Capítulo 17 (Especial Kaisoo)

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Esto ocurre en el mismo tiempo en que Sehun y Junmyeon llegaban al apartamento del primero.

- ¡Vamos Kyung! - Jongin saltó en su sitio, esperando a su pareja en la puerta de casa.

- Ya voy, ya voy... - El mayor salió de la habitación que compartía mayormente con su híbrido con una maleta y un gorro en sus manos. - No olvides tus cosas.

Kyungsoo tomó las llaves, y antes de salir de su apartamento, le colocó aquel gorro de pescador a su híbrido, para tapar sus orejitas. Así llevaban haciéndolo desde que lo inscribió en una academia de baile después de semanas de llanto.

Jongin corrió hacia el auto cuando el ascensor abrió sus puertas, ya tenía ganas de llegar y ver a sus compañeros, aunque ellos no sepan que era un híbrido.

Su amo arrancó el auto después de dejar la maleta con la ropa de recambio en los asientos de atrás, y empezó a conducir hasta el centro de Seúl, dirección a la academia.

- Mientras estás en clases, iré a hacer las compras para casa, pero intentaré llegar lo antes posible, perdóname si tardo un poco.

Jongin sonrió y negó con la cabeza, a veces su amo podía ser muy adorable. - Está bien amo, se que también estás ocupado.

- Cuando lleguemos a casa te dejaré ver la serie esa de la niña que le habla al público con su mono.

- ¡Siii!

El auto aparcó delante de un gran edificio y el pequeño oso miró por la ventana, donde unos chicos y chicas esperaban mientras hablaban.

- ¡Ya están aquí! - Gritó, asustando a Kyung. Pero al abrir la puerta para irse corriendo, le escuchó gritar.

- ¡Jongin la mochila!

El menor volvió y tomó la mochila que le tendía el adulto. - ¡Adiós am-- hyung! ¡Adiós hyung!

El mayor vio como su híbrido corría con la mochila en su espalda y era bien recibido por unos chicos y chicas, aunque a Kyungsoo no le caían bien, no podía prohibir hablarles, Jongin necesitaba socializar, aún tenía dieciséis años.

Cuando perdió de vista la figura del menor, volvió a arrancar el auto y condujo hasta un centro comercial, donde miles de carteles con luces resaltaban por las vidrieras.

Entró y obviamente no se dejó su lista en el celular, ese día debería de comprar comida, nuevas sábanas para su cama ya que Jongin sin querer (o eso dijo él) las rompió, unos peluches que Jongin estuvo mirando hace unos días y ropa para el híbrido. Cualquier cosa le quedaba bien.

Suspirando, tomó un carrito y perezosamente empezó a pasar por los pasillos, subiendo por las escaleras mecánicas y entrando a más tiendas. Tenía mucho tiempo libre ya que las clases de baile de Jongin duraban dos horas.

***

La música sonaba fuerte por todo el aula y Jongin trataba de copiar los pasos de sus profesores, pero le molestaba que todo el rato su gorro estaba apunto de caer, y debía hacerle caso a su amo y mantenerlo en su cabeza todo el tiempo hasta llegar a casa.

- No Jongin, ¡lo haces mal! - El profesor Sam se acercó muy molesto al menor, que juntó sus manitas y agachó la mirada. - ¡Lo haces todo mal!

- L-lo siento señor Sam...

- ¡Me dan igual tus disculpas! Para que paga tu novio la academia si eres un inútil, a este paso no serás el protagonista en el musical de El Mago de Oz.

¡No! Todo menos eso... ¡Jongin anhelaba con todo su ser poder tener el papel protagonista en la obra que iban a representar en unos meses! Se había esforzado mucho, siempre trataba de bailar cuando estaba en su habitación, recordando los pasos y el tiempo de la música.

Un conejito en casa - SeHo | HunHo (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora