Billie's POV
-No puedes casi ni hablar, Billie. No puedes cantar, lo siento mucho pero hay que cancelar todos los conciertos tal y como estamos haciendo hasta que...
-¿Hasta qué? -le grité a Tony, me vino un repentino ataque de tos por gritar . -¡Me estoy muriendo joder! ¿Hasta qué?
Todos en la sala quedaron en silencio y mi madre se levantó de la silla con un sollozo. Salió corriendo de allí.
Inmediatamente me arrepentí por mis duras palabras, pero era la verdad.
-¡Joder! -grité con rabia levantándome y caminando con las muletas hacia mi habitación.
Volví a mi cama y me abracé a la almohada, ahogando ahí mi llanto y mis gritos de ira.
Nada tenía sentido ya, ¿por qué no dejaba de respirar de una buena vez?Tendría que ver a mis fans enfadándose conmigo, tendría que soportar el peso en mi espalda por haberle roto el corazón a la mujer que más amo, tendría que ver cómo me debilitaba cada día más hasta que mi cuerpo no tuviera la fuerza suficiente para continuar, tendría que ver cada día la tristeza en los ojos de mi familia y sus sonrisas falsas para que no me hundiera más.
Pero ya estaba hundida, no me quedaba nada.
Flashback.
Mi madre y mi padre lloraban mientras se abrazaban, Finneas se quedó con el labio temblando y mirándome fijamente, como si estuviera ido.
Yo simplemente me mantuve sentada en la cama, mirando a un punto fijo mientras mi pecho subía y bajaba con rapidez y miles de imagenes pasaban por mi cabeza; cuando conocí a Halsey y a Camila, todas las fiestas a las que he asistido, las mejores borracheras de mi vida, cuando me enamoré de la música y comencé a cantar, cuando conocí a esa chica que quitó todos mis miedos y me enamoré de ella, cayendo rendida en sus brazos.
Cada vez que la besé, abracé, toqué.
Cuando cumplí mi sueño al lado de todas las personas a las que quiero, cada concierto que di.
Mi vida pasó frente a mi como un rayo.El nudo en la garganta se hizo más grande y no recuerdo mucho más, sólo que mi pecho comenzó a doler horrores y caí desmayada en la cama.
Cuando desperté y la realidad me dió un bofetón en la cara, los doctores me lo dijeron todo sin pelos en la lengua a petición mia. Quería saber realmente lo que me estaba pasando.
Aunque podría permitirme el mejor hospital, los mejores tratamientos u operaciones, todo podría pasar.Sufría de malformación arteriovenosa cerebral.
Una enfermedad en la cual los símptomas tardan en aparecer, y cuando aparecen, lo hacen de golpe.
Al parecer lo sufría desde nacimiento, pero los símptomas pueden aparecer a cualquier edad.
Los vasos sanguíneos y las arterias que conectan a mi cerebro no están organizados. Es como cuando pones tus auriculares dentro del bolsillo de tu pantalón y cuando los sacas, no hay quien deshaga ese nudo.
Al estar enredadas entre sí, provoca que la sangre no me llegue correctamente y por eso me duele el pecho, la espalda, la cabeza y tengo convulsiones.Por eso no podía hacer ningún esfuerzo.
Esto le pasa a un 1 por ciento de la población, y tuvo que pasarme a mi.También me dijeron que se puede tratar pero que los tratamientos pueden ser muy dolorosos y la mayoría de las veces, no obtienen un resultado bueno.
En pocas palabras, me dijeron que intentara disfrutar de la vida antes de que a uno de mis vasos sanguíneos le diera por explotar y muera de una hemorrágia cerebral.
Fin del flashback.
Cuando me explicaron todo eso, el miedo a morir se apoderó de mi y tuve un ataque de ansiedad. Cuando me calmé y cerré mis ojos, Ashley vino a mi cabeza.
