El viaje de Kohaku.

Cigarro.

Las arbustos de la aldea en donde vivían los granjeros ya habían florecido. Era primavera y los pétalos caían al agua... el viento me acariciaba el pelo largo mientras metía mis pies en el rio. Que era esta sensación de paz y juventud? Como un goce eterno. Como si nada importara.

Los niños corrían como pequeños gatitos, jugando y tropezándose pero nunca se acercaban aquí. Sentí que siempre me tenían mucho respeto pero me amaban mucho.

-Mira mira! Es el rio! Saludaloooo! –grito uno de los pequeñines en sandalias restregándose la nariz con la manga de su yukata.

- Siiiiii el rioooo!.

Ambos saludaron, y los salude. Pero me parecía que no podían verme... ahhh que solitaria esta vida.

-No no tiene fiebre.... Te digo que lo encontré desmayado!

Ahh... que hermosa voz. Que suave es todo..

-Eh Chijiro se está despertando habla más bajo!

Chijiro? Ahhh Chijiro... que linda era, que valiente... que sabia era... me duele el pecho... quiero llorar.

-Por que lo trajiste acá! Idiota! No sabes quién es!

-Ya te dije! Los dioses me hicieron verlo estoy segura, tengo miedo de que si no los obedezco me pase algo.

Dioses? Ah quiero despertar y saber lo que pasa..

-Amiga... no se qué decirte... la verdad no creo que estés loca... y considerando que estábamos en Inari taisha... pero es tan extraño todo...

Inari. Inari me había mandado al mundo humano. Esto... no puede ser, quiero abrir los ojos.

- Vayan, no me va a pasar nada. Este hombre no tiene fuerzas para levantarse siquiera. Mañana lo llevare al hospital si se encuentra mal.

-Vamos Rin.

-Kurose, muchas gracias por tu ayuda. Ah les abro el frente.

Sentí que alguien a m lado se paraba. Empecé a moverme y abrí los ojos. Dónde estoy? Futon... tatami... intente incorporarme... ah estaba bien débil y me ardía la garganta. Esta era la casa de qué persona?

Trate de peinar mi cabello pero apenas podía alcanzar mi pecho, deje mi mano recostada ahí. Yo... estaba desnudo? Que paso con mi ropa? Ah... ya recuerdo, debo haber estado empapado, si mi cabello todavía esta húmedo. Se escucharon pasos y se abrió la puerta detrás de mí. Quería hablar pero no me animaba. La lámpara de la habitación desprendía luz tenue y no me dejaba ver muy bien pero sabía que era una mujer, por su delicada forma de moverse.

- Ah estas despierto- me dijo de espaldas. Me gire para verla. Oh era hermosa... pero que traía puesto? Bueno este es el mundo humano seguro la vestimenta acá era distinta... pero podía ver toda su figura! Su cadera formaba una curva suave y hermosa... tenía el pelo muy largo y suelto... usualmente me parecería muy desalineado para una dama pero era de un color tan bonito y tan brillante que sería un desperdicio no verlo.

- s- si.

-ah debes tener la boca seca, toma agua.

Se arrodillo a mi lado. Era ella. Me hubiese sido imposible no reconocerla, que tanto había crecido? No puedo creerlo, es hermosa, es preciosa! Todos estos sentimientos... ah, que ganas de llorar.

- Ah lo perdón.. Deja que ponga unas almohadas así puedes tomar.

-Eh?- Tomo mi espalda sin pudor y puso almohadas de modo que pudiese recostarme. Su cuello estuvo a solo centímetros de mi rostro. Un mechón de su pelo rozo mi cara.. Esto era un sueño? No.. Esto era real.