Durante la siguiente semana, todos estuvimos más rotos de lo normal.
Billie aceptó ir a la entrevista que le propuso la cadena más famosa de la televisión. Nos pareció raro, ella estuvo denegando todas las miles de invitaciones a cadenas de televisión y radio.Pero fué, fuimos todos y nos quedamos detrás de ese cristal mientras observábamos a nuestra Billie responder las preguntas y aclarando todo lo que estaba sucediendo.
Escuchar todas esas preguntas, y ver cómo ella trataba de responderlas sin romperse... dolió, dolió muchisimo.Al cabo de unos días de esa entrevista hizo algo que nadie se esperó.
Convocó a sus fans, dijo lugar y hora y todo internet se revolucionó. Habían publicaciones de gente diciendo que venía de Europa, de Ásia... de todo el mundo. Los más afortunados pudieron comprar un billete de avión para ver a Billie. Fué de locos.¿Pero quién no querría ver a Billie Eilish por última vez?
Rodeada por séis guardaespaldas enormes, nos dirigimos todos al Banc of California Stadium, un sitio lo bastante grande y espacioso como para que toda esa gente entrara.
Hicieron un escenario en medio del campo de futbol y el estadio estaba rodeado con grandes pantallas para que todo el mundo pudiera ver su rostro.
¿Por qué planeó todo aquello sin consultarle a nadie? No lo sabemos, pero ese día acabó de destruirme por completo.Ella se estaba despidiendo. De todos, de todo el mundo.
La gente gritaba y lloraba, intentaban abrazar a Billie aunque murieran en el intento, hubo muchas personas que sufrieron desmayos y la ambulancia tuvo que acudir.
Fué terrible, pero pude ver de cerca la enorme sonrisa que Billie tenía en sus labios mientras miraba a su alrededor y vió con sus propios ojos que ella era una estrella, una leyenda, alguien que quedará para siempre grabada en la historia y que millones de personas la amarán para siempre.-¡No quiero ir! ¡Me niego! -escuché gritar a Billie en la cocina.
-No hagas esto más difícil Billie, por favor... -esa era Maggie, estaba llorando.
Literalmente corrí hacia la cocina, dejando mi taza de café sobre la mesilla del sofá primero.
-Amor, ¿qué ocurre? -pregunté acercándome a ella.
Sus manos temblaban y su labio inferior también, miraba al suelo fijamente.
-Billie... -acabé de acercarme y la abracé. Últimamente decir su nombre en voz alta augmentaban mis ganas de llorar.
Al principio se tensó pero al instante pude notar sus débiles brazos envolver mi cintura y escondió su rostro en mi cuello. Comenzó a llorar.
-Ha llamado el doctor Andrew. -me dijo.
Me congelé.
-¿Q-qué ha dicho? -pregunté con el mayor miedo de mi vida.
-Quieren operarme, mañana. -se soltó de mi abrazo y me miró fijamente. Ella sabía lo que eso me provocaría.
-Se niega a ir Ashley, por favor, hazla entrar en razón. -dijo Maggie. -¡Me niego a perder las esperanzas Billie! ¡Me da igual si es sólo un dos por ciento!
No podía hacer nada más que mirar fijamente esos preciosos ojos azules, no me di ni cuenta de que sus manos acunaron mis mejillas y de que comencé a llorar.
"Mañana."
"Mañana."
Repetía en mi cabeza.-Ma-mañana... -dije en voz alta.
Billie asintió mientras sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a brotar.
-No-no puede ser. -dije. -No... esto no... no está pasando.