Capítulo 11: Secretos.
Normalmente solía perder la calma con rapidez, tal vez hace un año tranquilizarme me era más fácil, pero cuando todos esos malos sucesos ocurrieron solía perder la calma y la cordura diciendo o haciendo idiotez y media.
Levanté mi mochila que había dejado en el suelo y la puse frente a mi mientras la abrazaba intentando guardar la calma e intentando guardar en la mochila el libro antiguo que traía en mis manos.
Por un momento pensé, “puedo ser fuerte”, “no me pueden hacer más daño del que ya he sufrido”, pero a mi mente llegó ese pequeño bebé que se estaba formando en mi vientre y las claras palabras del doctor:
“Debes tomar ciertas precauciones desde ahora. ”
“Tienes que tener en cuenta que si es un embarazo de un licántropo debes de tener estas precauciones, cuando un licántropo se encuentra en el vientre de la madre es el doble de delicado que un bebé humano, y por si las dudas deberás de seguir las indicaciones que te de. ”
Ahora me ponía a pensar:
¿Y si le pasaba algo malo al bebé?
No me importaba si yo salía dañada de alguna manera. Pero si no me preocupaba por mi... era como si no me preocupara por el bebé.
Y el bebé si me preocupaba.
Yo sabía como controlar a los fantasmas, estuve meses cautiva en los que me di cuenta y comprendí que a los fantasmas les divertía de cierto modo asustarme. Ellos perdieron su diversión cuando mi terror no era hacia ellos sino hacia Nate, lo que los hizo aburrirse y dejarme en paz.
—Aaaaleeexx.... —se escuchó. Tenía que tener en mente la palabra “Calma” era importante, sin embargo el miedo era más fuerte y aceleraba mi corazón a más no poder.
—No es real Alex, no es real —me repetí mentalmente en susurros, escuché una risita aterradora y unos ruidos horribles que me hicieron tragar saliva repentinamente.
Varios libros empezaron a caer de un estante que había frente a mi que ocacionó que retrocediera.
—¿Me tienes miedo Alex? —se escuchó de nuevo, yo negué con la cabeza y cuando escuché un ruido más fuerte como el de chirridos pegué un brinco del susto y de mi boca salió un ruidito lleno de terror, entonces una risa volvió a resonar— parece que estás mintiendo...
Un estruendoso ruido se escuchó atrás de mi así que giré mi cuerpo entero para averiguar que era.
Habían 3 sillas volteadas y varios libros en el suelo.
Devolví mi vista hacia en frente y pegué un grito del susto cuando vi a una persona frente a mi a unos metros. Era una mujer de cabello negro con vestido blanco, tan cliché pero a la vez tan aterrador. Traía en sus manos un cuchillo que se veía muy afilado.
Me mantuve completamente quieta por unos segundos al ver que no se movía, lo que no me preparó para cuando la mujer soltó un grito heciendo que me tropezara con mis propios pies y callera al suelo de trasero. Por inercia con una mano toqué mi vientre.
Tapé mi rostro intentando no ver a la mujer que comenzó a gatear lentamente por el suelo acercándose hacia donde yo estaba.
—Te lo suplico —le solté— vuelve al bosque de los susurros, puedes venir por mí después, pero no le hagas daño al bebe, por favor —sollocé.
Vi como la mujer se detuvo unos segundos y eso me hizo entender que posiblemente la detendría si le decía que estaba embarazada.
—Estoy embarazada, por favor —apreté mis manos en puños dándome cuenta de que estas estaban temblando.
ESTÁS LEYENDO
Misteriosa Luna (#EA2)
LobisomemSEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA: Estúpido Alpha ¿Como reconocer a aquellos dispuestos a causarte daño? ¿Como distingir a los que en su corazón solo abundan malas intenciones y malos deseos? Han pasado meses después del sufrimiento pero ¿es seguro que n...