Journal Of Emma (El Diario De Emma)

Capítulo 143

Página 37

Domingo, 28 de noviembre de 2010

Hay momentos en mi vida que verdaderamente son un regalo, momentos que son la cúspide de la felicidad, de mi felicidad. Y a pesar de la mayor parte del tiempo sentir que no los merezco, absorbo cada parte de ellos, cada segundo... Cada detalle. Me lleno de ellos y los guardo muy dentro de mi donde ruego permanezcan para siempre. El viernes sentí que estaba cayendo de nuevo en depresión pero no quería por ningún motivo volver a las píldoras, honestamente estoy cansada de eso. Al salir del colegio me tomé mi tiempo para regresar a casa, no encontré a Niall por ningún lado y para ser sincera ni siquiera me moleste en buscarlo, solo camine sin parar hasta llegar a casa. Me encerré en mi habitación como cada día y me tire sobre la cama, estaba a punto de quedarme dormida cuando note que alguien entraba a mi habitación me asuste al principio pero luego me relaje al ver que se trataba de Niall. Me dio un suave beso pidiéndome que me despertara porque tenía una sorpresa para mí, obedecí y lo vi de pie frente a mi sonriente con mi mochila en su hombro. Le pregunté que era tan importante pero no dijo nada, puso mis converse en mis pies y luego me llevó fuera de la casa donde Greg y Denisse estaban esperándonos. Hicimos un viaje hasta la capital y nos registramos en un hotel, al principio no entendía el porqué pero disfrutaba de todo ya que escasamente podía salir de la ciudad. Me ordenaron prepararme para salir y lo hice, cuando se hicieron las 7 de la tarde estábamos todos frente al estadio donde Ed Sheeran daría un concierto.
No podía creerlo, Niall realmente le prestaba atención a las cosas que me gustan, pasaba interminables horas escuchando esas canciones una y otra vez desde que Louis me hizo escuchar la primera.
Pasé una noche maravillosa escuchando cada palabra colarse en lo más profundo de mi ser junto al chico más maravilloso del mundo... Y entonces lo supe, era el momento en que nada más que él me importaba y quería demostrarle cuanto lo amaba. Esa noche fuimos a cenar algo simple y luego regresamos el hotel, la idea era que Denisse y yo dormiríamos juntas pero Niall convenció a Greg de que podíamos estar solos en la habitación, después de todo era habitual ya que siempre dormía mejor en sus brazos. No hubo demasiado que decir, solo nuestras acciones esa noche que quedarán para siempre grabados en mi piel y mi memoria. Nuestros besos y caricias, la unión de nuestros cuerpos inexpertos pero que dulcemente expresaron su mutuo amor.
Y a la mierda con la edad, los prejuicios, el miedo y demás.