Salté de la camilla, provocando que las agujas y tubos que tenía conectados a mis brazos se arrancaran de golpe de allí.
Corrí hacia la puerta, me resvalé con la sangre que salía de mi brazo izquierdo pero aún así, seguí corriendo.Ignoraba los gritos de mi madre, de los doctores y de la gente a la que empujaba mientras bajaba esas escaleras hacia la planta de la UCI.
Ella debería de estar allí.Volví a resbalar y cuando caí, apoyé mis brazos en el suelo.
-Está viva. -dije mirando al suelo y cogiendo grandes bocanadas de aire. -¡Está viva! -grité.
Con el corazón latiéndome como jamás habia latido, seguí corriendo hasta que llegué a un pasillo con sillas a los lados de este y vi a la familia de Billie, a Halsey, Camila, Lauren, Justin y mi padre.
Me paré en seco y todos me miraron.-¡Está viva! -grité. -¡Ella está viva!
En sus rostros se formó una sonrisa bañada en lágrimas de pura felicidad y corrieron hacia mi.
Nos fundimos todos en un gran abrazo. Por fin pude llorar, por fin pude sacar el nudo que había en mi garganta, por fin estaba riendo de pura felicidad.-¡No me lo puedo creer! -grité de nuevo.
Mis manos acogieron las mejillas de Maggie, me miró a los ojos y de repente estallamos en llanto, nos abrazamos y nos fundimos en ese abrazo que jamás creí que le daría.
Billie Eilish respiraba, ella se había quedado.
La sangre en mis venas volvía a correr, sentía mis piernas temblar por una emoción jamás experimentada.
Vivir estos meses pensando en que Billie iba a morir, llorar cada día y cada noche por ello, levantarme cada mañana esperando a que ella despertara, ver como mi alma gemela cada día estaba más débil, despedirme de ella y experimentar el mayor dolor de mi vida y que después me digan que ella está viva, es una felicidad difícil de explicar.
Pero si la midiera, el nivel de felicidad era equivalente al poder de una bomba atómica.Mi madre apareció, seguí llorando y llorando sin parar. Grité, salté, reí. No podía controlar tanta felicidad, era imposible.
Me obligaron a volver a la habitación para curar mi brazo y darme mi ropa, tuvieron que cogerme por los brazos como a una desquiciada para sacarme de allí, no quería irme.
Cuando mi brazo estuvo vendado por la zona de la aguja y me dieron mi ropa, me vestí en tres segundos y volví a correr hacia la UCI.No podía dejar de pensar en ella, en volver a ver sus ojos, en volver a coger su mano, en sentir de nuevo su olor, su risa. Necesitaba ver de nuevo esa sonrisa que pensé que no volvería a ver jamás, necesitaba apoyar mi cabeza en su pecho para escuchar su corazón y saber que esto era real.
La necesitaba a ella, necesitaba mis ganas de vivir.
Por fin llegué a donde estaban todos, justo en ese momento había un doctor hablando con ellos. Me acerqué y mientras lo escuchaba, cogía aire.
Estaba seca.-Para que me entendais, deshicimos el "nudo" que había en su cerebro. Casi la perdemos, ya nos dimos por vencidos cuando la reanimábamos y veíamos que no respondía. -mis ojos se llenaron de lágrimas al imaginarme esa escena, me llevé las manos a la boca. -Pero mi compañero lo volvió a intentar y la recuperamos. Es la segunda vez que un paciente con esa enfermedad, vive. Es un milagro, familia, podeis sentiros afortunados de tener a Billie aquí.
Todos lloraban, murmuraban cosas y yo lo único que quería era correr hacia la habitación de donde había salido ese hombre. Mi corazón iba a explotar si no la veía pronto.
-Esta bajo el efecto de la anestesia completa, tardará unas horas en despertar. -mis manos sudaban, mis piernas temblaban. -Cuando despierte, debemos hacerle unas pruebas para verificar que todo está en orden y deberá quedarse varias semanas bajo nuestra vigilancia. Con una operación así... es muy conveniente tenerla controlada aquí y no en casa.