Me pregunta mi padre desafiante. Voy al comedor dónde mi madre acaba de servir la cena. - Margara, no me dejes hablando solo que sabes que no debes hacerlo. -

- ¿Por qué no debo hacerlo? -

- Porque me molesta y es de mala educación. - Dice con un aire soberbio.

- Al igual que no llamar a Amanda por su nombre. - Replico yo, no llevo ni una hora con mi padre y ya no lo tolero.

- No empiecen. - Dice mi madre algo cansada.

- Es ella la que tiene la constante necesidad de contrariarme, debe estar en su fase de rebeldía y esa amiga suya no la ayuda. - 

- Amanda, papá. Se llama Amanda. Y para tu información no estoy en mi etapa de rebeldía, solo estoy diciendo mi opinión real por una vez en la vida. - Aprieto los dientes y creo que si las miradas matasen él ya estaría en el suelo.

- ¿Podemos cenar en paz? - Pregunta mi madre y la mesa queda en un silencio fúnebre pero denso. Cuando al fin me permiten levantarme de la mesa corro a mi habitación, por un momento me planteo volver a irme de casa pero me niego a hacerlo, en lugar de ello tomo mi celular que mi madre dejó sobre la cama y abro WhatsApp. Cientos de mensajes de varios contactos de la última semana que no toque la aplicación, pero dos llaman especialmente mi atención. El primero es de un desconocido y solo dice "Agendame." entro a la foto y es ni más ni menos que Román, guardo su número con el tierno apodo que le he otorgado. El siguiente es de Amanda "Llamame!" no lo pienso ni por un segundo y obedezco. El celular me da apagado y miro el reloj, son más de las 11 ya quizá este dormida, sería raro en ella pero posible. Decido hacer lo mismo y dormir.

Me despierta mi madre con el desayuno en la cama, sus pequeños gestos luego de una pelea me obligan a amarla, me dice que si no me apuro llegaré tarde ya que hoy me toca ir en ómnibus. Cuando entró al liceo veo que no hay nadie, todos entraron hace 5 minutos así que vuelo a mi salón. - Permiso. - Digo escurriendome a mi asiento para un largo y aburrido día. Cuando llega la hora de catequesis la directora viene a comunicarnos que el padre Rodrigo llamó en la mañana que por asuntos personales no podría darnos clase hoy y luego nos autoriza a salir al patio. - Que raro que no viniera, nunca falta él. - Por un momento se me cruza la idea de que este haciendolo con Amanda pero la descartó, ambos mantienen ese tema lejos del trabajo y no faltarían, ella hoy tiene clase con los de artística... ¿Por qué los de artístico están saliendo al patio? Maité, la hermana de Fiorella se acerca a hablar con ella que está tan cerca mio como para escuchar toda la conversación.