Capítulo 1

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Sehun miró de nuevo el reloj digital del televisor de cincuenta pulgadas que se situaba en un mueble bajo de color blanco.

Se había tenido que despertar a las cuatro de la mañana porque a las cinco y media venía Yixing. Y se preguntarán... "¿Por qué tan pronto?". Era porque su amigo chino tenía que tomar un avión a las ocho de la mañana, y Sehun no vivía muy cerca de Incheon que digamos.

Tuvo que preparar su casa por la estupidez de tener que cuidar al roedor de su amigo. Ni siquiera lo hacía cuando Vivi venía a casa o cuando tuvo que cuidar a Monsieur. Es que hasta prefería cuidar de los dos caninos a tener que cuidar del conejo de Yixing. El conejo no demostraba ningún sentimiento o emoción a cómo lo harían esos dos perritos, tampoco podía sacar a pasear al conejo y mucho menos poder jugar con él porque básicamente para Oh Sehun eran aburridos. Como los peces, las tortugas o las hormigas. Y a los perros podías enseñarle trucos o cuando los llamabas, vienen hacia ti. Pero seguro que ese estupido conejo no tiene ni cerebro.

El timbre sonó y lo sacó de su burbuja, asustándolo bastante. Se levantó con toda la pereza del mundo y cuando abrió la puerta, vio a Yixing hablándole al bonito transportín donde llevaba al conejito blanco como la nieve.

- Tranquilo Myeonnie, Sehun se portará bien, no tienes porqué tener mie--

- ¿Acaso crees que te va a entender ese conejo tonto? - Vio como su amigo se giraba a mirarlo con el ceño fruncido. - Qué.

- No le digas tonto a Junmyeon, se va a sentir triste. - De su chaqueta sacó un papel doblado, lo desplegó y se lo entregó al chico de cabellos teñidos de un castaño raro. - Aquí están las cosas importantes, como que le gusta comer, lo que no le gusta, a que hora suele dormir o a que horas suele despertarse. Ah, y en esta mochila. - Lay le entregó la mochila que llevaba en sus hombros y sonrió. - Hay sus juguetes o ropa que necesitará si llega a transfor--

- Oye hyung, no es por ser grosero pero creo que sabré cómo cuidar a este conejo feo, solo hay que darle de comer y cambiar el agua. No creo que sea tan difícil.

Sehun vio la jaula del roedor (cabe decir de dos pisos) y con un suspiro la metió dentro de su casa, dejándola pegada en la pared al lado de la entrada.

- No, pero... ¿acaso no sabes que Junmyeon--

- ¿No tenias que tomar un avión? Vas a llegar tarde si tienes que ir a Incheon y sigues hablando aquí, te preocupas mucho, ¿que le va a pasar, aburrirse de dormir tanto o de comer? Por favor, eres un exagerado.

Le quitó de las manos el transportín donde el conejo de su amigo iba, y lo dejó en el suelo de su apartamento para mirar de nuevo a su amigo.

- ¿Algo más? Dime cuándo volverás a por esta cosa, me he tenido que despertar a las cuatro para esperarte y ya quiero irme a dormir.

- Emmm... volveré quizás en un mes y medio, si necesitas ayuda algún día háblale a Baekhyun y Chanyeol, que aunque no puedan quedarse con él, podrán venir a ayudarte.

- Si si, ya los llamaré mañana o lo que sea, hasta pronto hyung.

- Adiós Sehun. - Miró hacia dentro del apartamento y se despidió con la mano de su mascota que se levantó todo lo que pudo en su transportín, como diciéndole adiós a su dueño. - Hasta pronto, bonito~

Cuando cerró la puerta, volvió a suspirar. Ya hasta ha perdido la cuenta de cuántas veces lo ha hecho desde que despertó.

- Es un exagerado, no es tan difícil cuidar a un animal tan inservible como tu. - Miró la lista que había en su mano mientras dejaba la mochila que le había dado Yixing a un lado.

Un conejito en casa - SeHo | HunHo (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora