↬Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 06↫

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Socios 
mejores  amigos.

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J. Jung Kook

     Perfecta. Esa era la palabra que describía a la mujer que había elegido como esposa, junto a otras cualidades, claro, como: elegante, graciosa, hermosa y sobre todo, respetuosa, cariñosa y preocupada a su estilo; era simplemente perfecta para mí, aunque sea solo una ilusión para los demás y para nosotros mismos, no nos queríamos y menos nos amabamos, pero tampoco podía comprar su amor con todos los millones que poseía en mi cuenta bancaria. Ninguna mujer quisiera estar con un hombre en silla de ruedas, con múltiples limitantes y una discapacidad clara.

     George, mi chófer aparcó el auto en el estacionamiento de mi compañía de ropa interior, femenina y masculina, como también lencería; justo en frente de los ascensores, así era más fácil ingresar a mi oficina sin ser juzgado o burlado por mi discapacidad. Ian bajó del auto y retiré mi mano entrelazada de la mano de Soora, sus ojos verdes brillaban, estaba maravillada con todo lo que había visto, supongo que la Señora Lee jamás la dejó salir al mundo exterior.

     George abrió la puerta de su lado y la ayudó a bajarse, mientras Ian sacaba la silla de ruedas automática de la maleta del auto, al acomodarla abrió la puerta de mi lado y me cargó hasta dejarme sentado en ella, me sentía avergonzado, ahora era incapaz de hacer algo tan común como era bajarme del auto y sentarme en una maldita silla.

     Cerré mis ojos con fuerza, deseaba haber muerto en aquel accidente, así no estuviera atrapado en este cuerpo estropeado por mi negligencia. Una mano apretaba mi mano derecha, era suave, delicada y tan pequeña, abrí los ojos encontrandome con una hermosa vista, Soora tomaba mi mano con una sonrisa en su rostro, impulsandome a continuar con la cabeza en alto.

     Puse en marcha la silla de ruedas y ella permanecía a mi lado, subimos al ascensor que había estado esperándonos unos minutos y marqué el piso de mi oficina, no necesitaba preguntas agobiantes y menos que le cayeran en cima a mi esposa con preguntas que claramente no podría responder.

     ¿Cómo se conocieron?

     ¿Cómo te pidió la mano el señor Jeon?

     ¿Piensan tener hijos?

     Debí hablarlo con ella y prepararla para lo que se avecinaba, pero no lo creí necesario, sólo quería mantener intacta su comodidad y alejada de las mentiras, una hermosa mujer no debía decirlas para mi beneficio.

     —¿Estás nervioso? Porque yo me muero de los nervios, conocer a tus socios debe ser algo realmente grande —sonreí tiernamente, ¿Cómo le hace para ser tan sensual sin ser vulgar y a la vez ser tan tierna?

     —¿Nervioso? —pregunté, ella me miraba y su mano temblaba levemente—. No, de seguro a mis mejores amigos le caerás de lo mejor, no lo dudo —le sonreí mostrando mis dientes.

     —¿Son tus mejores amigos?

     Asentí, mirando de reojo como Ian veía discretamente a mi esposa.

     Al finalizar el día, lo despediré, él no debería de ver a mi esposa con otros ojos.

     —Sí, nos conocimos hace diez años en la escuela y desde ese entonces fuimos totalmente inseparables.

Es ᴄᴜᴇsᴛɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴘᴇʀᴄᴇᴘᴄɪᴏ́ɴ || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴋ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora