Los siguientes cinco días Billie los pasó en el hospital. Y yo junto a ella, sin moverme a menos que me obligaran.
Después de llorar lo que nunca en mi vida había llorado, me prometí a mi misma ser fuerte. Por ella, por mi, por nosotras. Me prometí a mi misma que si la vida podía a llevarse a Billie para siempre, quería que ella fuera feliz y no se pasara el día llorando.
-¿De verdad estás preparada? Podemos esperar un poco, mi amor. -le dije cuando nos acomodamos en su habitación.
Ella asintió.
-Ellos forman parte de mi vida, Ash. Deben saberlo antes de... de que sea tarde. -dijo y reprimí mis lágrimas.
Almenos ahora podía hablar sin que la garganta le doliera horrores.
El dolor de garganta se debía a que la sangre no llegaba bien a su cerebro y al forzar de más sus cuerdas vocales, le provocava dolor y no podía hablar.
-Y tú llevas demasiados días sin ir a la universidad. No quiero que por mi culpa pierdas el curso... -dijo cogiendo sus manos entre las mias.
La miré directamente a los ojos, robándome una vez más todo el aliento con esas esferas tan azules.
-No me pidas que me separe de ti porque es lo último que quiero. Además, me da igual si pierdo este año, lo recuperaré el año que viene y ya. -dije segura.
Ella se encogió de hombros, no le quedaba otra que aceptarlo. No podía hacerme cambiar de opinión.
Halsey, Camila, Lauren, Justin y mis padres, se enteraron de lo de Billie hace unos días, cuando Finneas por fin les contestó las llamadas.
Todos éramos un mar de lágrimas, pero todos nos propusimos lo mismo, ser fuertes pase lo que pase, almenos frente a ella.
Después de que Billie ensayara el discurso más de diéz veces, por fin pudo decirlo todo sin estallar en llanto a las tres primeras palabras.
-Estoy lista. -dijo. Asentí y encendí la cámara que la enfocaba mientras ella estaba sentada en la cama.
-Te amo, te amo con todo mi corazón Billie. -ne acerqué.- Tu puedes, sé que puedes. -dije tomando su rostro entre mis manos y besándola.
Cuando me separé, suspiró fuerte y cerró sus ojos. Últimamente lo hacía, como si quisiera guardar a fuego en su memoria cada beso que nos dábamos.
-Adelante. -dije poniendo en marcha el vídeo y sentándome en una silla tras la cámara.
Billie agachó la cabeza y jugó con sus anillos durante unos segundos. Cogió aire y levantó la vista hasta la cámara con una mirada cargada de tristeza y dolor.
-Hola chicos... -comenzó. -Siento mucho haber estado desaparecida todo este tiempo. Tengo algo... algo muy importante que contaros. -suspiró. -Yo... he cancelado el tour porque no puedo cantar, ni saltar, ni gritar. Es muy difícil para mi deciros esto tan de repente pero he creído que debeis saberlo. Vosotros habeis estado junto a mi desde el principio, apoyándome y amándome incondicionalmente y... siento que os lo debo. Sufro de... malformación arteriovenosa cerebral, y esa es la causa por la que no puedo esforzarme demasiado y mucho menos cantar, ya que la insuficiencia de sangre en mi cerebro es como si pausara mis cuerdas vocales a veces. Siento tanto todo esto... -sus ojos se empañaron de lágrimas. -Siento decíroslo así, pero todo puede irse a la mierda en unos meses. Mi vida depende de un 2% de probabilidades para sobrevivir a la única operacion posible. -yo ya no pude más, estaba llorando en silencio tras la cámara mientras aguantaba mi mano en el pecho. -Iban a esperar unos meses porque el tratamiento podía estabilizarme un poco, hacer que pudiera durar unos años sin tener que someterme ante tal operación, pero viendo el ataque que tuve hace unos días, han adelantado el proceso. -su pecho comenzó a subir y a bajar rápidamente, mi rostro palideció y me levanté de la silla dispuesta a correr hacia ella. Entonces levantó la mano, pausándome, y la otra la llevó hacia su pecho. Levantó la mirada de nuevo. -Os amo con locura, no lo olvideis nunca. Si todo sale mal... -suspiró. -Quiero que sigais con vuestras vidas y que no me olvideis, así como yo os recordaré siempre. Quiero que me lo prometais, por favor. Os amo...