Tomé la decisión más difícil de mi vida, y armé un plan en mi cabeza para que Ashley no sufriera. Prefería que me odiara a hacerla sufrir de esa manera, ella no eligió conocerme y había perdido a demasiadas personas en su vida. No quería que sufriera durante meses mi pérdida, aunque siguiera viva hasta que la vida lo decida. No quería que se despertara cada día con la angustia y el miedo por si seguía respirando.Igual pasaría con mis fans, si lo hacía público estoy segura de que arruinaría la vida de muchisima gente, así que gracias a mi rodilla partida, decidí publicar que mi tour se canceló por eso.
¿Que el día de mi muerte podía llegar igualmente?
Sí, pero el hecho de sufrir día tras día la angustia por si seguía viva... prefería ocultarlo hasta que ese día llegara.-Mamá... -susurré cuando la vi en la puerta de mi habitación. -Lo-lo siento.
Mi madre secó sus lágrimas y sonrió mientras se acercaba a mi. Se sentó a mi lado en la cama y peinó mi pelo.
-Cuando naciste y vi tus ojitos, tu padre y yo lloramos de la felicidad. Eras un bebé hermoso, con la piel blanquita y el pelo demasiado dorado. Mi amor... yo nunca voy a perder las esperanzas, siempre voy a hacer lo que esté en mi mano para seguir viéndote crecer. -su voz se rompió y acunó mis mejillas. Mis vista estaba borrosa por las lágrimas. -Quiero que tú también tengas esas esperanzas, nunca se sabe lo que puede pasar... Quiero que no te pongas en lo peor y que levantes la cabeza, sigas con tu vida y que vayas ahora mismo a casa de Ashley.
Cuando escuché su nombre, mi corazón dió un vuelco y las lágrimas acomuladas en mis ojos brotaron.
-No puedo... yo no sé cómo... -suspiré. -Mamá no puedo hacerle eso, no puedo ver su cara cuando se lo diga.
Mi madre sonrió triste y secó mis lágrimas con sus pulgares.
-Lo que veo cada vez que estais juntas es un amor verdadero, uno que siempre pensé que podría ocurrir en las películas. Pero no, lo veo entre esa chica y tú, y creo que ninguna de las dos os mereceis estar separadas ahora. Sea lo que sea lo que le hayas dicho, ve y arréglalo.
Agaché mi cabeza y comencé a llorar, mi madre, con su llanto silencioso, peinaba mi pelo.
-No soy capaz mamá, no puedo ir y decirle que hay un 98% de probabilidades de que me muera. No puedo partirle el corazón de esa manera... -sollocé.
-Según Finneas, ya lo has echo. -me dijo. Asentí y levanté la mirada hacia sus ojos. -Escúchame bien.
Cogió mis manos.
-Si lo que te está pasando a ti, le estubiera pasando a ella... ¿qué querrías tú? -preguntó.
La miré fijamente mientras pensaba.
-Querría cuidarla y darle todo el amor que pueda darle. -contesté.
-Entonces... ¿crees que es mejor hacer que te odie, o decirle la verdad y que esté todos los días a tu lado? -preguntó de nuevo.
Mi labio inferior comenzó a temblar.
-Pe-pero ella ha sufrido mucho, perdió a su mejor amigo, a su hermana gemela... No quiero que me pierda a mi también. -dije con la voz temblorosa.
Mi madre cogió aire, como si lo que me fuera a decir le doliera.
-Mi niña, si... si llega el día en que... todo salga mal, ella no podría levantar cabeza nunca por el hecho de que no estuvo a tu lado y estuvo odiándote por lo que sea que le hayas dicho. En canvio si se lo dices y ella está contigo, el golpe no será tan duro. ¿Entiendes lo que quiero decirte? -volvió a coger mis mejillas y mientras asentía, besó mi frente. -Lo mismo pasa con tus fans, ellos te aman incondicionalmente y si el golpe les llegara de repente... ¿no crees que sería peor?