Es ᴄᴜᴇsᴛɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴘᴇʀᴄᴇᴘᴄɪᴏ́ɴ || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴋ.

↬Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 04↫

Ｖｅｌａｄａ
ｒｏｍａ́ｎｔｉｃａ.

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Y. Han Soora

     Me acerqué de apoco a la mesa que estaba servida y que además olía muy bien, pude divisar el pollo con salsa de naranja y chocolate, chuleta de cerdo, ensaladas con aderezos mixtos y una rica tartaleta de frutos rojos, pero no solo estaba sorprendida por lo deliciosos que se veían esos platillos, sino por el Señor Jeon y lo jóven que era.

     Un empleado se acercó a mí y abrió mi silla para que me pudiese sentar, lo hice sin pensarlo demasiado, no quería hacer esperar al Señor Jeon, me acomodé en la silla que estaba frente a la mesa y el Señor Jeon hizo unas señas extrañas que supongo significaba algo para sus empleados, porque segundos después unas empleadas aparecieron en el comedor.

     —Ellas son Martha y HyeLin, se encargaran de servirnos la cena ésta noche, normalmente son las ayudantes de la chef —su voz era gruesa y segura. Asentí ante sus palabras— ¿Quieres de todo un poco?

     Miré de nuevo lo que había en la mesa y asentí.

     —Me gustaría una pequeña porción de cada uno, Señor Jeon.

     Él hizo de nuevo unas señas y las señoras comenzaron a servirme en un plato grande.

     —Por favor, dime Jung Kook.

     Y así era como se llamaba.

     —Y usted puede decirme Soora —sonreí.

     Una de las señoras dejó el plato frente a mí y sirvió un poco de vino tinto en una de las copas que estaba en frente de mí, mientras la otra empleada le ponía el plato servido al Señor Jeon y luego le sirvió el vino, le echó un último vistazo y ambas salieron disparadas del comedor.

     Nos dejaron solos en este enorme comedor.

     —¿Bianca te enseñó nuestra habitación? —Él no despegaba su vista de mí, avergonzada bajé la mirada.

     Asentí con cierto nerviosismo controlado tomando los cubiertos para comenzar a comer y al mirar al frente, sin hacer un movimiento brusco, él hacía lo mismo.

     —Sí, usted tiene un gran gusto —metí una pequeña porción y saboreé aquel bocado con detenimiento, ¡Estaba de infarto el pollo con salsa de naranja y chocolate!

     —Realmente no sabía que ropa te gustaría, marca o con qué pijama te gustaría dormir, podría ser con lencería, un camisón blanco, una pijama de dibujos o una de mis tantas camisas.

     —Usted es muy observador, pero me gustaría un camisón de algodón. Sería simplemente fantástico —contesté sin perder la clase y el respeto que se merecía.

     Él asintió contento.

     —Lo sabía —unos pequeños mechones de su cabello caían por su frente, viéndose aún más guapo—. Puedes tratarme de tú en vez de usted, me haces sentir como si realmente no estuviésemos casados —él de apoco se devoraba su comida, pero con mucha clase he de destacar.